5 Hábitos que podemos modificar para obtener mejores resultados

Consejos
hace 2 años

Los hábitos siempre son un tema candente: cómo abandonar los malos, cómo formar nuevos y buenos, cómo detectarlos y por qué es importante. Algunas de las menciones más comunes se refieren al ejercicio, la nutrición y el diálogo interno.

En Genial.guru, nos dieron curiosidad los hábitos más pequeños de los que la gente no habla con tanta frecuencia. ¿Interrumpes tu sueño? ¿Qué tan impaciente eres para beber tu café? Estos son algunos hábitos cotidianos que quizás desees reconsiderar.

1. Aplicar desodorante durante el día

El desodorante es nuestro amigo. Nos mantiene a salvo de incomodidades en los entornos sociales, especialmente en lugares como los ascensores. Pero ¿sabías que deberíamos aplicarlo por la noche?

Los desodorantes en realidad no ayudan con la sudoración, solo enmascaran un poco el olor. Por otro lado, los desodorantes antitranspirantes tapan temporalmente las glándulas sudoríparas, por lo que se suda con menos intensidad. Los ingredientes activos de los antitranspirantes tienen más posibilidades de ingresar a las glándulas durante la noche.

2. Café a primera hora de la mañana

Descargo de responsabilidad: no vamos a sermonearte para que renuncies a tu taza matutina de jugo de la vida. Las tazas que dicen: “Comenzaré a trabajar cuando lo haga mi café” existen por una razón. Pero deberías posponer su ingesta hasta que tu agente natural de activación, el cortisol, se haya calmado.

En la mayoría de las personas, los niveles de cortisol son más altos por la mañana (lo contrario ocurre con los trabajadores nocturnos). Cuando reemplazamos el cortisol con cafeína, le enseñamos a nuestro cuerpo a volverse dependiente de un factor externo y alteramos su ciclo natural. Para evitar eso, espera 20 a 30 minutos después de despertarte antes de preparar tu taza de café.

3. Usar almohadas de viaje solo como almohadas

Aquí hay un ingenioso truco digno del mismísimo Bugs Bunny. ¿Tienes una almohada de viaje? ¿Tienes algunos artículos que nunca parecen caber en tu equipaje de mano, pero realmente no quieres pagar por despachar equipaje? ¡Almohada-bolsa!

Abre la cremallera de tu almohada de viaje y saca el relleno. Reemplázalo con artículos pequeños, como playeras, ropa interior, toallas pequeñas, calcetines, toallas higiénicas, etc. Juega un poco al Tetris para asegurarte de que todo quede bien, cómodo y seguro. Vuelve a cerrar la almohada y ¡voilà! ¡Obtienes espacio de almacenamiento adicional y mantienes tu comodidad! Dependiendo de la cantidad de cosas que empaques, incluso puedes controlar qué tan suave o firme será tu almohada.

4. Períodos de ejercicio largos

Hacer ejercicio es excelente para nuestra salud y nuestro estado de ánimo en general, pero para aquellos de nosotros que pasamos mucho tiempo sentados, el gimnasio no es la respuesta. Las investigaciones muestran que las sesiones de ejercicio intensas y/o más largas no equilibrarán las consecuencias negativas de un estilo de vida sedentario.

En su lugar, deberíamos optar por una actividad física más corta pero más frecuente. Cada media hora o cada hora, ponte de pie y camina un poco. Ve a buscar un vaso de agua, abre una ventana, luego ciérrala una hora más tarde, etc. El objetivo es reducir la duración de las “sesiones de estar sentado” y mantener un nivel constante de movimiento durante todo el día.

5. Dormir 8 horas seguidas

Muchos de nosotros no cumplimos con las 8 horas seguidas de sueño recomendadas por noche. ¿Estás demasiado ocupado? ¿O simplemente te parece antinatural? Si te despiertas en medio de la noche regularmente, quieres hacer otra cosa durante aproximadamente una hora, y luego volverte a dormir, buenas noticias: ¡ese es el camino a seguir!

Aparentemente, el bloque de 8 horas seguidas para dormir es algo relativamente nuevo. Las personas naturalmente tienden a dormir en fases, de aproximadamente 4 horas cada una, con un descanso de una hora entre ellas. Si te despiertas por la noche naturalmente, no es insomnio. Se llama sueño bifásico y es más natural que el sueño monofásico. Usa tu vigilia nocturna para hacer una tarea pendiente, meditar, estirarte, lo que sea. Luego ingresa a tu segunda mitad de sueño y despierta renovado y lleno de energía.

¿Cuáles de estos hábitos son parte de tu rutina? ¿Has probado modificar alguno de ellos? Cuéntanos qué resultados obtuviste y si estás de acuerdo con estas recomendaciones.

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