Trabajo como zoopsicóloga desde hace 11 años, y contaré cosas inesperadas que todo amante de los gatos debería saber

Animales
hace 2 años

Muchos dueños de gatos se quejan de que sus animales se portan muy mal: tiran cosas de los estantes, les dan un mordisco agresivo cuando los acarician, se niegan a usar juguetes caros. Nos enojamos con los traviesos peludos y muchas veces no entendemos que, con su comportamiento, quieren decirnos algo o pedir ayuda.

Mi nombre es Tatiana Kulikova, trabajo como zoopsicóloga desde hace 11 años y me dedico a la corrección de comportamiento en gatos. Realizo consultas, llevo un blog y comparto mis experiencias en Instagram. Hoy, especialmente para los lectores de Genial.guru, contaré cómo encontrar un lenguaje común con tus mascotas favoritas y asegurarles una vida feliz.

1. Por qué los gatos necesitan vivir en una casa

A menudo escucho la siguiente opinión: “Pero antes los gatos vivían en la calle, comían lo que cazaban, nadie los llevaba al veterinario y no pasaba nada, ¡vivían hasta 20 años! Tampoco hacían sus necesidades en los rincones y no se enfermaban en absoluto”. Veamos qué cambió.

Antes, los gatos eran criados al aire libre, donde satisfacían sus necesidades básicas. Si el gato era propenso a marcar su territorio, entonces lo hacía en la calle, no en la casa. Cazaba ratones y pájaros, por lo que la sopa, la leche y el pescado enlatado, que se le daba una vez al día, no afectaba particularmente su dieta. Se subía a los árboles, socializaba, se apareaba, peleaba. Durante mucho tiempo, los animales tuvieron poco contacto con las personas y no sabíamos qué hacían.

Lo recuerdo ahora: mi primera gata dio a luz a gatitos, y todos vivieron con nosotros hasta los 7 meses. Había 2 bandejas pequeñas con una rejilla en la cocina y 1 más en el baño. Al volver a casa de la escuela, limpiaba los charcos enormes junto a las bandejas. Y esto no sorprendía a nadie. Estábamos seguros de que algunos gatos simplemente hacen sus necesidades fuera de la bandeja. Pero luego, cuando encontramos casa para 2 gatitos, los charcos desaparecieron mágicamente. Por supuesto, llegamos a la conclusión de que nos habíamos librado con éxito de los culpables de los charcos. Pero si poníamos relleno en la bandeja y aumentábamos el número de bandejas en sí, el efecto habría sido el mismo.

Los animales viven en departamentos y no pueden satisfacer todas sus necesidades por sí mismos. Experimentan estrés debido a la presencia de demasiados animales, la falta de actividad y los métodos de crianza incorrectos.

También escucho a menudo que es mejor para los bigotudos vivir en la calle, ya que en un departamento sufren. Pero el gatito moderno genéticamente ya no es como el gato salvaje del bosque que podría sobrevivir hasta en un desierto. El hombre ha domesticado a los gatos durante 9 000 años, y durante los últimos 200 ha estado criando activamente razas que se sienten a gusto en el interior de una casa, pero que no pueden sobrevivir en la naturaleza salvaje. Los mininos están contentos en su casa y no quieren saber nada de la calle y sus peligros.

2. Cómo no criar a un gato histérico

A menudo, los propios dueños provocan las rabietas, reaccionando a ellas más rápida y más emocionalmente de lo que reaccionan a un comportamiento constructivo. Si el gato maúlla despacio bajo la puerta, todavía logras ser paciente y no dejarlo salir al patio en medio de una lluvia torrencial. Pero si cae de espaldas, pone los ojos en blanco y chilla con una voz que no parece la suya, el corazón del dueño ya no puede soportarlo y lo deja salir a la calle. El gato aprende rápidamente qué comportamiento funciona y comienza a tener rabietas por cualquier motivo. Así es como llegamos a tener un gato histérico, que se “estresa” por absolutamente cualquier cosa.

