20 Lectores de Genial hablaron sobre cosas inexplicables que escucharon decir a un niño, y que les pusieron los pelos de punta

hace 2 años

Los niños tienen una imaginación ilimitada, por lo que muchas veces nos asombran con sus ocurrencias. Pero en ocasiones dicen cosas inexplicables que pueden ponernos a dudar de si realmente son solo inventos. Muchas pueden justificarse lógicamente, pero hay otras que escapan de cualquier intento de explicación racional.

En Genial.guru te invitamos a conocer algunas historias inexplicables que nuestros lectores compartieron con nosotros.

  • Mi hija, Melanie, cuando tenía más o menos 2 años, estaba jugando en la habitación de mi madre y tenía abiertas las puertas del armario. Se reía y hablaba con alguien que presuntamente estaba dentro de él. Mi madre y mi esposa estaban en la cocina charlando, cuando les llamaron la atención las carcajadas de mi hija. Curiosas, fueron al dormitorio a ver, y allí estaba ella hablando hacia dentro del mueble. Le preguntaron con quién estaba jugando, y dijo “Coco” y señaló el armario. Mi padre había fallecido 3 años antes, o sea, un año antes de que ella naciera, y así le decían a él. Mi madre saco un álbum de fotos y le dijo “¿Quién es Coco?”. Y mi hija, sin dudarlo, señaló la fotografía de mi papá. © Carlos Cesar Ahumada / Facebook
  • Un día, hablábamos con mi hermana de cómo viven los bebés en el vientre. En eso, mi hijo menor de 3 años me dijo: “Yo me acuerdo de cuando estaba en tu barriga, conocía muy bien tu voz y escuchaba tu corazón, que hacía ’pum, pum, pum’”. Dijo que también oía otras voces con las que hablaba. Nos quedamos sorprendidas las dos y no hablé más con mi hijito de eso hasta después de unos diez años. Se lo conté y le pregunté al respecto, pero él dijo que no recordaba nada de eso. Ahora tiene 30 años. © Mirtha Rodriguez Sillerico / Facebook
  • Cuando mi hija tenía 2 años, se miraba en el espejo, sonreía y me decía: “Mira, mami, ahí está mi hermanita”. Cabe resaltar que yo había concebido gemelas hasta antes de los 3 meses, y solo se logró desarrollar una, ella. El otro feto se absorbió. Nunca se lo habíamos comentado. © Nella Herrera / Facebook
  • Cuando mi hijo menor tenía unos 2 o 3 años, varias veces me contó cosas extrañas detalladamente, por ejemplo: “Cuando era viejito, me sentaba en una sillita verde junto a la puerta”. Estuvo mucho tiempo diciéndonos cosas así a mí o a mi hermana. Después se le pasó. Cuando se lo comentamos ahora, él dice que no recuerda nada. © Susana Basso Markich / Facebook
  • Un día, cuando estaba bañando mi hijo, de la nada se puso a llorar y me dijo: “¡¡Prométeme que no te vas a volver a morir!!”. Le pregunté: “¿Por qué dices eso?”. Y me dijo: “Porque dañaron el avión, tú perdiste la vida ahí y no quiero que vuelvas a morir”. Se lo veía acongojado. Le pregunté si lo había soñado y me dijo “No, mamá, eso pasó, y no quiero que pase de nuevo”. A partir de ahí le hice más preguntas y me contó muchas cosas más, con nombres y todo, ¡rarísimo! © Lili Ozuna Medina / Facebook
  • Cuando mi nieto tenía un año, falleció una tía suya, muy joven. Tenía 4 años cuando le dijo a su mamá: “La tía Stella estuvo aquí...”. Mi hija le preguntó si se refería a su foto, y él le respondió: “¡No, mami! ¡Estuvo cuidándonos mientras ustedes no estaban!”. Y en otra ocasión le dijo a su papá: “No entres a la habitación de la tía Stella, a ella no le gusta que toquen sus cosas...”. © Patricia Bazan / Facebook
  • Mi hija de 5 años me dijo: “Mamá, mira, tengo unos amigos, niña y niño, y tienen un gatito negro. Le pregunté cómo eran los niños y el animal, y me los describió. Eran los mismos amigos imaginarios que yo tenía de pequeña. © Dany Katry / Facebook
