20 Personas que hicieron una buena obra, mientras que los demás no hacían nada más que hablar

No hay nada peor que subirse a tu coche y percibir un olor desagradable. Ya sea el rastro del café derramado, el aroma a humedad de los tapetes mojados o ese tufillo a tabaco de un viaje pasado, los malos olores pueden convertir cada viaje en una experiencia poco placentera.
La buena noticia es que no necesitas gastar una fortuna en ambientadores comerciales para combatir el hedor, existen trucos caseros y naturales que mantienen tu auto con un aroma fresco y agradable por muy poco dinero.
A continuación, te presentamos 11 de los trucos para lograr un aroma en el coche impecable.
El café no solo sirve para despertarte a ti, también “despierta” el buen olor en tu coche. Éste actúa como un absorbente natural de olores gracias a sus granos porosos, a la vez que desprende ese inconfundible aroma cafetal, que atrapan las moléculas de mal olor y las reemplazan con un sutil perfume a café recién hecho.
Para usarlo, llena un recipiente abierto (por ejemplo, un frasco pequeño o una taza) con café molido fresco y colócalo en el interior del vehículo. Los mejores lugares son debajo de los asientos o en el portavasos, donde no se voltee al conducir. Déjalo reposar toda la noche con las ventanas cerradas para que el café absorba los olores desagradables.
A diferencia de muchos ambientadores comerciales que solo camuflan el olor con fragancias dulzonas, el café molido elimina la fuente del mal olor absorbiéndola. Es una solución muy económica (puedes usar el café barato del supermercado o reciclar el de tu cafetera) y natural, sin químicos añadidos. Además, puede ser un aroma más agradable que los típicos ambientadores de pino o vainilla artificial.
El carbón activado es famoso por su capacidad para purificar aire y agua, y esa misma propiedad lo convierte en un aliado poderoso contra los malos olores en el coche. Gracias a su estructura porosa a nivel microscópico, funciona como una esponja química que atrapa compuestos orgánicos volátiles y bacterias que producen olores.
Para usarlo solo consigue carbón activado o incluso carbón vegetal normal sin químicos añadidos, coloca unos cuantos trozos dentro de una bolsa de tela permeable (puede ser una media vieja o un calcetín limpio) y átalos para que no se salgan. Pon la bolsita con el carbón bajo un asiento o en un rincón del coche donde no estorbe. Déjalo actuar al menos 24 a 48 horas con el coche cerrado y listo.
Este truco es prácticamente infalible contra olores persistentes y no tiene ninguna fragancia, lo cual es ideal si prefieres un coche que simplemente no huela a nada malo en lugar de oler a perfume. Es económico porque un paquete de carbón activado te puede durar meses (basta con “reactivarlo” sacándolo al sol ocasionalmente para que libere la humedad acumulada y vuelva a estar listo).
Quizá te sorprenda, pero las bolsitas de té (especialmente el té negro) pueden hacer más que prepararte una buena infusión; también son excelentes para eliminar olores en espacios reducidos. El té contiene hojas secas que actúan de forma similar al carbón activado y al bicarbonato, absorben la humedad y las moléculas olorosas del ambiente.
Toma dos o tres bolsitas de té negro sin usar (también puedes probar con té verde, de manzanilla o tu infusión favorita, pero el negro es el más recomendado por su mayor contenido de taninos). Cuélgalas de algún lugar en el interior del coche: el sitio clásico es el espejo retrovisor, aunque asegúrate de que no obstruyan tu visión al conducir.
Otra opción es colocarlas en los bolsillos de las puertas o bajo los asientos si prefieres que no se vean. Déjalas ahí durante varios días (unos 5 a 7 días para empezar) mientras hacen su trabajo absorbiendo olores.
El bicarbonato de sodio es un viejo conocido de los trucos caseros de limpieza, y por buenas razones: químicamente es una base débil con la capacidad de neutralizar ácidos, que son a menudo los responsables de olores desagradables. En tu coche, actúa como un “todoterreno” eliminador de olores al absorber y neutralizar compuestos volátiles.
Tienes varias formas de aprovecharlo. La más simple es esparcir un par de cucharadas de bicarbonato sobre las alfombrillas y los asientos de tela. Con el coche apagado y cerrado, deja que el bicarbonato haga su trabajo durante al menos un par de horas, o mejor aún toda la noche. Luego solo aspira o sacude el bicarbonato; junto con él se irán los olores que haya absorbido.
El bicarbonato es muy accesible porque se vende en cualquier supermercado y probablemente ya tengas un sobre o caja en casa. No agrega ningún olor, así que es perfecto si solo quieres que tu coche huela a “nada” (a limpio) en lugar de agregar perfumes.
Puede sonar extraño, pero los copos de avena que desayunas también pueden “desayunarse” los malos olores de tu coche. La avena seca es altamente absorbente; de hecho, en el hogar se ha utilizado para absorber olores en la nevera como alternativa al bicarbonato porque, al igual que otros granos, contiene almidones y fibras que capturan humedad y moléculas volátiles del aire.
El procedimiento es sencillo, busca un recipiente abierto o bolsa permeable y vierte en él una taza de copos de avena crudos. Colócalo en el interior del coche, idealmente cerca del origen del mal olor.
Es decir, la avena en un espacio reducido como el interior de tu vehículo, actuará como un imán natural para olores a humedad, a tabaco o incluso a químicos.
