Haley Osment, el niño que fue estrella mundial y decidió alejarse de Hollywood para volver de grande con más herramientas

Historias
hace 1 año

Fue uno de los niños más populares de los años 90 y principios de los 2000. Puso a todos a comerse las uñas en Sexto sentido y conmovió a muchos otros en Cadena de favores. Sin embargo, al crecer, como sucede con muchas estrellas infantiles, Haley Joel Osment empezó a aparecer cada vez menos en la pantalla. Lo curioso es que esto no fue producto de la industria, sino más bien una decisión propia.

Su fortuita llegada al mundo de la actuación, la influencia de su familia y la importancia de mantenerse centrado son algunas de las cosas que en Genial.guru quisimos contar con respecto a esta historia.

El contexto es importante. Nacer en un sitio artístico como Los Ángeles, la meca de quienes sueñan con estar en la pantalla grande, ya te otorga la posibilidad de que en cualquier esquina un cazatalentos te vea y piense que tienes futuro. Bueno, la historia de Haley Osment comienza así, a sus 4 años, cuando mientras estaba en una tienda, alguien vio que podía lucir bien en cámara.

No solo fue su rostro angelical lo que llamó la atención, sino que también dio un paso importante en esa primera audición cuando le pidieron que describiera lo más grande que había visto en su vida. Este pequeño niño describió ni más ni menos que una pantalla de cine IMAX, y así fue como obtuvo su primer papel en una publicidad para Pizza Hut.

El comercial fue el puntapié inicial de su carrera. Rápidamente, en el mismo año del comercial, tuvo un papel protagónico en la sitcom Thunder Alley, que se emitió de marzo de 1994 a julio de 1995, y finalizó por su bajo rating luego de cambiar el día de emisión a los miércoles por la noche.

El final de la serie no podía opacar el momento del pequeño actor, ya que en paralelo había formado parte de Forrest Gump, donde interpretaba al hijo de Tom Hanks. El director de la película, Robert Zemeckis, eligió a Haley para el papel luego de verlo en el comercial de Pizza Hut, y por su interpretación ganó el Premio Young Artist a la mejor actuación de un actor menor de 10 años en una película.

Durante los 90 fue sensación. Formó parte de series y películas con regularidad, hasta que llegó la obra cumbre que lo puso en los ojos de todo el mundo, Sexto sentido. El escritor y director de la película se preocupó al principio por lo “dulce” que fue Osment en la audición, pero luego dijo que el actor “dio en el clavo con la vulnerabilidad y la necesidad” que ameritaba el personaje.

Por esta interpretación, Haley Osment, que continuaba siendo un niño de 11 años, recibió excelentes críticas y reconocimientos, entre los que se destacó su nominación como mejor actor de reparto para los premios Óscar.

Los padres del actor, lejos de presionarlo para que se convirtiera en una estrella mundial, entendían que todavía era un niño, y le habían inculcado la idea de que si un día la actuación dejaba de ser divertida, podía abandonarla sin problemas. Sin embargo, por ese entonces, Haley quería continuar actuando, y durante algunos años más se mantuvo en el centro de la escena.

Puso su voz para videojuegos y series animadas, protagonizó películas como Cadena de favores, I.A. Inteligencia Artificial (donde fue dirigido por Spielberg) y Leones de segunda mano, donde actuó junto a Michael Caine y Robert Duvall. Pero el actor creció, y en 2006 llegó el momento en que debía decidir si quería continuar en Hollywood o si su vida tomaba otro rumbo.

“Decidiste alejarte un tiempo de Hollywood, ¿qué fuerza mayor motivó esa elección?”, le preguntaron en una entrevista del año 2014. “Siempre fue la universidad. Mi mamá es maestra de sexto grado, así que continuar estudiando no era algo negociable, y además yo también quería estudiar”, respondió Haley con una sonrisa en el rostro.

Michael Germana / Everett Collection / East News

“Estudié teatro experimental en la Universidad de Nueva York, y era algo que yo deseaba, porque tenía 18 años y creo que hay un solo momento en el puedes ir a la universidad”, continuó diciendo, y al verlo en sus palabras, la decisión cobra sentido. Quería aprender cosas que no había aprendido en los sets de filmación, en los que había estado prácticamente toda su niñez y adolescencia.

Durante el período de formación, del 2006 al 2011, solo participó en una película, Duelo de gigantes. “No hay demasiado en mi currículum en ese tiempo, pero es la mayor inversión que hice en la actuación hasta la fecha”, dijo el actor en otra entrevista, y concluyó: “Estaba trabajando en mi arte, pero no de una manera pública”.

El deseo de mantener las cosas difíciles

Durante su formación académica, descubrió una nueva faceta: interpretar personajes malvados. Haley estaba acostumbrado a ser el centro moral de las películas, el “niño bueno”, y por esta razón comenzó a divertirse más cuando hacía villanos en la universidad. Ya graduado, comenzó su vuelta a Hollywood, y las películas y series populares comenzaron a llegar de a poco.

Su proceso de reinserción en la industria fue exitoso. Del 2014 en adelante estuvo en títulos como Sex Ed, el maestro aprendiz, Entourage: La película Ted Bundy: Durmiendo con el enemigo (junto a Zac Efron y Lily Collins), y participó en series como The Boys, producida por Amazon Prime, y El método Kominsky, presentada por Netflix.

Los pies sobre la tierra

En La felicidad del segundo violín, una mujer pone en jaque el hecho cultural de que siempre haya que desear ser el mejor, el ganador, el famoso. De esta tendencia de que las cosas solo pueden medirse en éxito o fracaso, y que si tu lugar no es el más alto al que puedes acceder, tu vida no está completa. Y la verdad es que no todos quieren estar primeros ni ser la máxima estrella mundial.

Más allá de que cada persona puede decidir cómo vivir, analizar los resultados en blanco o negro reduce los debates y quita del medio muchas cosas. Haley Joel Osment, a pesar de ser exitosísimo a muy pronta edad, se mantuvo centrado y pensó cada paso que dio. Estuvo en el centro de la escena mundial y también estuvo fuera, pero siempre eligiendo qué lugar quería ocupar.

Como dijimos al comienzo, el contexto es importante. Si nacer en Los Ángeles fue algo clave, tener un padre actor y una madre maestra es algo que definitivamente tuvo injerencia sobre sus decisiones. Incluso tener una hermana y mejor amiga actriz como Emily Osment (Lilly en Hannah Montana), que tuvo una historia similar, también influyó en sus decisiones y en su manera de ver la vida.

“Me siento afortunado de haber podido hacer esto desde joven y que continúe siendo mi trabajo ahora”, dijo no hace mucho Haley, y definitivamente es una reflexión que ayuda a tener perspectiva y a ver lo importante que puede ser vivir de lo que te hace feliz. Celebramos la postura del actor, y deseamos con fervor seguir viéndolo en sus próximos proyectos.

¿Cuál es la película que más te gusta de Haley Osment? ¿Estás de acuerdo con su manera de ver la vida?

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