Mi amigo me invitó a su boda solo para que fuera su fotógrafo, así que borré las fotos y me fui

Así como en una boda hay personas dispuestas a luchar con uñas y dientes por atrapar el ramo de la novia, “tras bambalinas” están los cocineros, los mozos y hasta los fotógrafos, quienes deben enfrentar grandes batallas para que el evento salga a la perfección. Por eso te compartimos la historia de un usuario que quiso ayudar a su amigo siendo fotógrafo en el día de su boda, pero ambos descubrieron que lo barato sale caro.

Si tus amigos o familiares te piden que hagas un trabajo para ellos, ¿les cobras o para ti no es necesario cuando se trata de seres queridos?

Todo comenzó con un favor que terminó volviéndose una carga

Pero cuando pensó que la historia había terminado, la novia también decidió involucrarse

En Genial, lamentamos la situación en la que se vieron los involucrados, pero pensamos que se pueden sacar muchas lecciones de esta historia

• Es importante alentar y apoyar los emprendimientos de nuestros amigos. Si tenemos un ser querido que tiene mucho talento, como en este caso el usuario y su trabajo en la fotografía, no esperemos que haga un servicio injustamente pagado o gratis. Todos merecen recibir un reconocimiento por su trabajo.
• El novio y el fotógrafo deberían trabajar mucho en su amistad si es que quieren mantenerla. Para que una amistad sea sana deben apoyarse, escucharse, respetarse y no hablar a espaldas del otro. En esta situación sucedieron cosas que podrían haber dejado muy vulnerable el vínculo. Sin embargo, si se cree que vale la pena reponer la amistad, pueden trabajar en ello, pidiendo disculpas y evitando repetir los errores.

• Aunque nos avergüence nuestro accionar, hay que hablar con la verdad. Probablemente (y lo que queremos creer), el novio se avergonzó de sus acciones y por eso decidió ocultarle la verdad a su esposa, quien averiguó los hechos por sí sola. No es necesario contarles todo a todos sobre nuestra vida, pero nuestra pareja tiene derecho a saber la verdad sobre las situaciones que la involucran, como la razón por la que las fotos de la boda se perdieron cuando habían pagado a un fotógrafo de confianza para tenerlas. No olvidemos que la verdad es uno de los pilares fundamentales de las relaciones exitosas.
• Siempre es mejor contar hasta 10 cuando estamos enojados (o hasta 100, si es necesario). Claramente, el novio se dirigió despectivamente hacia su amigo, pero también creemos que el usuario pudo haber respondido a la ofensa de manera más reflexiva y no actuar basándose en sus emociones al borrar las fotos que no podrían recuperarse después.
  El aprender a manejar nuestros sentimientos de ira nos puede ayudar a desarrollar la empatía, a responder a quien nos ha ofendido de una manera más civilizada y así evitar sentimientos de culpa posteriores.