20 Personas recordaron su niñez y cómo fueron tratados por los adultos

Estás rodeado... rodeado por la oscuridad. Tienes los ojos bien abiertos, pero no ves nada. Aún puedes oír, oler y sentir. Lo único que no funciona es tu vista, pero te sientes impotente. Si te quitan la visión, es como si estuvieras casi excluido de la vida. Los humanos perciben el mundo principalmente a través de los ojos. Los perros absorben información de una manera diferente. Tienen una visión bicromática; en otras palabras, solo ven el amarillo, el violeta, el púrpura y los tonos de gris. Mira esto: este es el espectro de colores que ve la mayoría de la gente. Y esto es lo que ven los perros. En cierto sentido son daltónicos, pero tienen una visión nocturna mucho mejor, y también ven mejor el movimiento.
Sin embargo, lo visual no es tan importante para ellos como para nosotros. Hay otro canal por el que perciben la mayor parte de la información. Si lo pierden, lo más probable es que se sientan como tú te sentirías si tuvieras que vivir en la oscuridad para siempre. Ese canal secreto de información que utilizan es el olfato. Nosotros aprendemos la mayor parte de las cosas observando, los perros aprenden principalmente oliendo. Para ellos, cada olor es diferente y cuenta una historia. La razón por la que percibimos el mundo de forma tan diferente radica en el funcionamiento de nuestros cerebros. El cerebro humano tiene una corteza visual más grande que se encarga de procesar la información visual, y el cerebro de un perro tiene una corteza olfativa más grande, que se ocupa de procesar el olfato. La corteza olfativa de un perro es 40 veces mayor que el de un humano.
Eres capaz de intuir cómo se siente una persona con solo mirarla. Los perros hacen lo mismo oliendo. Sobre su paladar hay un sistema olfativo especial, el órgano vomeronasal, que les permite aprender cosas que no pueden ver. Eso explica por qué huelen a las personas y a otros animales. Al hacer esto, reciben una primera impresión del otro y saben si está triste o feliz, si es peligroso o amistoso. Son mucho mejores que nosotros a la hora de sentir esas cosas.
Puede que nosotros veamos más colores, pero los perros tienen muchos más receptores olfativos. Hagamos algunos cálculos. Un humano tiene unos cinco millones, mientras que un perro puede tener hasta 300 millones de receptores de olores. El sentido del olfato de un perro es unas 10 000 veces más agudo que el nuestro. La raza de perro con el mejor olfato es el sabueso, seguido del bluetick coonhound, el labrador retriever y las razas de pastores, como el pastor alemán. Nuestras narices también son muy diferentes desde el punto de vista anatómico. Los humanos solo tenemos un conducto de aire que usamos para oler y respirar. Por esa razón, no podemos retener el olor durante mucho tiempo. Inhalamos, recibimos el olor; pero, una vez que exhalamos, simplemente desaparece.
Los perros no funcionan así. Tienen dos conductos de aire separados por un pliegue de tejido. Un conducto es para oler y el otro para respirar. ¿Alguna vez has visto esas pequeñas hendiduras a los lados de la nariz de los perros? Esa es la parte por donde respiran. Ellos pueden retener el olor que captaron y enfocarse en él. El aire que sale al exhalar también ayuda a que entren nuevos olores en la nariz. Los perros pueden determinar cuál de sus fosas nasales ha olido algo, por lo que son capaces de localizar la dirección de un olor concreto. Pueden seguir los olores que flotan en el aire y los que permanecen en el suelo. El sudor, el perfume y hasta las células y las secreciones glandulares que flotan son ejemplos de olores en el aire. Las bacterias asociadas a cualquier olor ayudan a individualizarlo.
El olor del suelo se compone de tierra, lodo, insectos y cualquier otra cosa que haya sido alterada por los pasos humanos. Cuando caminas, distorsionas y mezclas los olores, a la vez que dejas un rastro de olor. Un perro puede detectar esta diferencia y seguir el rastro. A medida que avanzas, los olores del aire y del suelo se mezclan con tu propio olor y el del entorno. El olor que dejas tras cada nuevo paso se hace más fuerte. Por eso, un perro se mueve hacia donde el olor parece más fuerte. Estos animales suelen tener la nariz húmeda y fría, cosa que les resulta muy útil. Cuentan con una capa de mucosidad que los ayuda a oler mejor al capturar las partículas de olor. Otra razón por la que los perros tienen la nariz húmeda es que suelen lamérsela. ¿Ya adivinaste por qué lo hacen? Sí, porque su nariz es un órgano imprescindible para su funcionamiento. Por eso la cuidan mucho y la mantienen limpia y húmeda.
