17 Personas que con su propia experiencia comprobaron que la primera impresión puede ser muy engañosa

La comida es esencial para el crecimiento y mantenimiento de nuestro cuerpo; es una necesidad básica para la vida. Cada alimento tiene un sabor distinto, y muchas personas han experimentado antojos en algún momento. Según la Dra. Rajita Sinha, profesora de psiquiatría y neurociencia en la Facultad de Medicina de Yale, en New Haven, Connecticut, los antojos reflejan simplemente el deseo de obtener una recompensa. Estudios han demostrado que ciertos alimentos activan el sistema de recompensa del cerebro, generando sensaciones placenteras que influyen en nuestros hábitos alimenticios y nos hacen desearlos con frecuencia.
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Más del 90% de las personas experimentan antojos de comida en algún momento de sus vidas. Un antojo es un deseo fuerte y persistente por un alimento, aunque no siempre se trata de algo sabroso. También pueden surgir por restricciones dietéticas autoimpuestas, aburrimiento o deficiencias nutricionales. Tus antojos podrían estar revelando algo que ocurre en tu cuerpo, y aquí te mostramos algunas señales a tener en cuenta.
1. Antojo de productos lácteos. Tener antojo de lácteos como el queso podría indicar una deficiencia de calcio. También puede ser señal de falta de ácidos grasos esenciales (como el omega-3), lo cual puede manifestarse con piel seca o escamosa, pequeños bultos en la parte trasera de los brazos, ojos resecos o exceso de cerumen.
Además, la leche contiene 18 de los 22 minerales esenciales, incluidos el calcio, el fósforo y la vitamina D, todos ellos fundamentales para la salud ósea. Este antojo podría estar indicando que tu dieta y tu cuerpo carecen de estos nutrientes.
2. Antojo de alimentos salados. En promedio, los estadounidenses consumen más de 3,300 mg de sodio al día, superando ampliamente la cantidad recomendada. Sentir antojo por alimentos salados puede ser una señal de debilidad en las glándulas suprarrenales, que regulan la respuesta al estrés, incluida la ira.
Los bocadillos salados suelen ser también crujientes, lo que permite liberar tensión a través de la mandíbula. Además, este tipo de antojo puede estar relacionado con deshidratación. Puede que tu cuerpo esté necesitando potasio, magnesio o sodio, electrolitos esenciales para mantener una buena hidratación, volumen sanguíneo y el correcto funcionamiento de los nervios y músculos.
3. Antojo de dulces o alimentos azucarados. Los antojos de azúcar suelen estar relacionados con un desequilibrio en los niveles de glucosa en sangre. Si estos niveles están bajos, es común que desees algo dulce para elevarlos rápidamente.
Por otro lado, si tienes antojo de chocolate, podría deberse a una deficiencia de magnesio. El chocolate contiene feniletilamina (PEA), una sustancia química relacionada con la sensación de estar enamorado. Además, el chocolate oscuro estimula la serotonina y la dopamina, lo que mejora el estado de ánimo. También aporta magnesio y teobromina, que ayudan a reducir el estrés y relajar los músculos.
4. Antojo de hielo. La pagofagia es el deseo intenso y persistente de masticar hielo, y se considera una forma de pica, una condición en la que se consumen elementos no nutritivos. Aunque masticar hielo ocasionalmente puede ser normal, cuando la necesidad es frecuente e intensa, podría estar indicando una deficiencia de hierro. De hecho, el 16% de las personas con anemia por deficiencia de hierro reportan un fuerte deseo de masticar hielo.
5. Antojo de carbohidratos. Este tipo de antojo podría indicar que estás comiendo muy poco. Los carbohidratos son la principal fuente de energía del cuerpo, especialmente para el cerebro. Restringir su consumo puede causar fatiga, antojos y dificultad para concentrarse.
Los carbohidratos refinados, como el pan blanco y los dulces, se digieren rápidamente y generan picos de energía. Sin embargo, una restricción severa de carbohidratos a menudo provoca antojos intensos y episodios de atracones. Además, los niveles bajos de serotonina (la hormona del bienestar) pueden llevar a un estado de ánimo decaído y a la necesidad de consumir carbohidratos para sentirse mejor.