Establece reglas simples y síguelas tú mismo. Por ejemplo, “no lo dejaré salir a la calle bajo ningún concepto”. Basta con seguir esta regla durante un par de semanas, ignorando las rabietas, y verás cómo tu mascota mejorará cada vez más y más. Te aseguro que los gatos no mueren por el hecho de que no se les permitió salir a la calle o no se les dejó entrar a una habitación.

3. Qué tanto un gato necesita un nombre

Los gatos reconocen sus nombres, incluso si los ignoran. Cuando hay varios peludos en la casa, sus nombres son iguales o uno no tiene nombre, el animal no puede entender que te estás refiriendo a él. Esto interfiere con la formación de una conexión emocional normal con la persona. Si hay un solo gato en la casa, la situación no es tan crítica.

Pero, a menudo, noto una falta de conexión entre un gato que no tiene nombre y su dueño. La elección de un nombre siempre es evidencia de que una persona está interesada en el animal. Si al dueño ni siquiera le importa el nombre de la mascota, significa que tampoco le interesa su carácter único.

Un nombre ideal consta de 1 a 2 sílabas: Remi, Tom, Misha, etc. He oído que el felino solo recuerda las 2 primeras sílabas de los nombres largos. Si el gato se llama Mefistófeles, responderá a Mefi, Leopoldo a Leo. ¿Lo comprobarás con tu mascota?

A menudo, las personas toman un gatito, determinan incorrectamente el sexo y luego en el mundo vive un gato Cleo o una gata Pedro. Me preguntan constantemente si el animal no tendrá un trauma psicológico si se le da un nuevo nombre. No lo tendrá. Pero es mejor si está en consonancia con el anterior: Maggie-Mago, Leona-Leo, Coco-Coqui.

4. Qué hacer si un gato muerde por amor

A veces, el gato se sube a tus rodillas, se coloca debajo de tu brazo, te lame los dedos y, después de un rato, se enfurece y comienza a morderte. Esto significa que el animal está sobreexcitado por las caricias. Las razones son diferentes: hormonas, energía no gastada, tu falta de atención.

Si acaricias al gato y comienza a ponerse cada vez más furioso, hasta golpearte con la frente, frotarse contra ti, menear la cola y prepararse para un mordisco, deja de acariciarlo de inmediato. Lo que definitivamente no debes hacer es darle un golpecito en la cara. Lo tomará como una invitación a un juego de lucha.

Para resolver el problema, debes encontrar y eliminar la causa. Si el animal no está castrado, esterilízalo. Si juegas poco con él, comienza a jugar al menos media hora al día o compra juguetes interactivos.

5. Por qué estos hocicos descarados ignoran las cañas y los rompecabezas

La caña debe parecerse a una presa, hacer sonidos atractivos (chirriar, susurrar) y alejarse del gato. Ninguna presa salta a la boca de un depredador por sí sola. Mueve la caña como si huyera del gato. Incluso si el gato solo está mirando el juguete, esto también se considera un juego. Los animales salvajes no corren tras sus presas como locos, pueden sentarse en una emboscada durante horas y luego dar un solo salto preciso.

Para que tu mascota juegue con el rompecabezas en el que le pones comida, necesita tener motivación. Debe tener hambre y ganas de conseguir comida. Con acceso constante a la comida, el juguete puede “funcionar” en 2 casos: se les pone toda la comida en general o solo las golosinas.

El punto del rompecabezas es inducir un comportamiento que se refuerza a sí mismo. El gato hace un esfuerzo (saca la comida) y por ello recibe una recompensa (come un bocado sabroso). Si al principio no puede conseguir la golosina, ayúdalo.

Hay que jugar con la mascota con regularidad. Con los gatitos: al menos 2 horas al día, con animales de 1 a 7 años: 1,5 horas, de 7 a 12 años: al menos media hora. Considera la actividad de la mascota y las características de la raza. Por ejemplo, a la edad de 3 años, un cornish rex es capaz de jugar 3 horas al día y no será suficiente para él. Mientras que a un persa de un año y medio puede alcanzarle con 30 minutos.

