16 Cosas de la afeitada femenina que nuestras abuelas nos enseñaron mal

Mujer
hace 1 año

Tal vez conocemos ciertas indicaciones del afeitado gracias a nuestra amiga, madre, abuela o hasta por Internet. Sin embargo, la realidad es que, así como no todo lo que brilla es oro, no todo lo que oímos sobre este procedimiento es cierto. Muchas contamos con una rutina de afeitado definida, pero quizá este sea el momento justo para cambiar algunas cosas.

En Genial.guru desmentimos 16 mitos sobre el rasurado que seguramente muchas hemos escuchado en ciertas oportunidades. Lo importante es que, si alguna vez cometimos estos errores, ahora podemos aprender de ellos.

1. Luego del rasurado, el vello crece más grueso, rápido, y se vuelve más oscuro

La realidad es que son otros factores, como la genética y las hormonas, los que afectan las características del vello. Lo que en verdad sucede es que cortar el pelo sobre la superficie de la piel hace que este parezca más grueso y oscuro cuando vuelve a crecer. La velocidad de crecimiento también puede variar.

2. Una afeitadora afilada y nueva causa más cortadas que una usada

Las rasuradoras nuevas se deslizan con más suavidad y solo necesitamos una pasada para lograr el resultado. Esto hace más rápido el afeitado, mientras que, si utilizamos una afeitadora vieja, tendremos que pasarla más veces en la misma zona, lo que podría irritar la piel. Recuerda que debes tener mucho cuidado con las nuevas, ya que son más afiladas.

3. Para que una afeitada sea más precisa, debemos presionar con fuerza la rasuradora

Este es un mito y un error que muchas cometemos. La verdad es que aplicar mucha presión en la rasuradora incrementa la posibilidad de sufrir rasguños y cortadas. Si utilizamos una afilada, no hay necesidad de presionarla mucho, sino ligeramente. La hoja hará el resto del trabajo.

4. Rasurarnos todos los días es malo para la piel

No es tan importante cada cuánto nos rasuramos, sino, más bien, la manera en la que lo hacemos. No hay inconvenientes con afeitarnos todos los días, siempre y cuando lo hagamos de la forma correcta para prevenir la irritación en la piel. De hecho, afeitarse regularmente hasta puede reducir las posibilidades de que se encarne el vello.

5. Si vas a asistir a un evento, debes rasurarte el día anterior, no el mismo

No está mal rasurarse el mismo día en el que tenemos un evento. Es verdad que no se recomienda, ya que permitir que la piel se recupere después de la rasurada minimiza el riesgo de irritación, especialmente en el caso de las áreas sensibles, como las axilas. De igual manera, insistimos en que no es algo que afectará las zonas afeitadas.

6. La cera no causa vellos encarnados, solo la afeitada lo hace

Este es uno de los mitos más grandes que desmentiremos. Tal vez no lo sabías, pero tanto la cera como la afeitada pueden causar vellos encarnados. Para evitar esta situación en cualquiera de los dos casos, se recomienda exfoliar la piel para retirar las células muertas. Otro consejo es utilizar aceites corporales como parte de nuestra rutina de cuidado.

7. Usar espuma de afeitar no siempre es necesario; con agua y jabón es suficiente

Es muy común que utilicemos la hora del baño para enjabonarnos y rasurarnos, pero es importante saber que esto no es lo más recomendable. La crema o el gel de afeitar conservan la humedad y ayudan a proteger la piel de la irritación. Usar solamente jabón y agua hará que esta se reseque, lo que incrementará el riesgo de inflamación.

8. Está bien usar rasuradoras prestadas

Por razones de higiene, nunca deberíamos compartir las rasuradoras. Para quienes no lo sepan, esto puede causar infecciones si nos lastimamos en el proceso. Además, las afeitadoras tienen diseños distintos, y es muy probable que ya te hayas acostumbrado a la forma de la tuya. Debido a eso, usar la de alguien más podría presentar dificultades.

9. Rasurarse hace que la piel se vuelva escamosa y se reseque

Cuando nos rasuramos, no solo nos encargamos de cortar el vello, sino que las hojas de afeitar también retiran las células muertas y la descamación de nuestro cuerpo. Entonces, básicamente el efecto es inverso: estás ayudando a mantener una piel saludable. Para conservar la hidratación, puedes aplicarte un aceite humectante después de rasurarte.

10. Rasurarte desvanece el bronceado

Seguramente muchas hemos creído en este mito. No es verdad que el bronceado desaparecerá con la rasurada. De hecho, lo normal es que esto mejore tu color, ya que ayuda a eliminar la piel escamosa y muerta de la superficie.

11. Rasurar la misma zona más de una vez logrará una mejor afeitada

En nuestra mente puede sonar bien, pero la práctica demuestra que rasurar la misma zona muchas veces podría irritar la piel. Si en la primera pasada no logras el resultado deseado, deberías volver a aplicar gel de afeitar o jabón y pasar nuevamente la rasuradora de forma suave. Si así tampoco logras una afeitada al ras, deberías probar una afeitadora que tenga más hojas.

12. Está bien afeitarse en seco

No importa qué tan apuradas estemos, esto es algo que nunca deberíamos hacer. Rasurarse en seco puede provocar ardor, vellos encarnados e irritación en la piel. Es muy importante humedecer el área durante tres o cinco minutos para suavizar los folículos pilosos y ayudar a que la rasuradora se deslice con más facilidad.

13. Deberías cambiar tu afeitadora cada semana

En realidad, el recambio de rasuradora no responde a una cantidad de tiempo, sino más bien a una de afeitadas. Es importante prestar atención a la frecuencia de uso para tomar esta decisión. Por lo general, se recomienda cambiarla cada 5 o 7 rasuradas. Sin embargo, por supuesto que se trata de un factor variable, según la calidad de la afeitadora que se utilice.

14. Hay que limpiar la afeitadora dándole golpecitos

No es sabido, pero se trata de una manera muy común de arruinar una afeitadora. Por más leves que parezcan, esos golpecitos contra el lavamanos harán que se muevan las hojas de la afeitadora, que están perfectamente equilibradas, lo que puede ocasionar una afeitada menos cómoda. Se recomienda simplemente enjuagar la rasuradora con las hojas hacia abajo.

15. Debes afeitarte en dirección opuesta del crecimiento del vello

La verdad es que esta acción podría ser muy dañina. Al afeitarte en esta dirección, podrías lastimar la base del vello, lo cual generaría que se perjudique su regeneración natural. Esta es una de las causas más comunes de la aparición de pelos encarnados. Se recomienda afeitarse de forma opuesta, siguiendo la misma dirección de crecimiento.

16. Afeitarse mancha la piel, sobre todo las axilas

Técnicamente, rasurar el vello no causa manchas oscuras en la piel. Este fenómeno ocurre cuando eliminamos el pelo de una zona en particular con demasiada frecuencia, sin darle a la piel los descansos necesarios. La zona se torna oscura por el constante frotado de la afeitadora y la permanente irritación.

¿Cuál es tu regla más importante a la hora de rasurarte? ¿Se trata de alguno de los mitos que acabamos de desmentir?

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