16 Historias de personas que merecen tener un letrero en la frente con la leyenda: “Cuidado, persona tóxica”

Todos los fenómenos naturales tienen su marca, su tarjeta de visita. Puede tratarse de un color inusual del cielo, un sonido raro o incluso un comportamiento extraño de la fauna, pero siempre hay algo que precede al fenómeno. Y, bueno, es más fácil enfrentarse a algo cuando sabes qué esperar.
Un grupo de árboles curvados en forma de “J” es señal de que se aproxima un deslizamiento de tierras. Los árboles adquieren esta forma debido a la fluencia del suelo, un lento movimiento del terreno que indica la inestabilidad general de una ladera. Encontrarte con árboles así no significa que vayas a enfrentarte a una catástrofe inmediata, solo que allí ha ocurrido antes un deslizamiento de tierras y es probable que vuelva a ocurrir en algún momento.
Habrás visto alguna vez el cielo teñirse de este enfermizo tono verde. La visión es totalmente apocalíptica, pero en realidad es un signo bastante común de fuertes tormentas eléctricas. Las tormentas se producen sobre todo al atardecer, cuando la luz azul del sol, que vemos sobre todo durante el día, se entremezcla con la luz roja, visible durante las puestas de sol. El resultado, filtrado a través de nubes densas, es un color verde en el cielo.
Cuando veas un extraño patrón de olas perfectamente cuadradas en el mar, lo más probable es que haya una corriente de resaca acechando bajo la superficie del agua. Y son inmensamente peligrosas. Las corrientes de resaca son responsables de la muerte de más de 100 personas al año en EE.UU. Este patrón se produce cuando dos sistemas de corrientes chocan entre sí, o cuando el viento empuja las olas en una dirección y la corriente submarina las empuja en otra.
Cuando los animales deciden salir a la carretera de forma colectiva y repentina, puede ser señal de un terremoto. Los animales también pueden mostrar un comportamiento extraño e inquietud. Cuanto más cerca estén del centro sísmico, antes comprenderán que algo va mal. Hay algunas teorías sobre cómo perciben exactamente los animales un seísmo que se aproxima, que pueden incluir la ionización del aire o el olor de los gases liberados antes de una erupción.
Si sientes que se te eriza el vello de todo el cuerpo, envía tus saludos a la inminente tormenta eléctrica y a los relámpagos. Los rayos caen solo después de una acumulación de carga, y a veces la gente puede sentir esta acumulación cuando está sucediendo cerca. La gente también experimenta un ligero zumbido alrededor de los accesorios metálicos y una sensación de hormigueo en la piel, mientras que las puntas del cabello pueden literalmente erguirse y extenderse hacia el cielo.
Las nubes de muro son nubes grandes y densas que se sitúan a poca altura y se extienden hasta 8 kilómetros de largo. Se forman cuando el aire húmedo cálido asciende rápidamente y desplaza al aire húmedo más frío que hay por encima, haciendo que baje la presión. Si la nube empieza a girar, puede crear un tornado. Del mismo modo, las nubes en forma de embudo también pueden provocar un tornado si su cono toca el suelo.
A veces se puede observar un ligero halo alrededor del sol o la luna. Estos anillos son en realidad finas nubes cirros, formadas por diminutas partículas de hielo. La luz solar se divide y refleja a través de estos cristales, por lo que podemos verla como un halo real. Y, como los arco iris, los anillos solares son personales: ¡cada uno ve su propio patrón de luz! Pero los cirros altos suelen venir antes de una tormenta, lo que es especialmente cierto para los halos lunares.
Si estás en la playa y el agua se retira de repente, es probable que se esté produciendo un tsunami. Los tsunamis ocurren debido a un fuerte terremoto u otro tipo de explosión en algún lugar del fondo del océano. Pueden desplazarse a gran velocidad (unos 800 kilómetros por hora), por lo que es probable que no veas la ola que se aproxima. Pero dejará al descubierto una amplia parte del fondo oceánico que normalmente no es visible, incluso con marea baja.
Si ves animales y pájaros corriendo y volando hacia ti, puede que haya un incendio forestal detrás de ellos. Huir y esconderse son estrategias de supervivencia de la fauna salvaje, que intenta sacar lo mejor de sí misma. El humo, el aire caliente y el olor a quemado también son señales sólidas de incendios.
Imagina que vas a esquiar o a hacer senderismo en invierno. Estás revisando si la nieve se siente hueca o si escuchas un sonido específico de alud bajo tus pies. Y, sobre todo, si hay grietas en la nieve. Todo esto puede indicar que se aproxima una avalancha. Estas grietas significan que la nieve se desliza lentamente hacia abajo. La nieve puede desplazarse a más de 200 kilómetros por hora y es extremadamente difícil escapar de ella.
De vez en cuando, la gente puede notar destellos irregulares a lo largo del contorno del sol. Estos rayos solares suelen ir acompañados de fuertes auroras en todo el mundo y son señal de una tormenta solar. Está causada por perturbaciones en el campo magnético del sol: las ráfagas de radiación y gas en la superficie del sol son tan masivas que incluso pueden alcanzarnos en la Tierra.