Cuando tu perro te ve, se lame la nariz para captar un poco de olor y evaluar la situación: dónde has estado y qué estabas haciendo. Este gesto también puede mostrarte que se siente bien y que quiere pasar un rato contigo. Por último, lo hace para demostrar que está tranquilo y feliz. Pero, si su perro se lame la nariz con una frecuencia inusual, puede que esté nervioso por algo. Hay una cosa extraña en los perros que nunca podremos entender. De vez en cuando se revuelcan alegremente en cosas tan apestosas que terminas con problemas para respirar, como los calcetines sucios. Lo sé, ¡qué asco! Puede que hasta elijan algo peor. ¿Por qué les gusta tanto? Bueno, para ellos, el olor representa lo mismo que un paisaje nuevo y hermoso para un artista. Les gustan los olores, y los fuertes o interesantes son sus favoritos, así que sienten curiosidad y atracción.
Ellos lo huelen todo. Al olfatear algo, pueden saber quién ha estado ahí, y es probable que hasta puedan decir algo sobre esa persona o animal. Eso significa que los demás perros pueden rastrear a tu cachorro, y lo más seguro es que él no quiera ser rastreado. Seguramente se remonte a los tiempos en que eran animales salvajes y perseguían a sus presas. Revolcarse en algo maloliente lo ayuda a enmascarar su propio olor. Cada aroma tiene una historia. Un perro puede querer revolcarse en algo para impregnar su cuerpo con ese olor y más tarde mostrarles a los demás lo que encontró. Al comunicarse con otro perro, se olfatean mutuamente, y cada uno averigua dónde estuvo el otro y qué hizo. Para ellos es como una especie de red social. Cuando estás paseando a tu mascota, es normal que olfatee por todas partes. Uno de los perros publica algo, otros perros se acercan y dejan comentarios.
Pero hay otra razón. Para ellos, un olor apestoso es como un perfume para nosotros. Un perro se pone lo que para él es una fragancia con el fin de atraer a sus compañeros, o simplemente para impresionarte a ti, su dueño favorito. No entiende que podría no gustarte. Los perros lamen. Pueden lamerte las manos y hasta la cara. A algunas personas les encanta, dicen que su mascota les da besos. A otros, no tanto. Pero lamer es algo muy natural para ellos. Lo incorporan desde que son cachorros, su madre los lame para limpiarlos y mostrarles afecto. Una vez que aprenden a hacerlo, pueden copiar ese comportamiento por varias razones. Es posible que tú huelas y sepas bien para ellos. Eres un poco salado, y un verdadero perro admira un sabor interesante. También es posible que lo haga para llamar tu atención. Está aburrido y quiere que juegues con él o, al menos, que lo mires. Por eso invade tu espacio personal. Si un perro lame a alguien, recibe una reacción: las personas sonríen, se ríen, dicen algo, lo acarician. Por más que un humano sea menos cariñoso e intente alejarlo, sigue siendo atención, ¿verdad? Así que volverá por más.
Si está convirtiéndose en un problema, la mejor manera de lograr que deje hacerlo tanto es no reaccionar de ninguna manera cuando comience a lamerte. Basta con darse la vuelta o levantarse y marcharse. Alternativamente, en cuanto deje de lamerte, dale una recompensa; pronto entenderá que es bueno que no haya besos. Aww, claramente ese cachorro quiere algo de ti. ¿Podrías decirle que no? No, no cuando inclina la cabeza y se ve así de bonito. Los perros siempre suelen inclinar la cabeza en la misma dirección. Al igual que hay personas diestras y zurdas, hay perros que inclinan la cabeza hacia la derecha y hacia la izquierda. ¿Por qué lo hacen? Las investigaciones siguen en curso. Una posible explicación es que los perros deben inclinar la cabeza cuando te prestan mucha atención. Puede ser una forma de ajustar el oído para escucharte mejor, o puede que esté relacionado con su visión: intentan ver mejor tu cara. Pero una cosa es segura: lo hacen solo por ti. ¿No son tiernos?