El vinagre blanco destilado es un limpiador natural por excelencia, famoso por su olor fuerte al principio, pero que, irónicamente, desaparece rápido llevándose con él otros olores. Químicamente, el vinagre (ácido acético diluido) puede neutralizar compuestos alcalinos malolientes y matar bacterias que generan hedor.
Este truco es muy fácil de aplicar cuando tu coche está impregnado de un olor desagradable general (como humo o humedad). Simplemente llena un recipiente abierto (un bol o un vaso) con vinagre blanco y colócalo sobre una superficie estable dentro del coche.
Si el problema es algún área específica, también puedes humedecer un trapo con vinagre diluido en agua y pasarlo sobre la superficie (por ejemplo, alfombra, tapicería de tela o plásticos interiores) y dejar secar; esto desinfecta y quita olores de la fuente.
Seguramente has notado el fuerte olor a naranja que queda en tus manos al pelar una mandarina: esos aceites son potentes y agradables para la mayoría de la gente. Los aceites esenciales cítricos tienen propiedades antibacterianas y desodorizantes ligeras, por lo que ayudan a contrarrestar ciertos malos olores en el ambiente.
Toma la cáscara de uno o dos limones, naranjas o mandarinas (preferiblemente cítricos de olor fuerte). Es mejor si las cáscaras no tienen mucha pulpa pegada para que no manchen. Luego colócalas en una bolsita de tela transpirable en lugares como el retrovisor. No olvides reemplazar las cáscaras cada pocos días (2 a 3 días máximo) para evitar el moho.
Los aceites esenciales son concentrados de fragancia natural, extraídos de plantas, y se utilizan mucho en aromaterapia por su intensidad y propiedades. En lugar de comprar un ambientador para auto ya perfumado, puedes crear el tuyo propio de forma muy sencilla usando esos aceites.
Para aplicarlo, necesitarás tu aceite esencial favorito (lavanda, eucalipto, limón, pino, vainilla, etc.) y algodón. Puedes usar bolas de algodón. La manera más simple, pon 4-5 gotas de aceite esencial en una bola de algodón y colócala en el portavasos o en una bandejita dentro del coche.
Las hojas aromáticas para secadora (como las que se usan en la lavandería para dar olor a la ropa) contienen fragancias y compuestos que neutralizan la electricidad estática. En el contexto del coche, resultan un ambientador instantáneo: vienen impregnadas con un perfume de “ropa limpia” que a mucha gente le encanta.
Lo ideal es tomar dos o tres hojas de secadora (nuevas, sin uso) con tu fragancia preferida. Luego distribúyelas en el interior del coche, puedes poner una debajo de cada asiento, escondida, para que no se vean, pero suelten su perfume.
También podrías colocar una en el maletero y otra en la guantera, si quieres abarcar todos los rincones. Si necesitas un golpe rápido de fragancia (digamos, tienes pasajeros en 5 minutos y el coche huele raro), incluso puedes frotar una de las hojas sobre la tela de los asientos o alfombras; esto transfiere parte del suavizante a las fibras y refresca el ambiente (similar a usar un spray de tela).
El arroz seco tiene la capacidad de absorber humedad (por eso a veces se usa para salvar teléfonos mojados) y olores, similar a la avena. Pero en este truco aprovechamos al arroz no solo como absorbente, sino como vehículo para esparcir un aroma de aceites esenciales.
Lo que debes hacer es buscar media taza aproximadamente de arroz (cualquiera funciona, puede ser el más barato). Ponlo en un frasco o recipiente con tapa. Añade de 10 a 20 gotas de tu aceite esencial favorito directamente sobre el arroz. Cierra el frasco y agita bien para que el aceite se distribuya y empape todos los granos.
Luego destapa el frasco (o hazle agujeritos a la tapa para que salga el olor) y colócalo en tu coche, preferiblemente en un portavasos o compartimento donde no se riegue el contenido. Este mini difusor casero puede durar un par de semanas antes de perder potencia, momento en el que puedes añadir unas gotas más de aceite al arroz para recargarlo, o simplemente reemplazar el contenido y hacer uno nuevo.
Las velas perfumadas contienen una buena cantidad de fragancia en la cera. Cuando se encienden, liberan ese perfume, pero no es necesario prenderles fuego para aprovechar su olor en un espacio pequeño como el coche.
Este truco consiste en usar los restos de velas aromáticas (o velas de cera nuevas) colocados en un frasco ventilado para que, con el calor natural del auto, se derritan un poco y suelten su aroma. En verano, especialmente, el interior de los coches puede calentarse lo suficiente como para derretir cera, pero en un recipiente cerrado con agujeros, así cuando se ablanda despide fragancia, pero sin manchar nada.
Reúne restos de velas aromáticas que tengas y las colocas dentro de un frasco pequeño de metal o vidrio con tapa perforada; puede ser un envase de especias vacío (que ya tiene agujeros) o hazle tú mismo unos orificios a la tapa de un frasco cualquiera. Lo ideal sería que esté en un portavasos, la guantera abierta o debajo del parabrisas donde le dé algo el sol.
¡Y ahí lo tienes! 11 trucos caseros, baratos y efectivos para que tu coche siempre huela como nuevo sin gastar en productos llenos de químicos.
Ahora cuéntanos, ¿cuál de estos trucos ya has probado o te animarías a intentar primero? ¿Tienes algún otro secreto para mantener ese aroma a coche irresistible? Te leemos en los comentarios.
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