9 Errores que cometes al alimentar a tu mascota

Animales
hace 5 años

De acuerdo con la Asociación para la Prevención de Obesidad Animal, (APOP), el 60 % de los gatos y el 56 % de los perros en los EE. UU. son obesos o tienen sobrepeso. Por supuesto, ningún dueño de mascotas comete un error tan grave a propósito cuando se trata de alimentar a su peludo amigo. Sin embargo, existen algunas cosas que debes evitar para que tu mascota esté feliz y saludable.

En Genial.guru amamos a los animales y por eso compartimos contigo esta información.

1. Dejar la comida en un plato de plástico

Si bien los tazones de plástico son baratos y convenientes, no son lo mejor para la salud de tu mascota. En primer lugar, se llenan de rasguños muy rápido, y esas ranuras se convierten en escondites perfectos para las bacterias. No puedes remover estas bacterias por más que limpies el plato con cuidado. Como resultado, los gatos pueden terminar con acné felino después de ser expuestos a las bacterias. Además, tanto gatos como perros pueden desarrollar diferentes reacciones alérgicas al plástico. Como si fuera poco, a algunos perros les gusta masticar su plato, lo que resulta en un riesgo de ingerir fragmentos de plástico. Por último, muchas mascotas odian el olor a plástico, por lo que comer será una experiencia desagradable para ellas. Un material mucho más seguro para un animal es la cerámica o, aún mejor, el acero inoxidable.

2. Darle comida de humanos

Muchos de los productos que los humanos consumimos contienen demasiada sal, azúcar, colorantes artificiales, endulzantes y grasa. Todos estos agregados son muy dañinos para las mascotas. Además, hay muchos productos que son perfectamente seguros para los humanos y tóxicos para perros y gatos. Por ejemplo, los perros pueden sufrir problemas serios de salud si les permites comer aguacate, ajo, pasas, chocolate, hongos, duraznos o uvas. Las comidas saladas pueden provocar un envenenamiento por sodio, y los alimentos dulces son perjudiciales para el hígado de un perro. Las comidas picantes arruinarán el olfato y el sistema digestivo de tu mascota.

3. Darle demasiadas golosinas

La mayoría de las personas ven en las golosinas una manera de mostrar a sus mascotas cuánto las aman. Y, dado que las aman con todo su corazón, es sencillo darles una golosina tras otra. Pero recuerda, las golosinas no funcionan como reemplazo para la comida normal. No contienen todos los nutrientes necesarios que tu mascota necesita para una dieta balanceada y saludable. Si tu gato o tu perro reciben golosinas muy a menudo, dejarán de consumir el alimento nutritivo de todos los días. Esto puede conducir a una obesidad en tu mascota. Intenta usar las golosinas únicamente como recompensa por un buen comportamiento.

4. No considerar el estilo de vida y la edad de tu mascota

Al igual que las personas, los gatos y los perros deben ser alimentados de acuerdo con su edad y estilo de vida. La mayoría de los alimentos para mascotas vienen con etiquetas que indican si son para cachorros, senior o gatos y perros inactivos. Algunos productos también consideran una dieta especial para ciertos problemas de salud, como las alergias e intolerancias a ciertos alimentos. También debes recordar que los animales jóvenes necesitan comer con más frecuencia que los mayores, dado que necesitan más nutrientes para un crecimiento adecuado. Los cachorros recién nacidos deben ser alimentados hasta 6 veces al día, las mascotas de 4 a 7 meses necesitan 3 o 4 comidas diarias, y los perros adultos solo comen 2 veces al día.

5. Alimentar sin horarios a tu mascota

Alimentar sin horarios a una mascota significa dejar comida en el plato en todo momento. El animal puede ir y venir cuando quiera por un bocadillo. Los dueños eligen este método cuando les preocupa que su perro o su gato tenga hambre a lo largo del día. El problema es que esto suele provocar obesidad y aumento de peso. Si tienes que dejar a tu mascota sola todo el día, utiliza un dispensador automático de comida, que le dejará a tu perro o a tu gato pequeñas cantidades de alimento en distintos momentos del día.

6. Intercambiar la comida de tus mascotas

Existen personas que alimentan a su gato con comida para perros, y viceversa. Esto es más frecuente en hogares con muchas mascotas, donde cada animal tiene permitido comer de cualquier tazón que escoja. Lo que esos dueños no saben es que los alimentos para mascotas están hechos para un animal específico. La comida para gatos cubre las necesidades nutricionales de los gatos, y lo mismo ocurre en el caso de los perros. Intercambiar alimentos provocará serias complicaciones de salud. Por ejemplo, la comida para perros no contiene taurina, que es necesaria en la dieta de los gatos. Además, la cantidad de proteína en el alimento para perros no es suficiente para los gatos. La comida para gatos contiene más grasa y proteína que la de perros. Si tu amigo canino consume eso todos los días, puede acabar con obesidad y problemas de riñones.

7. Darle huesos a tu mascota

Las mascotas, especialmente los perros, aman masticar. Sin embargo, eso no significa que debas darle huesos. No importa si provienen de un cerdo, un ave, un pez o una res. Todos ellos, especialmente los huesos cocinados, pueden provocar serias heridas internas. Una astilla filosa de hueso puede atravesar el tracto digestivo de un animal. Además, una mascota puede ahogarse fácilmente con un fragmento de hueso. Si se queda atascado en su garganta, será casi imposible y muy arriesgado meter la mano para retirarlo. Existen varios tipos de juguetes para masticar en el mercado. Son mucho más seguros a la hora de satisfacer el deseo de tu perro de masticar algo.

8. Darle demasiado atún o pescado crudo a tu gato

El atún puede utilizarse como recompensa para los gatos de vez en cuando. Pero, si se convierte en la dieta diaria de tu gato, provocará una desnutrición. Peor aún, puede resultar en un envenenamiento por mercurio. Y dado que el atún no es demasiado rico en vitamina E, es posible que contraiga una esteatitis, también conocida como enfermedad de la grasa amarilla. Además, debido al olor fuerte y tentador del atún, muchos gatos pueden hacerse literalmente adictos a él y rechazar cualquier otra comida.

9. Darle leche a tu mascota

Lo creas o no, a los gatos y los perros no se les debe dar leche. Solo pueden beberla sin problemas cuando son cachorros, siempre que se trate de la leche de sus madres y nada más. Si, por alguna razón, tuvieras que alimentar a tu mascota recién nacida con un biberón, debes comprar una fórmula especial para cachorros de gato o perro. La leche de vaca no es un buen sustituto para la leche de sus madres, ya que tanto en gatos como en perros puede provocar diarrea.

Y tú, ¿has cometido alguno de estos errores? Cuéntanos en los comentarios y, si quieres, comparte con nosotros una foto de tu mascota.

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