6. Antojo de cítricos o vinagre. Si con frecuencia sientes antojo por alimentos ácidos, como cítricos o vinagre, podrías tener un bajo nivel de ácido estomacal. Un ácido estomacal fuerte es la primera línea de defensa del cuerpo: ayuda a descomponer los alimentos, especialmente las proteínas, y mantiene el estómago limpio al esterilizar y desinfectar lo que ingerimos. Cuando hay una deficiencia de ácido en el estómago, pueden surgir diversos problemas digestivos como estreñimiento, intolerancias alimentarias o molestias digestivas.
7. Antojo de carne roja. Este antojo puede estar indicando una deficiencia de zinc, hierro o aminoácidos, que son fundamentales para formar proteínas. Si consumes carne con frecuencia, como filetes o carne de res, y, aun así, sigues teniendo antojos diarios, es posible que tu cuerpo no la esté digiriendo adecuadamente.
Esto también podría estar relacionado con tu tipo de sangre. Algunos estudios sugieren que las personas con tipo de sangre O o A podrían tener dificultades para digerir correctamente la carne roja, ya que las enzimas necesarias para descomponerla varían según el tipo sanguíneo.
8. Antojo de alimentos picantes. Los alimentos picantes pueden provocar secreción nasal y, de hecho, se usan como remedio natural para aliviar la congestión. Investigaciones sugieren que podrían ayudar a despejar las vías respiratorias. Además, cuando te sientes estancado, aburrido o apagado emocionalmente, esa sensación puede transformarse en un deseo por comidas intensas o picantes.
También se ha observado que quienes buscan sensaciones nuevas o fuertes suelen tener antojos de alimentos picantes, crujientes o ácidos. Por otro lado, el consumo de menta se ha relacionado con una mayor alerta y estimulación de los sentidos.
9. Antojo de nueces o frutos secos. Tener antojo de nueces podría ser una señal de que tu cuerpo necesita más sodio, hierro, magnesio o zinc. Estos frutos secos son ricos en minerales esenciales y en vitamina E. Si el antojo persiste con frecuencia, considera tomar un multivitamínico diario para cubrir posibles deficiencias nutricionales.
10. Antojo de alimentos grasos. Sentir un fuerte deseo por alimentos grasos puede indicar que tu cuerpo necesita más calorías. Si estás restringiendo tu ingesta calórica, es normal que tu organismo envíe señales de hambre en busca de energía.
Algunos días puedes sentir más hambre debido al ejercicio, cambios hormonales o por haber saltado comidas. Mantener una alimentación equilibrada y regular a lo largo del día puede ayudarte a prevenir estos antojos.
Según The Nutrition Source, los siguientes factores pueden influir en los antojos alimenticios de las personas:
Además, la conexión intestino-cerebro también influye en los antojos. “Nuestra investigación demuestra que la lengua le dice al cerebro lo que nos gusta: dulce, salado o grasoso, pero el intestino le dice al cerebro lo que necesitamos”, explicó el Dr. Zuker, profesor de bioquímica, biofísica molecular y neurociencia en la Facultad de Medicina Vagelos de la Universidad de Columbia.
Un estudio reciente también señala que las bacterias intestinales pueden ser responsables de los antojos de azúcar.
Dado que la salud intestinal es clave para mantener un cuerpo y una dieta equilibrados, aquí tienes algunos consejos para mejorarla y controlar mejor tus antojos:
Los antojos no solo tienen causas fisiológicas, sino que también hay razones psicológicas, como la alimentación emocional. No siempre comemos por hambre.
A veces, recurrimos a la comida como consuelo, para aliviar el estrés o como recompensa, y muchas veces elegimos opciones poco saludables. La alimentación emocional ocurre cuando comemos para calmar emociones, no el hambre real. Para manejar mejor las emociones sin depender de la comida, es útil encontrar otras formas de “alimentar” tus sentimientos.
Según HelpGuide.org, estas son algunas alternativas a la alimentación emocional:
Mantener una buena hidratación también ayuda a regular los antojos, ya que la deshidratación puede provocar una sensación falsa de hambre. La Academia Nacional de Ciencias, Ingeniería y Medicina de EE. UU. recomienda una ingesta adecuada de líquidos al día de aproximadamente 3.7 litros para los hombres y 2.7 litros para las mujeres. Como se mencionó anteriormente, dormir bien también es clave para controlar los antojos.
Seguir estos consejos y tener en cuenta los factores y señales de los antojos alimenticios es un buen paso hacia un cuerpo más saludable. También es recomendable buscar ayuda profesional si lo necesitas. Empezar un estilo de vida saludable comienza con una alimentación adecuada y equilibrada.
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