8 Mitos sobre la salud que resultaron ser tan falsos como una moneda de cuero

Salud
hace 1 año

Ciertas ideas sobre cómo cuidar la salud han ido pasando de generación en generación hasta convertirse en mitos y verdades sin discusión. Sin embargo, la ciencia ha evolucionado y encontrado una respuesta más sensata a las creencias de nuestros mayores, develando la verdad detrás de la sabiduría popular.

1. Las yemas de los huevos son malas para la salud

Los huevos están compuestos por la clara y la yema. La clara, a su vez, contiene principalmente proteína, mientras que la yema posee otros nutrientes, entre los cuales se encuentra el colesterol. Debido a eso, durante décadas se pensó que el huevo entero o la yema podían elevar el colesterol de nuestro cuerpo e impactar negativamente en nuestra salud, principalmente en la cardiaca.

Sin embargo, nuevos estudios han demostrado que cuando no consumimos colesterol, el hígado se encarga de producirlo. En otras palabras, consumir yema de huevo no debería variar significativamente el colesterol total en nuestro organismo. De hecho, este alimento tiene efectos positivos o neutrales en el corazón.

2. La zanahoria mejora la visión nocturna

En la Segunda Guerra Mundial se popularizó la creencia de que la zanahoria ayudaba a mejorar la visión. Esto se hizo con el fin de alejar a la gente de alimentos que estaban siendo racionados. Ahora bien, la zanahoria posee betacaroteno, elemento que nuestro organismo transforma en vitamina A. Esta, entre otras cuestiones, beneficia la salud visual.

Pero hay que aclarar que la zanahoria no es la única fuente de vitamina A, además de que no te ayudará a tener una visión de superhéroe. Sin embargo, sí puede mantenerla saludable. Por cierto, las yemas de los huevos también son ricas en carotenos, los cuales se asimilan mejor que los de la zanahoria, gracias a que las grasas que poseen facilitan su absorción.

3. Hacer abdominales marcará tu abdomen

Hacer abdominales fortalecerá tu centro, pero eso no significa que tu six pack se hará visible. La razón es fácil; si tienes una capa de grasa encima del músculo y debajo de la piel, esta terminará cubriendo la musculatura.

Si quieres verte con un abdomen de superhéroe, necesitarás bajar tus niveles de grasa corporal. No se trata de no comer y pasar hambre, sino de alimentarte mejor para lograr tus objetivos. Además, un buen descanso, una vida equilibrada y poco estrés te ayudarán a verte como quieres.

4. El azúcar hace que los niños se vuelvan hiperactivos

Si alguna vez tus padres dejaron de darte alimentos dulces porque te ponías demasiado inquieto, bienvenido al club. Sin embargo, los estudios no han encontrado relación entre el consumo de azúcar y la hiperactividad en niños.

Si alguna vez notas que tu hijo se vuelve hiperactivo luego de consumir un dulce, quizá sea porque te has condicionado para creerlo. Por otro lado, la caries, obesidad y diabetes sí están ligados al consumo de azúcar, así que no hay que abusar.

5. El yogur es un alimento saludable

Durante años se ha hablado del alto valor nutricional de los alimentos lácteos, y los yogures no son la excepción. Sin embargo, no todos son saludables. El yogur es una fermentación de la leche que contiene su propia azúcar, llamada lactosa. Si le agregan más azúcar, edulcorantes y otros ingredientes artificiales, este puede dejar de ser tan saludable.

La mejor opción siempre será consumir yogures naturales, ya que son una buena fuente de proteína, calcio, vitamina B6 y B12. Además, algunos contienen probióticos, los cuales pueden ayudar a tener una mejor digestión.

6. A más peso, menos salud

Subirse a la balanza y ver que los números aumentan indiscriminadamente es algo que a todos nos asusta. Sin embargo, en realidad, el peso no habla de qué tan bien está tu salud. Personas con un peso elevado pueden ser más saludables que gente delgada. Todo depende de la relación de grasa y músculo que componen nuestro cuerpo.

Una persona de bajo peso puede tener poco músculo y mucha grasa, lo que la hará tener los mismos riesgos de salud que alguien con obesidad. Mientras que un sujeto que registra altos números en la balanza puede tener mucho músculo y poca grasa, lo que lo hace más saludable. Sin embargo, la última palabra siempre la tienen los profesionales, puesto que cada persona es diferente.

7. El cardio te ayuda a quemar grasa más rápido que las pesas

Durante años se mantuvo la creencia de que el ejercicio cardiovascular, como correr, era más efectivo para la quema de calorías y, por ende, para perder grasa. Si bien es cierto que el cardio consume más calorías al momento de ejecutarlo, las pesas te mantendrán quemándolas incluso después del entrenamiento. Al final, estas te harán perder más grasa.

Por otro lado, entre más grandes sean tus músculos, más calorías quemarás en reposo, haciendo que tu figura se vea más esbelta y firme. Los números en la báscula no necesariamente bajarán, porque a medida que pierdes grasa, aumentas tu musculatura. Lo mejor siempre será mezclar los tipos de entrenamiento y asesorarte por profesionales.

8. Hacer crujir los nudillos causa artritis

¿Tu abuela solía regañarte cada vez que te veía tronar tus nudillos, sentenciándote a una artritis segura? Lo sentimos por ella, pero la ciencia niega su teoría. Sin embargo, esto tampoco significa que esta práctica sea del todo beneficiosa, pues lo que sí se obtiene a cambio es una inflamación temporal de las manos. Incluso podría resultarte más difícil quitarte los anillos luego de hacer crujir tus dedos.

¿Qué creencias sobre la salud te enseñaron tus padres que ahora consideras con poco sentido?

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