10 Muñecas tan inolvidables como famosas (es posible que recuerdes o tengas alguna de ellas)

Curiosidades
hace 3 años

Si de muñecas se trata, seguramente lo primero que viene a la mente de muchos es Barbie, la típica muñeca rubia y de mirada inocente que todos conocemos. Pero lo cierto es que a lo largo de la historia, han sido muchas las que han enamorado a niñas y niños y han vivido incontables aventuras en sus manos. Las muñecas de este artículo se volvieron famosas a nivel mundial y millones de unidades fueron vendidas, pero eso no es todo, ellas tienen una historia interesante detrás.

Genial.guru salió en su búsqueda y disfrutó mucho encontrándolas. Aquí te las muestra para que las veas y conozcas sus orígenes, sus cambios y su destino. Puede que haya algunos datos que hasta ahora desconocías.

1. Mariquita Pérez

Fue ideada por Doña Leonor Coello de Portugal en 1938 y su fama se mantuvo durante tres décadas. Quizás por su fabricación artesanal, por la calidad de los materiales y lo detallado de su vestimenta, fue considerada la mejor muñeca fabricada en España, y su brillo iluminó mucho más que el continente europeo: llegó a países latinoamericanos como Argentina, Venezuela y Cuba, donde también se fabricó.

Al igual que la madre de Barbie, Leonor se inspiró en su propia hija para crearla. La niña fue el modelo que prestó su imagen a “una muñeca que viste como una niña”. Ojos fijos de cristal color miel o azules, cabello corto y natural, cejas de un solo trazo y rubor en las mejillas, medía 46 cm y copiaba la figura de una hermosa niña de siete años. Llevaba un vestido de rayas rojas y blancas y hasta ropa interior. La creación fue un éxito y se convirtió muy pronto en un producto de lujo con el que todas podían soñar, pero al que pocas podían acceder.

Como ocurre con todo lo que perdura en el tiempo, la muñeca se fue modificando. En un principio era fabricada en cartón piedra (hoy son los modelos más buscados por los coleccionistas), luego fue de plástico duro. En el medio su figura se estilizó, sus ojos se hicieron móviles, se volvió más alta; algunas veces tuvo el cabello más corto y otras más rizado, su boca se entreabrió y su ajuar se fue haciendo más moderno y diverso. Finalmente, la firma cerró en 1976, después de muchos años de éxitos rotundos.

Hoy la muñeca todavía existe, tiene nuevos dueños y ha cambiado su nombre por el de “Nueva Mariquita Pérez S. L.”. Es muy diferente del resto de las muñecas que se venden en todas las jugueterías y está más bien destinada a un público adulto. Se hace en tres materiales distintos: cartón piedra, porcelana y vinilo, y muchas lucen diseños inspirados en los años cuarenta y cincuenta, época de oro de su predecesora, la Mariquita Pérez original.

2. Barbie

Fue ideada por Ruth Handler, quien fue presidenta de la marca de juguetes Mattel, Inc. Su creación revolucionó el mundo de las niñas y marcó un antes y un después en sus horas de juego. Fue en un viaje a Suiza donde Ruth conoció al modelo que la inspiraría. Se llamaba Lilli, tenía el pelo liso y sedoso y curvas voluptuosas. En realidad no era un juguete para niños, sino un artículo para adultos.

Ruth compró la muñeca y comenzó a trabajar sobre lo que sería el nuevo producto. Después de un tiempo y no sin idas y vueltas, Barbie fue presentada en la Feria de Juguetes de Nueva York en 1959. Lucía un traje de baño a rayas negras y blancas y el cabello sedoso y rubio. Se llamaba así por Bárbara, la hija de su creadora. Ella ansiaba una muñeca distinta de aquellas que había hasta el momento. Una que se vistiera para ir a fiestas o salir a trabajar, que llevara tacones y maquillaje. Su mamá cumplió su sueño y, seguramente, superó sus expectativas.