  • Mi hija tenía 3 años cuando decía que estuvo en un túnel donde había puertas, y que ella decidió abrir la puerta donde estaba yo porque me había escogido como su mamá. Ya tengo un hijo de 18 años y ella ahora tiene 6, fue y es una luz en medio de la oscuridad. Siempre pienso que es un ángel que decidió estar en la Tierra conmigo. © Sirena Medper / Facebook
  • Una vez, mis padres se llevaron a mis hijos. Me quedé sola en casa y aproveché para ver una película de terror (nunca las veo cuando están mis niños conmigo). Al día siguiente, mi hija, que entonces tenía 3 años, me preguntó: “¿Y te gustó mucho la película que viste?”. Yo le dije: “¿Cuál?”, y ella me contestó esa, la que da mucho miedo. Me sorprendió su pregunta, porque yo ni siquiera lo había comentado con nadie. © Susan Perez / Facebook
  • Un día, mi esposo estaba al teléfono, lamentando la muerte de una tía muy cercana a él. Mi hijo de 5 años salió del cuarto y dijo: “¿Qué pasa, papi?”. Él le contó lo que había sucedido y mi niño contestó: “Qué importa, papi, ella volverá a nacer, será un bebé otra vez”. Mi esposo le preguntó: “¿Dónde escuchaste eso, hijo?”. Y él dijo con alegría: “Yo lo sé...”. Antes de eso predijo mi embarazo, hasta me hizo un dibujo con un bebé dentro de mi pancita, y dijo: “Mi mamá va a tener un bebé”. En ese entonces, yo ni tenía idea. A la semana me di cuenta de que estaba embarazada. Me quedé muy sorprendida, porque él lo había dicho con mucha seguridad. Los niños son muy especiales. © Barahona Melanie / Facebook
  • Mi hija empezó a hablar de muy chiquita, tenía poco más de 2 años. Cuando jugaba en su cunita, se reía y hablaba con alguien... No entendía bien lo que decía, pero ella reía mucho y realmente era como cuando uno sabe que hay otro niño allí. Pues mi esposa y yo entramos a la habitación. En eso, ella volteó y alcanzamos a ver que tenía sus manitas extendidas, como dando o recibiendo un juguete. Le preguntamos con quién jugaba y contestó sin titubear que con su hermanito. Nos miramos sorprendidos, ya que nuestro primer hijo no había logrado nacer, mi esposa tuvo un aborto. Yo le dije: “¿Cuál hermanito, hija?”. Me miró y contestó: “El que está en el cielo”. Quedamos anonadados, nunca habíamos hablado de nuestro niño delante de ella. © Francisco López Muñoz / Facebook
  • Una vez, mi hija, cuando era pequeña, me dijo que había un caballero de pelo blanco y ojos azules que jugaba con ella, que le tiraba la pelota, que cruzaba las paredes, que siempre vestía de blanco. Me quedé helada porque en esa casa siempre me sentía observada y me hacían sonar las ollas en la cocina. Afortunadamente ya no vivo ahí. © Paulina Araya CHamorro / Facebook
  • Recuerdo que mi hija menor solía hablar una lengua diferente, como si fuera hindú, a pesar de que ya manejaba su idioma nativo. Era curioso escucharla repetir ciertas palabras. Lo hizo desde los 2 hasta los 4 años. © Angélica Castro Larenas / Facebook
  • Es extraño... mi único hijo, cuando tenía como 4 años, un día, acostado conmigo, me dijo: “Yo sabía que ibas a ser mi mamá”. Yo dije: “Ajá, ¿por qué lo sabías?”. Y empezó a contarme una historia. Dijo que él se vio en el cielo y escuchó una voz de un hombre vestido de blanco que le dijo que escogiera a una mamá. Él vio muchas abajo, y todas tenían niños, solo yo estaba solita, entonces me escogió a mí para que ya no lo estuviera. Su historia fue tan real que inmediatamente le creí, lo abracé y le dije: “Gracias por escogerme, ¡¡¡soy la mamá más feliz!!!”. © Leidy Azofeifa Cañas / Facebook