6. Qué tan cierto es que un puntero láser causa depresión

Un gato que no puede atrapar a su presa se sentirá muy decepcionado. ¡Y trata de atrapar el punto rojo! Esto puede reducir la autoestima del gato y generar dudas sobre la seguridad de su entorno, y eso puede llevar a la depresión o a la agresión.

Pero esto se puede evitar si el puntero no es el único entretenimiento de la mascota. Incluye el juego con el puntero en una sesión estándar de media hora con una caña. Recomiendo jugar un poco primero con la caña, luego con el puntero, luego nuevamente con la caña, y terminar el juego poco a poco de esta manera.

Muchos gatos se comportan, por decirlo suavemente, de manera inadecuada durante y después de jugar con un puntero. Respiran con dificultad, giran en su lugar, no pueden calmarse durante mucho tiempo, corren por la casa con los ojos bien abiertos, tratando de encontrar el punto rojo que no atraparon. Si tu mascota se comporta así, o juegas muy poco con ella (y la mayoría de las veces solo con un puntero), o tiene un sistema nervioso débil. O tal vez ambos a la vez. En tales casos, debes dejar de jugar con un puntero para siempre y usar juguetes exclusivamente tangibles, como una caña o un ratón de tela.

7. Cómo hacer que varios gatos se amiguen

Los gatos son animales territoriales. El instinto les dice que deben poseer un territorio por completo, especialmente uno tan pequeño como un departamento o una casa. En la nueva mascota ven a un competidor por los recursos o un enemigo. Por lo tanto, pueden mostrar agresión o miedo.

La primera reacción significa mucho para la futura relación entre los animales, por lo que no recomiendo presentarlos en la puerta. Es mejor hacerlo gradualmente, de acuerdo con el patrón de “un sentimiento a la vez”. Coloca a las mascotas en diferentes habitaciones para que solo puedan escucharse. Luego acaricia a cada animal con un pañuelo y preséntales el olor del otro: lleva un pañuelo con las feromonas del recién llegado al veterano y viceversa. El tercer paso es “intercambiar” las habitaciones de los gatos para que exploren el territorio “enemigo”.

A menudo veo el deseo de los dueños de conseguir un amigo para un gato solo porque se lleva bien con la gente y ama la compañía. Creen que complacerán a la mascota, que le darán un compañero de juegos. Pero el amor felino por los humanos no está relacionado con el amor por los animales. Y un peludo que ama la atención no querrá compartir a su amo con nadie. Antes de traer a un compañero para tu gato, observa cómo trata a otros animales. ¿Quizás el mejor y único amigo para él eres tú?

Nuestra divertida fiesta de espera. Están aguardando a que la dueña termine de trabajar.

No hay que humanizar a los gatos y asumir que están dotados de sentimientos cálidos en relación con sus mamás, papás y hermanos. Allí no hay sentimientos cálidos. Tan pronto como llega la pubertad, el gatito se convierte en un competidor por los recursos. Si no hay una competencia obvia, solo fue suerte y no la influencia de los lazos familiares.

8. Qué tan cierto es que los gatos extrañan a los felinos fallecidos

Los gatos extrañan a sus compañeros fallecidos, pero no como nosotros. Un animal que ha perdido a un miembro del grupo se ve estresado por los cambios repentinos en las condiciones de vida. El territorio de otro gato de repente se volvió accesible y no está claro si es posible cruzarlo. Las horas que solían estar ocupadas con los juegos ahora están vacías y tristes. Si traes un gato nuevo a la casa, también será estresante.

Juega con tu mascota durante las horas que solía pasar divirtiéndose con su amigo. Compórtate como de costumbre, no cambies la rutina establecida y controla tus emociones frente el gato, porque él también siente tu dolor.

Poco a poco se calmará y formará nuevos rituales, y luego será posible pensar en un nuevo compañero peludo. Pero no para divertir al primero, sino si realmente quieres tener otra mascota.

9. Cómo entender que al gato le falta algo

Mis clientes a menudo se quejan de que el gato se sube a los estantes y tira todo lo que hay allí, se sube al microondas o trata de sentarse encima de un televisor delgado. Lo ahuyentan y lo regañan, pero nada cambia. A menudo, la razón principal por la que se me invita a estas casas es un conflicto entre gatos, cosa que nunca sucede porque sí. Un gato muestra que necesita un territorio vertical: allí se siente seguro. Los propietarios podrían simplemente cumplir con su solicitud instalando algunos estantes.

