Al tener hijos, nuestro trabajo es criar a los niños para que se conviertan en buenos adultos. En personas que puedan tener relaciones amorosas y respetuosas. Que puedan ser responsables y encontrar su camino en el mundo. Necesitas enseñarles valores y ética. Habilidades financieras, enseñarles cómo la deuda de la tarjeta de crédito puede frenarlos. Cuando son muy jóvenes, cómo cuidar sus cosas bonitas. A no desperdiciar alimentos y agua. La importancia de cuidarse a sí mismos y cómo hacerlo cuando la vida es desafiante. La capacidad de reírse de uno mismo y de no tomarse las cosas en serio. Muchas de estas lecciones se aprenden con el ejemplo de vida de los padres o la familia. © WorldlinessOk9287 / Reddit
Cocinar para tus hijos no se hace más fácil con el tiempo. Lo he estado haciendo durante 16 años y no se trata solo de cocinar: serás responsable de averiguar qué hacer y de planificar (incluidas las compras de comestibles) entre 2 y 3 comidas por día, tratando de hacer malabares con los diferentes gustos y disgustos, todos los días, durante muchos años. © rbf4eva / Reddit
No soy madre, pero fui niñera por muchos años de pequeños de todas las edades y ayudé en la crianza/viví con mis sobrinos en sus primeros años de vida. El primer bebé que cuidé fue con una madre primeriza, y la crisis del octavo mes nos tomó muy desprevenidas, yo no la conocía hasta entonces, y me hubiese encantado conocerla. Los bebés se vuelven emocionalmente inestables y hacen berrinches cuando la madre se aleja, y esto puede aparecer en el sexto mes o después de los ocho meses. Lo mejor es estar preparada para esta etapa y no dar por sentado que el hijo se la salteará “porque es tranquilo” o “porque está acostumbrado a las largas jornadas laborales de los adultos”. No he escuchado casos en los que no suceda, probablemente los haya, pero lo mejor es no creer que tu hijo será la excepción. La primera vez que cuidé a un bebé en esa situación se me hizo insoportable (y si lo fue para mí, también lo fue para toda la familia). La segunda, al estar ya preparada mentalmente, se me hizo mucho más liviano y ya coordinaba con la madre cómo hacer para que me lo dejara. No era fácil, pero fue mucho más sencillo que la primera vez, por lejos. De hecho, cuando una amiga tuvo a su primer hijo, le hablé de la crisis y ella me dijo que no tenía miedo de eso porque su bebé estaba acostumbrado a pasar muchas horas sin ella, y cuando finalmente el bebé llegó a esa etapa, no lo tomó muy bien. En fin, el que avisa no traiciona.

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