  • Mi niña desde los 2 años empezó a hablar en inglés, y nunca había asistido a clases ni convivido con personas que hablaran ese idioma. Hoy tiene seis años y a veces sigue haciéndolo. © Pedro Varela Garcia / Facebook
  • Era sobrecargo de vuelos, y en 2002, una madrugada en que me alistaba para ir a trabajar, mi hija de 2 añitos despertó abruptamente y me gritó llorando que no me fuera, que me quitara el uniforme de trabajo porque estaba sucio, y con sus manitos me lo jalaba para quitármelo insistentemente. Me fui a trabajar y en el momento del despegue del avión ocurrió un incidente. Nos salimos de la pista, realizando una evacuación de pasajeros y tripulación. En este proceso, el avión se ancló en tierra, terminé con mi pantalón roto, mojada con la espuma del camión de bomberos. Cuando regresé a casa, mi hija me esperaba sentada en las escaleras. Me dijo: “Mami, te dije que estabas sucia”. © Ibelle Queen / Facebook
  • Mi hijo, cuando tenía alrededor de 3 años, cada vez que veía a su bisabuela le decía que amaba los fideos que comían juntos en el año 35. Un día le pregunté cómo se vestían en esa época y me dijo: “Con sombrero, mami...”. Habló de ese año por mucho tiempo. © Elihana Arrua Hurt / Facebook
  • Cuando mi bebé tenía 2 años, ya hablaba muy bien. En una ocasión estaba viendo un libro y de la nada me dijo que yo no era su mamá, que su madre murió en una explosión de volcán y que sus hermanos también, que ella también murió ahí, y de pronto comenzó a llorar desconsolada. Yo solo la abracé. Estuvo por un tiempo dibujando lo que pasó, y un día simplemente olvidó todo. © Rg Márquez de Macías / Facebook
  • Cuando llegaba de mi trabajo, me sentaba en el sofá del salón para descansar. Desde allí escuchaba a mi nieto de 3 años reírse mucho y hablar con alguien en mi habitación. La primera vez creí que era con mi hija con quien hablaba y no le di importancia, pero a partir de la segunda vez presté más atención, pues mi hija había salido y nos quedamos mi nieto y yo en casa. Cuando empezó a reírse y a hablar de nuevo, me levanté y, al llegar a mi habitación, le pregunté con quién hablaba. Me señaló mi cama y dijo: “Está sentado allí y se llama Capitán”. Nos habíamos mudado hacía muy poco tiempo allí, no conocíamos a nadie con ese nombre y lo olvidé, hasta que hace pocos meses mi hija encontró en los registros familiares muy antiguos de nuestro árbol genealógico a un tataratatarabuelo que se llamaba Capitán. © Claudia Morales / Facebook
  • Mi mamá una vez me contó que cuando yo tenía apenas 3 años, una tarde ella estaba viendo una película francesa con subtítulos y yo estaba jugando detrás del sillón sin ver la tele, pero hubo un momento en el que empecé a repetir los diálogos en un francés perfecto. Mi mamá, asombrada, me preguntó si sabía qué significaba, y le contesté que sí, repitiendo la traducción en español. Ella dice que no supo cómo logré hablar francés y traducir si era tan pequeña. © Godel Gaby / Facebook

¿Alguna vez escuchaste a un niño decir algo inexplicablemente extraño?

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Yo he tenido diversas experiencias con mi sobrino nieto. Una fue quando lo invité a jugar lanzando la pelota a un cesto en alto. El no quiso aunque si ya había jugado allí. Después supimos que ese cesto casi cae. Era una estructura de hierro adherida al muro. El tenía 3 años. A 5 años me llamó aparte para decirme “Tía, estoy muriendo “ Las mismas palabras que me dijo su joven tio al morir. Le pregunté porque decía eso y me contestó que era una cosa que se le había metido en la cabeza y no sabía cómo. Algo hay y no se puede decir que solo es imaginación de los niños.

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