Cuando veo que un gato, como un perro, lleva un juguete o un trozo de papel a su dueño, no me sorprende ni me maravilla, sino que enseguida me lleva a la conclusión: el animal no tiene suficiente atención, no tiene horarios regulares de juego. Las mascotas con las que juegan regularmente no necesitan correr detrás de su dueño con un juguete entre los dientes. O deja los juguetes en un lugar visible para que el humano se tropiece con ellos y recuerde que es hora de jugar.

10. Cuál es la diferencia entre diferentes transportadoras

Tenía una bolsa transportadora con una puerta de malla con cremallera. La cosí 2 veces y luego la dejé ir: era demasiado fácil para los gatos romper la red. Uno incluso la abría con el hocico, tras haber encontrado el deslizador y empujar la puerta desde adentro. En verano, hace más calor en una transportadora de este tipo que en la calle, porque no hay ventilación en ella.

La mochila de moda, en la que el gato parece un astronauta en un cohete, se ganó el corazón de los compradores. Es cómoda de llevar, el gato tiene una ventana, ¿qué más se necesita para ser feliz? Resultó que se necesita poder cambiar la posición del cuerpo y respirar normalmente. Una vez, yo misma soñé con tener una mochila así, pero ahora le digo “no”.

Las transportadoras más peligrosas son los que se abren desde arriba. El animal puede derribar incluso una cubierta confiable, ¿qué decir de una estructura floja? La puerta rejilla debe estar en un costado.

La transportadora ideal tiene una puerta de metal, clips anchos en los lados, un bloqueo de 2 botones y una buena ventilación. La mayoría de los expertos recomiendan el modelo de la foto de abajo; dichos productos están certificados para viajes aéreos y por carretera. El único aspecto negativo es que es difícil de llevar en las manos.

11. La pregunta del millón: ¿los gatos nos celan?

Los perros son capaces de percibir a las personas como una especie diferente, cosa que aún no se ha demostrado en los gatos. Por regla general, se comportan con nosotros de la misma manera que con otros gatos. Y ellos no se ponen celosos el uno del otro. Son animales solitarios que no forman parejas permanentes en la naturaleza y mantienen relaciones sexuales al azar. Una gata puede tener gatitos de diferentes padres en la misma camada. No necesitan una herramienta como los celos para sobrevivir. Pero proteger los recursos sí es muy importante.

Los gatos nos perciben como un recurso o una valiosa fuente de recursos. Por eso te parece que tu mascota se pone celosa cuando acaricias a otro gato o traes a una nueva mascota a la casa.

A menudo, los propietarios refuerzan los comportamientos de conservación de recursos en los animales al identificar a un favorito. Entonces, el comportamiento de los peludos se parece aún más a los celos, porque tú mismo sabes que amas a Remi más que a Tom. Cuando acaricias a Remi, y Tom viene corriendo y comienza a golpear a Remi, terminas de convencerte de que son celos.

En realidad, esto puede no deberse al afecto, sino a un prolongado conflicto entre los animales. Remi, sentado en el regazo del dueño, es solo la gota que colmó el vaso en este conflicto (Remi se llevó todo, y ahora al dueño también). Si distribuyes los recursos correctamente, a Tom no le importará que las rodillas del dueño estén ocupadas, después de todo, ni siquiera le gusta sentarse sobre ellas.

Los animales se comunican con nosotros mediante señales corporales, olores, sonidos y no siempre somos capaces de descifrar correctamente sus mensajes. Pero los humanos, con nuestro pensamiento abstracto y otros artilugios geniales del cerebro, podemos al menos intentar comprender a otras especies. No te niegues este placer, no humanices a nuestros hermanos peludos, solo aprende su idioma.

¿Logras encontrar un lenguaje común con tus mascotas? Muéstranos a tus bellas bolitas de pelo y cuéntanos cómo es su carácter.

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas