20 Niños que vinieron al mundo a probar los colores en los cachetes de sus padres

Historias
hace 1 año

Dicen por ahí que los niños hablan con la verdad; sin embargo, no siempre se detalla cuán desmedidos e inoportunos pueden ser esos ataques de sinceridad. Y es que muchas veces, cuando menos lo esperamos, un chiquitín puede dejarnos muy mal parados delante de otras personas. Normalmente, no tenemos muchas opciones luego de algo así, más que sonreír un poco para recuperar al menos en parte nuestra dignidad.

¿Cuál es la vergüenza más grande que te ha hecho pasar un niño? ¿Qué ocurrencia vergonzosa le dijiste a un adulto durante tu infancia?

  • Mi hija pequeña dijo en la escuela que yo lavaba dinero. Cuando me llamaron de la escuela para aclarar el asunto, les comenté que varias veces ella me ayudaba a sacar la ropa de la lavadora y tenderla, y que me olvidaba del dinero en los bolsillos de los pantalones. Los billetes salían lavados y por eso ella lo decía. © Guerita Castillo / Facebook
  • Mis hijas son muy achinadas, por herencia de mi familia. Cuando a la mayor la cuidaba mi mamá, siempre le preguntaban si mi esposo era chino. Mi mamá obviamente les decía que no. Cuando nació mi segunda hija, salió mucho más achinada, y al tiempo mi hija mayor empezó a decir que su hermanita se parecía mucho al chino, el dueño del supermercado. © Gisele Cortés / Facebook
  • Mi hija le dijo a su maestra del jardín que su mamá estaba en el cielo. La maestra llamó a mi mamá para contarle que no sabía que la mamá de la niñita estaba en el cielo. Mi mamá le explicó que yo trabajaba con aviones. © Ale Muñoz Paz / Facebook
  • Soy psicoterapeuta y trabajo con herbolaria, preparo microdosis herbales. Cuando a mi hijo le preguntaron a qué se dedicaba su mamá, dijo “mamá es bruja y hace pócimas”. © Tere Guro / Facebook
  • Estaba entrando al súper con mi hija de 6 años y vi a una “conocida”. Le dije: “Vamos por aquí para no tener que hablar con ella”. No estaba de humor para saludarla, así que caminamos por el pasillo contrario. A los pocos minutos, ¡zas! Se nos apareció de frente y pues la saludé. En eso, mi hija dijo: “Mami, pero dijiste que no querías hablar con ella”, con su voz chillona. ¡Dios mío, trágame tierra! © Nuria Barrantes / Facebook
  • Cuando mi hermana era pequeña, estaba hablando con una niña de las profesiones de sus padres. El papá de la niña era odontólogo y nuestra mamá era oftalmóloga. En eso la niña le dijo a mi hermana que su papá sacaba dientes y mi hermana le respondió muy tranquila que su mamá sacaba ojos. © Alexandra Mantilla / Facebook
  • Mi hijo en preescolar les dijo a sus compañeros que su mamá era una pirata. Yo había perdido un ojo y usaba un parche ortopédico negro mientras estaba mi prótesis. Bueno, para los niños era la mamá más cool de la escuela. © Patricia Patty Agüero / Facebook
  • Mi hijo mayor les dijo a todos en el jardín que su mamá tenía dos esposos. Resulta que mi marido tuvo un accidente y mi cuñado viajó hasta donde vivíamos para ayudarnos con la terapia y se quedó unos meses con nosotros. La profesora habló conmigo en privado y yo estaba atacada de la risa. © María Mercedes / Facebook
  • Mi esposo tuvo un infarto y estaba en terapia, pero mi hija, que tenía cuatro años, le contó a su maestra que yo tenía a su papá atado y encerrado. © Silvia Roza Clifton Goldney / Facebook
  • Mi hija en el jardín de niños le dijo a su maestra que yo tenía muchos novios. La maestra quiso hablar conmigo del tema. Mis novios resultaron ser: Chayanne, Enrique Iglesias, Luis Miguel, etc. © Alma de Gutierrez / Facebook
  • Mi hijo dijo que a mí me pagaban por ir a fiestas. Me citaron al siguiente día muy temprano:
    —Señora, respetamos a lo que se dedica, pero nos preocupa que el niño esté pendiente y sepa la situación, no es sano para su desarrollo.
    —Sí, directora, me dedico a organizar eventos.
    Después de eso, me contrataron para organizar los eventos grandes de la escuela. © Lú Pineda / Facebook
  • Mi hija le decía a toda la gente que su mamá trabajaba por las noches en el tubo y llegaba a dormir toda la mañana. Siempre tenía que aclarar que trabajaba de noche en un laboratorio de análisis clínicos. © Veronica Acosta Aviña / Facebook
  • Me acuerdo de un día que mi papá estaba llegando todo cansado y hasta enojado del trabajo y mi hermanito menor le dijo: “Hola, papá, ¿cómo te fue? Fíjate que mi mamá metió a un luchador en el ropero cuando tú no estabas”. Ya se imaginarán el pleitazo que se armó. Resulta que era que mi mamá le guardaba los mugres luchadores de juguete en el ropero para que hiciera la tarea porque se la pasaba todo el día jugando a las luchas. © Airswaya Khan / Facebook
  • Una vez me enfermé del estómago terriblemente y mi niña de tres años y yo nos quedamos en casa. Pedí permiso en mi trabajo y dije que la enferma era mi hija, ya saben, por aquello de no andar dando mucha explicación. Al día siguiente, me encontré a mi jefa en la guardería a la que íbamos ambas. Ella le preguntó a mi niña: “¿Cómo te sientes, ya estás bien?”, y mi chiquita le contestó: “Yo bien, pero mi mami se quedó acostada todo el día ayer”. No sabía dónde meterme, lo bueno fue que mi jefa no lo tomó a mal. © Melina Arvizu / Facebook
  • Soy psicólogo y en la escuela, cuando les preguntaron a los niños a qué se dedicaba su papá o cuál era su trabajo, mi hijo en tercero de primaria dijo: “Mi papá es psicópata”. ¡¡No me ayudes, hijo!! © Jesus Alvarez / Facebook
Imagen de portada Airswaya Khan / Facebook

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