3. Nancy

Fue creada en 1968 por la empresa de juguetes Famosa, y aunque la compañía ya había sacado al mercado algunos otros modelos, se puede decir que esta fue su muñeca estrella, la que le dio un gran impulso a la firma. La diseñó Agustín Juan Alexander con la idea de crear una muñeca más moderna y adaptada a las nuevas épocas.

Su imagen debería responder a un modelo femenino emancipado, que estudia, trabaja y se aleja bastante del estereotipo de la mujer que se queda en su hogar a hacer los quehaceres domésticos. Esto nos recuerda a Barbie (aunque su tamaño es considerablemente mayor y su cuerpo se asemeja más al de una niña).

Nancy colegiala, pintora, vestida de novia, doctora, bombera; Nancy yendo a la playa, esquiando, haciendo deporte... Distintas versiones de esta activa muñeca han ido transitando las décadas, desde sus comienzos hasta hoy. Cintura fija, tobillos gruesos y brazos de vinilo en los años setenta; pelo largo, liso, rubio o pelirrojo, un tiempo después, en los años ochenta, vendrán las Nancys de tez morena.

En los ochenta sus pestañas se ondulan, sus cejas se dibujan y se vuelven pecosas. Aparecen las famosas Nancy musicales que cantan clásicas melodías, como el “feliz cumpleaños”. Y en los noventa se modernizan al compás del tiempo que transcurre: bailan, les crece el pelo, se pueden pintar y hasta se broncean si las dejas al sol.

4. Muñeca Pimpollo

Cabezas grandes de vinilo y cuerpo blando. Quien las tuvo seguramente no ha podido resistir las ganas de abrazarla, más bien de estrujarla, entre sus brazos. Originalmente se llamaron “Doll Babies”, las había ideado la artista Martha Nelson Thomas y las vendía en ferias artesanales. Ella tenía una idea como norte: que cada modelo fuera único. Por eso ninguna Pimpollo era igual a otra, cambiaban su color de ojos, su pelo, la forma de su cara y la ropa que vestían. La muñeca, cuyo nombre luego fue Cabbage Patch Kids, comenzó a ser producida en los años ochenta por la empresa de juguetes Coleco.

Durante los años ochenta fueron las elegidas, el regalo más ansiado para Navidad. Algunos modelos eran buscados incansablemente por los padres, tienda por tienda. Otra particularidad: todas venían con un certificado de adopción donde se detallaban su nombre y algunos rasgos de su personalidad. La Pimpollo era más que una muñeca comprada, era un miembro de la familia, una hermana o una hija de la niña que ahora era su dueña.

5. American Girl

Miden 46 cm, replican la imagen de niñas de entre 8 y 12 años. Fueron creadas en 1986 por Pleasant Company, la fábrica de muñecas, libros y accesorios fundada por la estadounidense Pleasant Thiele Rowland, quien además de empresaria es educadora, escritora y periodista. Quizás a su formación se deba que el foco de la marca en un principio haya estado puesto en una línea de personajes históricos. Cada uno de ellos viene acompañado por un libro que cuenta el período de la historia que el vestido de la muñeca representa, pero desde el punto de vista de una niña.

Esta original idea había nacido en la mente de su creadora luego de notar que faltaba en el mercado de los juguetes una muñeca dirigida a “niñas jóvenes”. Entonces se le ocurrió que ellas podrían sentirse atraídas por la historia de su país si se identificaban con el modelo.

La empresa no tardó en ser un éxito, y pronto a los libros y a la ropa se les fueron agregando nuevos accesorios, como muebles y casas de muñecas; la línea se diversificó y los modelos fueron más allá de la historia. Ahora también había muñecas que representaban el modo de vida típico de niñas y preadolescentes, que se reúnen entre ellas, salen de pícnic, hacen deporte, estudian, cantan y bailan. Y también se crearon tiendas temáticas en las principales ciudades; allí se organizan eventos muy diversos: desde fiestas infantiles hasta reuniones para tomar el té.

En 1998, Pleasent Company (hoy American Girl) fue vendida a Mattel por 700 millones de dólares. Y el éxito siguió. Para 2008, sus ventas en Estados Unidos fueron superadas solo por su competidora Barbie.

