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Para muchas personas, cortarse el pelo es una actividad estresante. Un peluquero inexperto puede tener miedo o un exceso de confianza y arruinar no solo el corte, sino también la propia estructura del cabello. Para evaluar la profesionalidad de un estilista, a veces ni siquiera es necesario esperar el resultado. Hay señales específicas de un buen profesional que te indicarán que el cliente está en buenas manos.
¿Tienes tus propios consejos para distinguir a un buen peluquero de un aficionado?
En el mundo actual, los peluqueros tienen muchas oportunidades de darse a conocer a través de las plataformas de Internet. Por lo tanto, es una buena idea echar un vistazo a las reseñas y a las fotos de su trabajo antes de cortarse el pelo con ellos. Debe quedar claro que las fotos publicadas se han tomado en el mismo lugar y no se han editado demasiado. De lo contrario, se corre el riesgo de que no pertenezcan al estilista.
El peinado que mejor le sienta a una persona depende de la forma de su cara y del estado y las propiedades de su cabello. Un peluquero experimentado no tiene ningún problema en evaluarlo rápidamente y recomendar un corte de pelo. Así que no dudes en hacer preguntas. No tienes por qué hacer todo lo que te diga el peluquero, pero si esas preguntas le causan confusión, es una clara señal de que no está calificado.
A primera vista, un peluquero necesita unas pocas herramientas para realizar su trabajo. Pero para que el corte de pelo se vea actual, un buen peluquero suele utilizar varios tipos de tijeras. Las hay con hojas largas y cortas, con diferentes tipos de dientes, etc. Sin embargo, el profesional debe utilizarlas con prudencia, de lo contrario puede dañar el cabello.
Algunos peluqueros manejan el peine con demasiada brusquedad. Puede haber muchas razones para ello. Por ejemplo, cansancio, problemas personales, falta de habilidad. Es posible que un inexperto no sepa que, al desenredar el pelo, hay que cepillarlo de abajo hacia arriba en pequeños pasos, no desde arriba. Además, utiliza peines diferentes para el pelo húmedo y para el pelo seco.
La calidad del peine también puede ser la causa de un mal trabajo. Algunos profesionales ahorran dinero y utilizan productos de plástico baratos. Pero a un cliente con un cuero cabelludo sensible le iría mejor un peine de dientes de goma.
Para desinfectar su equipo, los peluqueros suelen utilizar un líquido especial. Pero entre cliente y cliente, mientras se procesan peines, tijeras y navajas, el estilista debe conseguirles un reemplazo. Así que si hay varias herramientas idénticas a la vista, puedes estar tranquilo.
Es una buena idea observar cómo trata el peluquero a otros clientes, o mejor dicho, qué hace después. Si ha utilizado un producto de peinado y ha estado sin guantes, debe lavarse las manos antes de proceder al siguiente corte de pelo. Muchos profesionales no dedican mucho tiempo a la higiene, pero siguen unas pautas claras. Por lo tanto, es posible perder de vista este punto.
Muchas personas guardan en su mente la imagen de un peinado que solo puede crearse utilizando fijadores especiales y un secador. Pero no todo el mundo está preparado para llevar a cabo estos procedimientos a diario. Como resultado, el cliente se enfrenta a la desafortunada realidad de que su cabello pierde su forma después del primer lavado.
Para evitar que esto ocurra, es aconsejable pedirle al peluquero ver cómo quedará el pelo sin modelarlo. Un profesional competente no se sentirá intimidado por una tarea así y el resultado será igualmente bueno. En cambio, un peluquero inexperto podría insistir en realizarle al cliente un modelado o un brushing como forma de disimular un mal corte de pelo.
Primero debes ver cómo prepara el peluquero el cabello antes de cortarlo. Lo mejor es que lo divida en secciones y trabaje cada una de ellas en secuencia. Los intentos erráticos y la falta de confianza generalmente significan que el estilista no sabe bien cómo manejarse, y por lo tanto que tu pelo está en peligro.
Las discontinuidades repentinas en un corte de pelo escalonado o las zonas mal cortadas son signos de falta de habilidad. Si todo esto les ha ocurrido a los clientes anteriores de un peluquero, sin duda lo mejor es mantenerse alejado de él. Pero si te enteras de eso ya estando en su silla, quizá sea mejor parar a tiempo e intentar rectificar la situación en otro salón. Los profesionales de alto nivel pueden revertir un mal corte.
A algunos les parece que el lavado con champú es un procedimiento obligatorio en los salones de alto nivel. Pero no siempre es así. La experiencia le dice a un buen especialista si vale la pena lavar el cabello antes de cortarlo. Si el corte implica sacar unos centímetros o añadir movimiento, probablemente no lo haga. Pero si se trata de cortar el pelo rizado o largo, la cosa cambia. El agua ayudará a alisar los rizos y a que todo quede estupendo.
Muchos peluqueros no lavan el pelo antes de un corte, aunque sea necesario. Muchos de ellos consideran que el procedimiento lleva demasiado tiempo y prescinden de él. Sin embargo, a todos se les enseña en la escuela de peluquería que lavar el pelo forma parte del servicio y que debe hacerse gratuitamente.
El nivel de destreza no se ve solamente en la técnica del corte y el hábil uso de los materiales. Los peluqueros profesionales siguen una secuencia determinada, que para una persona común puede no parecer significativa. Un experto, por ejemplo, siempre corta primero el pelo y luego lo tiñe.
Si el objetivo es un corte recto, se deben usar tijeras, y las puntas se recortan perpendicularmente. La navaja, por su parte, se utiliza para dar textura cortando los extremos en ángulo. Un buen estilista se vale de ambos, dependiendo del caso. Pero solo cuando el pelo es liso, ya que no se recomienda usar una navaja en el pelo rizado.
Algunos colores no pueden realizarse en una sola sesión o con el cabello en mal estado. Por ejemplo, el rojo es el más difícil de conseguir y de mantener a largo plazo. En cambio, unas mechas ombré o un cambio de color lo más parecido posible al natural son los más fáciles de realizar. Si el cliente tiene ganas de cambiar el look, un buen peluquero le hablará de tales sutilezas.