Le cambié el nombre a mi hijo porque me sentía incómoda con el primero que escogí
Dicen que escoger el nombre de un bebé es una gran responsabilidad, ya que lo llevará consigo durante toda su vida. Aunque esto puede sonar intimídate, algunas veces los padres se equivocan y terminan arrepintiéndose, pero solo algunos de ellos deciden cambiar la forma en que llaman a sus hijos, formalmente. Eso es lo que le ocurrió a la mujer de esta historia, quien decidió modificar el nombre de su hijo de 2 años.
Comencé a dudar de la decisión que habíamos tomado mi esposo y yo, cuando el pequeño empezó a hablar. Cuando alguna persona le pedía que dijera cómo se llamaba, él, en su media lengua, decía “Pedo”. Poco a poco, la gente empezó a decir que mi pequeño podría ser molestado en la escuela por los apodos que podrían ponerle. Con nuestro primer hijo, no se nos hizo difícil escoger el nombre, pero con el segundo, estábamos luchando por encontrar el correcto y nos decidimos por “Pedro” después de verlo en una lista de nombres en internet. Pensé que encajaría cuando nació, pero después de un tiempo ya no me sentía a gusto.
Llegó un punto en el que ya no lo soporté más: había llevado a mis hijos al parque y, estando allí, otros niños se acercaron a mi hijo menor para jugar con él. Todo iba bien, hasta que le preguntaron su nombre. Al escuchar que él mismo se llamaba “Pedo”, los niños empezaron a reírse y a burlarse escandalosamente, haciendo que Mateo se sienta muy mal y corra llorando hacia mí. Después de ese incidente, hablé con mi hermana Valentina. Le comenté lo que había pasado y cómo me sentía y ella sugirió que, si no estaba feliz, que le cambiara el nombre. Ella dijo, con mucha naturalidad: “¿por qué no se lo cambias? Todavía es joven y no es como si estuviera apegado al nombre”. Fue como si me diera el permiso para hacerlo.
Antes de tomar la decisión, hablé con mi esposo Sebastián, de 35 años, para ver si estaba de acuerdo en empezar a probar nombres nuevos para nuestro hijo. Nunca nos habíamos emocionado mucho con el nombre “Pedro”, pero después de buscar por mucho tiempo uno que nos gustara a ambos, nos decidimos por este, ya que era el único que realmente nos había llamado la atención.
El siguiente paso fue iniciar el proceso para cambiar legalmente el nombre de nuestro hijo a “Mateo”, pero debido a problemas con el papeleo, tuvimos que esperar un año para que el cambio sea oficial. A pesar de todo, estoy contenta de haberlo hecho y no tengo planeado volver a cambiárselo.
Ahora creo que a las mujeres embarazadas no se les debería permitir elegir el nombre para sus hijos hasta que nazca el pequeño. Siento que debería ser ilegal elegir un nombre cuando estás embarazada, debido a la tonelada de hormonas que cargas encima. Mateo sabe que se llamó Pedro durante dos años. Es una parte divertida de su historia.
Aspectos a considerar al momento de elegir el nombre para un bebé
- Elegir un nombre que pueda crecer con tu pequeño: muchas veces pensamos en el nombre de nuestro próximo hijo, pensando en que será un bebé por mucho tiempo, sin imaginárnoslo como un adulto. Por eso, es importante que practiques diciéndolo en voz alta o, ¿por qué no?, imaginándolo en una solicitud de empleo.
- Averigua qué tan popular es ese nombre: si escogemos un nombre muy popular entre los contemporáneos a nuestro bebé, pueden llegar a haber varios niños con el mismo nombre en su salón de clases. Aunque esto no tendría por qué ser un problema, podría causarle incomodidad a tu niño, ya que sentiría que constantemente le están hablando, cuando en realidad tratan de llamar a otro niño.
- Si buscas un nombre único, pruébalo en un café: en el extremo opuesto, algunos padres pueden buscar darle un nombre único a su bebé, evitando la popularidad. Sin embargo, es posible que quieras probarlo antes. Puedes ir a una cafetería y darle al barista tu nombre a elección, para saber si tu hijo podría tener dificultades en su vida futura, como que lo pronuncien o escriba incorrectamente.
- Haz uso del descarte: con tantos nombres existentes, puede parecer abrumador tener que escoger uno, pero hay formas de ayudarnos. Puedes revisar una lista alfabética de nombres y marcar los que más te gustan, eliminando el resto. También podrías elegir un nombre que te parezca atractivo y buscar otros que sean similares.
- Tradiciones familiares: podrías considerar las tradiciones que implican darle un homenaje a familiares fallecidos, tomando su nombre para tu bebé, honrar su herencia y ascendencia, mantener una tradición de iniciales (llevar las mismas iniciales para todos en la familia cercana) o crear un nombre único a partir de la combinación de nombres en la familia.
- Escribe las iniciales: es posible que desees asegurarte de no darle a tu bebé unas iniciales que deletreen algo grosero o extraño.
- Piensa en los apodos: considera todos los posibles apodos que la gente podría ponerle a tu hijo y asegúrate de que no solo te gusten, sino que te sientas bien acerca de cómo combinan con su apellido.
- Ten en cuenta los nombres de sus hermanos: muchas personas buscan que los nombres de todos sus hijos suenen bien juntos, ya que a menudo se pronunciarán al mismo tiempo. Además, puede ser difícil explicarles a sus hijos por qué uno tiene un nombre diferente y único, mientras que otro tiene un nombre más común o popular.