6. Polly Pocket

Estuches de nieve, castillos, parques, cuartos, centros comerciales, acuarios, salas de concierto y ballet... Todo lo que quepa en la imaginación, y también en el bolsillo, forma parte de este mundo en miniatura tan irresistible como fácil de perder. La primera versión de las muñecas que habitaban este universo medía apenas una pulgada y era de plástico duro. Su creadora, Chris Wiggs, las diseñó en 1983 para su hija Kate, y así pasaría a formar parte de la lista de mamás creativas cuyo amor por sus hijas las impulsaba a idear mundos mágicos para hacerles la vida más feliz.

¿Qué eran en principio las casas de estas pequeñas muñecas? Ni más ni menos que maquillaje, estuches de polvos compactos que ya habían sido usados y que ahora quedaban vacíos. La imaginación de esta madre es indiscutible. Bluebird Toys, la tienda británica de juguetes, le compró los derechos y en 1989 comenzaron a venderse en las tiendas. Casi diez años después, cuando su producción fue mermando, varias compañías se disputaron la marca. Finalmente ganó Mattel, que compró todos los derechos del juguete en 1998, aunque ya los distribuía desde principios de la década.

Con los años la muñeca se fue reversionando: rasgos más humanos, plástico flexible, más centímetros y ropa de goma, que puede intercambiarse fácilmente y hasta un nombre propio, “Polly Stretch”, fueron sus nuevas características.

7. Bratz

Cuerpos estrechos, ojos almendrados, pelo larguísimo y de colores, ropa moderna, maquillaje generoso y labios exuberantes. Adolescentes y descaradas, así fueron las Bratz; locura de las niñas de principios del siglo XXI. Esta línea de muñecas fue fabricada por MGA Entertainment y creada por Carter Bryant. En 2001, se lanzaron las primeras cuatro: Yasmin, Cloe, Jade y Sasha.

Tanto su figura como su vestuario tenían como norte las tendencias de la cultura pop. Venían a marcar un hito en la historia, a cuestionar el reinado de Barbie, a generar un nuevo concepto de muñeca que se oponía a la imagen inocente y rosa de las de aquel entonces. Las Bratz no tardaron en ser un éxito y, como suele pasar, sus almas fueron mucho más allá de sus plásticos: se hicieron series, películas, álbumes y videojuegos. Para el 2006, el 40 por ciento del mercado de muñecas de moda era suyo.

Algunos datos que la volvieron digna de ser la principal competidora de Barbie: al ser lanzadas, fueron número uno en Francia, España, Italia y Japón y número dos en el Reino Unido; en 2003, Bratz ganó el premio al mejor juguete femenino del año, otorgado por la Asociación de la Industria del Juguete. Sin embargo, diez años después, el cambio del logo de la franquicia y la reversión de los personajes no fueron modificaciones bien recibidas por los fans de la marca. Como resultado, MGA las retiró temporalmente del mercado.

Volvieron diferentes: menos maquillaje, menos tacos, menos minifaldas... Un estilo más infantil y rasgos más “apropiados”. Tampoco estos cambios fueron bien vistos por sus seguidores, y era de esperar. Las nuevas muñecas parecían estar respondiendo a otro público, cumplir con las normas, querer ser correctas. Todo esto las alejaba de su esencia, aquella que las hacía una verdaderas Bratz.

8. Monster High

Personajes inspirados en películas de terror y ciencia ficción. Algunas son hijas de monstruos o simplemente personajes legendarios: Drácula, Frankenstein, Ramsés, el Hombre Lobo, el Monstruo Marino. Colmillos, orejas de lobo, aletas, serpientes, pelo y piel rosa, azul, verde, naranja, amarilla... Todo esto caracteriza a las Monster. Hoy, es muy posible que Draculaura, Cleo de Nile, Clawdeen Wolf y Lagoona Blue sean nombres más que conocidos por las niñas (y sus mamás) de la segunda década del 2000.

