Lo que puede pasar en tu cuerpo si comes chayote cada semana

Cocina
hace 17 horas

Es probable que en tu infancia hayas probado esta fruta verde con forma de pera arrugada, que sabe como un vegetal, cuando tu abuela hacía sopa, pero no lo hayas notado hasta ahora.

Nativa de Mesoamérica, el chayote ha pasado de generación en generación en la cocina tradicional. Ahora, con evidencia científica, sabrás por qué el chayote puede convertirse en tu nuevo aliado favorito en la mesa y el valor nutricional que puede aportar a tus comidas.

¿Qué es el chayote?

El chayote pertenece a la familia de las calabazas (cucurbitáceas). A primera vista luce como una mezcla entre peracalabacín verde, con surcos y a veces pequeñas espinas en su cáscara.

Este fruto verde está compuesto en un 90% de agua, lo que lo hace ligero e hidratante, ideal para climas cálidos o para mantenernos saciadas sin sumar muchas calorías. De hecho, aporta 39 calorías por cada 203 gramos.

Pero, ¿qué beneficios aporta para tu salud?

1. Antioxidantes del chayote

Dentro del chayote se han identificado flavonoides como la quercetina, miricetina, morina y kaempferol. Según estudios, la miricetina en particular destaca por su potente efecto antiinflamatorio y hasta antitumoral.

Además, una investigación en adultos mayores encontró que consumir chayote regularmente redujo el estrés oxidativo y desaceleró el acortamiento de los telómeros, uno de los principales marcadores del envejecimiento celular.

2. Las propiedades medicinales del chayote

El chayote ha sido utilizado como remedio natural para varios malestares. Por ejemplo, existe un té de hojas de chayote que se bebe en ciertos pueblos para bajar la presión arterial y aliviar la hipertensión. También utilizan este té como diurético para ayudar a eliminar la retención de líquidos y a tratar problemas de riñón como cálculos renales.

Otro uso que le dan en la medicina popular es para calmar inflamaciones. Por ejemplo, gracias a su efecto refrescante, colocan la pulpa fresca del fruto sobre la piel para aliviar erupciones o quemaduras leves.

3. Es una fuente de varios nutrientes

Para empezar, es rico en fibra dietética, ese componente que favorece la digestión y la salud intestinal. Una sola taza de chayote cocido aporta alrededor del 16% del valor diario de fibra que necesitamos. Pero la cosa no termina ahí, el chayote viene cargado de vitaminas esenciales. Destaca su contenido de vitamina C.

Otro nutriente estrella en el chayote es el folato (47% del valor diario), que es crucial para la formación de nuevas células y muy conocido por su importancia en el embarazo, pero también es valioso para las personas en etapa madura, ya que ayuda a la memoria.

También ofrece varios minerales como el potasio, zinc, cobre y manganeso.

4. La relación entre el chayote y tu salud cardiovascular

Para comenzar, su contenido de antioxidantes (como mencionamos antes) actúa protegiendo las arterias. Estos antioxidantes combaten la inflamación y evitan que el colesterol “malo” se oxide y se pegue en las paredes arteriales, previniendo la aterosclerosis (formación de placas en las arterias).

De hecho, un estudio señala que los flavonoides del chayote podrían ayudar a prevenir la formación de placa y mejorar la circulación, manteniendo los vasos sanguíneos flexibles y despejados.

5. Huesos fuertes y articulaciones saludables

A medida que cumplimos años, mantener huesos resistentes y articulaciones libres de dolor se vuelve una prioridad. La vitamina K ayuda a fijar el calcio en los huesos y previene la pérdida ósea. Según un artículo, la vitamina K puede reducir el riesgo de fractura para las personas que sufren de osteoporosis.

6. El chayote para la digestión y el estreñimiento

Gracias a su contenido de fibra soluble e insoluble, esta fruta es un remedio natural para mantener un intestino saludable y prevenir el estreñimiento. La fibra insoluble agrega volumen a las heces y acelera el tránsito intestinal, mientras que la soluble actúa casi como un gel lubricante que facilita la evacuación.

Además, algunas investigaciones sugieren que la fibra del chayote podría ayudar a prevenir afecciones como la diverticulosis y a reducir la inflamación intestinal.

7. Mitos y realidades, lo que el chayote puede (y no puede) hacer por tu salud

Se habla mucho del chayote, y hay comentarios que son ciertos y otros que no. Vamos a aclarar algunos mitos y realidades sobre este alimento, para que sepas qué esperar de él:

  • “El chayote no tiene nutrientes, es pura agua sin valor nutritivo”.
    Aunque el chayote es principalmente agua (lo que lo hace ideal para refrescarte y bajo en calorías), tiene vitaminas y minerales clave. Como hemos dicho antes, te aporta una cantidad decente de vitamina C, folato, fibra e incluso minerales como el potasio y el zinc.
    Puede que no tenga tantos carbohidratos o proteínas como otros alimentos, pero desde luego no está vacío en términos de nutrición. Es un error decir que el chayote es solo agua. Por eso los expertos lo consideran una fruta rica en nutrientes, aunque no tenga muchas calorías.
  • “Comer chayote hace bajar de peso/cura enfermedades por sí solo”.
    El chayote ayuda a perder peso, ya que no contiene muchas calorías y te hace sentir lleno. Pero en realidad solo funciona si llevas una dieta equilibrada en general. Está bien para sustituir alimentos ricos en calorías y controlar el apetito, pero hay que tener buenos hábitos en general.
    En pocas palabras, como es bajo en calorías, es un alimento que te produce saciedad, pero no es la solución mágica para bajar de peso de un día para otro.
  • “El chayote es insípido y aburrido, solo sirve hervido”.
    Si bien es cierto que el chayote tiene un sabor suave, eso está lejos de ser algo negativo. Al contrario, esa cualidad lo hace extremadamente versátil. Además, no solo se come hervido; lo puedes comer crudo, al vapor, horneado, frito ligeramente, relleno.

8. Cómo incluir el chayote en tus comidas

Una de las ventajas del chayote es su versatilidad. Su sabor es muy suave, ligeramente dulce y parecido al del pepino o la calabacita, lo que significa que absorbe bien los condimentos y sabores con los que lo cocines.

Para inspirarte, te dejaré aquí algunas ideas de recetas que puedas agregar a tus comidas:

  • Ensalada fresca de chayote: Corta el chayote crudo en cubitos o tiritas finas y mézclalo con jitomate, cebolla, cilantro y jugo de limón. Queda como un pico de gallo diferente, fresco, crujiente y ligero.
  • Caldo o sopa nutritiva: Agrega trozos de chayote a tus sopas caseras (de pollo, de res o vegetarianas). El chayote absorbe el sabor del caldo y aporta textura, además de nutrientes y fibra extra a tu plato.
  • Agua fresca de chayote: tradicional de México, licuar chayote, pepino, azúcar con 3 tazas de agua. Cuélalo, y agita la mezcla para que se mantenga ligero como un agua (evita la pulpa).

Después de todo lo que hemos hablado, es evidente que el chayote es más que solo una fruta verde que tu abuela usaba en sopas. ¿Quién habría pensado que tiene tantos beneficios? Desde ayudar a tu corazón y digestión hasta ser una opción saludable para perder peso.

Y tú, ¿ya has probado el chayote? Cuéntanos en los comentarios tu forma favorita de comerlo, ya sea como una merienda o en el almuerzo. ¡Nos encantaría saberlo!

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