Las muñecas son una franquicia creada por Mattel y lanzada en 2010, y también incluye muchos otros productos: bolsos, llaveros, libros, películas, series, disfraces y un interminable etcétera. Como ocurre con muchas estrellas, sus películas y series sirven de plataforma para lanzar nuevas personalidades. Otras muñecas, cada vez más exóticas y con una fealdad tan incomparable como bella.

Miden aproximadamente 27 centímetros y sus cabezas de plástico blando en general tienen cada una un molde único. En 2016, la serie se actualizó, las caras se hicieron más lindas, menos feroces y ya se parecían más a las de las muñecas “normales”. La línea de productos fue suspendida en 2018. Aunque antes de esto los ejemplares se han producido generosamente, sí, 700 millones de veces.

El hacedor de los personajes principales es Garrett Sander. Para crearlas, observó qué les gustaba a las adolescentes, qué buscaban y qué les atraía. No tardó en notar algo que sin dudas le resultó muy beneficioso: ellas elegían artículos góticos, calaveras y cadenas, preferían lo oscuro y el color negro. También disfrutaban las películas de Tim Burton y amaban a Lady Gaga. Esto fue para Mattel una revelación. Oyeron al mercado y actuaron en consecuencia.

9. LOL Surprise

Muchas de ellas miden apenas cinco centímetros, traen pegatinas, biberones, zapatos, ropa y accesorios sorpresa. Algunas cambian de color, otras lloran o escupen. Ningún niño sabe cuál le tocará porque vienen en una bola tan bien sellada que querer abrirla suele poner los nervios de punta a más de uno. Son muy costosas y no paran de diversificarse desde que aparecieron hace solo unos años, en diciembre de 2016.

Quizás en la sorpresa, en el secreto, en el hecho mismo de abrirlas (que es todo un acontecimiento), esté el éxito inusitado de estas muñecas. Es que su cantidad de fans, su presencia e infinitas visualizaciones en las redes y sus ventas (hay quien espera cada nuevo modelo para ir corriendo en su búsqueda) son prácticamente inéditas.

Desde que surgieron, son el éxito de MGA Entertainment. Su flamante padre, Isaac Larian, es también el director ejecutivo de la empresa y reconoce que, si bien han tenido muchos éxitos, este ha superado a todos. Es que las LOL no han triunfado solo en Estados Unidos, sino que han traspasado las fronteras y llegaron muy lejos de allí, hasta Alemania, Rusia y Corea.

Al igual que muchas colegas, las LOL también han sido premiadas: fue la muñeca del año en los premios anuales de la Industria del Juguete de 2020 y fue reconocida por tercer año consecutivo como el Juguete del Año. Sin dudas, un indiscutible triunfo.

10. Muñeca María

Lejos del plástico y los brillos de Hollywood, está María. Ella representa lo contrario de la producción masiva, la fama y el éxito comercial. Hechas a mano, bordadas, de trapo y con listones coloridos. Las primeras Marías, que fueron de arcilla, palma y cabellos de maíz, se consideraban espantamiedos de los niños, amuletos contra los malos espíritus.

Tienen su origen en Michoacán y en el Estado de México y fueron elaboradas por el grupo étnico mazahua como alternativa a las carísimas muñecas de porcelana que por entonces venían importadas de España. Representaban a las mujeres de ese pueblo, a quienes se las llamaba “Marías”.

Hoy, este símbolo de la cultura mexicana se crea sin máquinas ni pegamentos. Su elaboración requiere muchas horas y su valor para las mujeres que las hacen hilo a hilo va mucho más allá del de una muñeca que se busca ansiosamente en la vidriera de una tienda.

María es una obra artesanal que resiste a las máquinas, la industrialización y la producción en serie, conserva la ternura, la magia y la humildad de todas aquellas mujeres cuya infancia está teñida con los llamativos colores de esta muñeca, sus infinitos listones y su sabia sonrisa que irradia bondad, y mucho más.

¿Cuál era tu muñeca favorita? ¿Tienes contigo alguna de las que nombramos aquí?

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas