Mi gerente me acusó de robarle a la empresa y le devolví un poco de su propia medicina
En el ritmo de una oficina bulliciosa surgen conflictos que transforman el día a día laboral. La historia que vamos a desvelar hoy nos sumerge en el complicado entramado de relaciones y decisiones dentro del ámbito laboral. Desde cambios en la gerencia hasta malentendidos sobre las horas extras, cada detalle cuenta en este relato de tensiones y confrontaciones.
«Llevaba varios años trabajando en este empleo cuando una nueva gerente llegó. Un mes después de su llegada, entró en mi oficina y me comunicó que ya no se me permitiría trabajar horas extras. Si surgía algún problema, podríamos discutirlo. La forma en que lo expresó parecía indicar que esperaba que esta decisión me afectara profundamente. Para confirmar la conversación, envié un correo electrónico, y su respuesta básicamente confirmaba la prohibición de hacer horas extras, refiriéndose a ello como ‘robo de tiempo’.
Esta acusación no me sentó bien. Por lo general, me quedaba un poco más tarde, máximo 30 minutos, para finalizar proyectos. Muchos proyectos llegaban de último momento, y otros gerentes agradecían mi ayuda en tales circunstancias. Decidí acatar la nueva regla y dejar de quedarme después de horas, lo que resultó en que algunos proyectos comenzaran a descuidarse. Informé a los otros gerentes sobre la prohibición de horas extras impuesta por mi gerente y que simplemente estaba siguiendo órdenes.»
«Avanzamos apenas un mes y, al final de un día de trabajo, mi gerente se me acercó apurada solicitándome que trabajara en un proyecto de último momento, potencialmente valioso. Le expliqué que ya tenía planes y que no estaba dispuesto a ser acusado de robo de tiempo.
Al día siguiente, el ambiente era extrañamente silencioso. Por la tarde, recibí una solicitud para una reunión con mi gerente y el departamento de Recursos Humanos. Normalmente, se recibiría una queja por escrito antes de tal encuentro, por lo que me sentí algo sorprendido. Durante la reunión, mi gerente enumeró una serie de quejas como si se tratara de una intervención. Me presentó como alguien con problemas de comportamiento antisocial, insubordinado y que no estaba dispuesto a esforzarme más allá de lo necesario. Si me hubiera dejado continuar, no me sorprendería que me culpara de los problemas de la empresa para alcanzar sus objetivos.»
«Cuando finalmente terminó su lista de quejas, que debió haber redactado la noche anterior y durante el día siguiente, pedí permiso para hablar. Señalé que gran parte de lo que mencionaba eran solo opiniones suyas y que, en general, soy muy apreciado en la empresa. Siempre cumplí con sus instrucciones al pie de la letra. Sin embargo, mencioné que mi gerente tiene la costumbre de cambiar constantemente los proyectos en los que estoy trabajando y que, además, no se me permite hacer horas extras. Ante su negación, reenvié el correo electrónico correspondiente a Recursos Humanos. En ese momento, mi gerente comenzó a retroceder, afirmando que nunca había dicho que la prohibición fuera permanente.»
«Después de una breve reunión a solas con Recursos Humanos, en la que dejé claro que no firmaría ningún documento, acordamos discrepar sobre lo sucedido. Se trató de una gran confusión, y agradecieron mi trabajo en la empresa. Solicité una confirmación de que esto no afectaría mi posición en la empresa, a lo que respondieron negativamente. Además, señalaron que, aunque podía quedarme hasta tarde en ocasiones, no se esperaba que lo hiciera regularmente. Poco después, mi gerente renunció a su puesto, menos de un año después de su llegada.»
Los conflictos laborales pueden traernos más de un dolor de cabeza, como le sucedió al protagonista de esta historia. Dadas las circunstancias, en Genial.guru, hemos querido recopilar algunos tips que podrían ayudarnos a salir de situaciones como estas:
- Documenta tus interacciones: Siempre que tengas conversaciones importantes, como la que tuviste con tu gerente sobre las horas extras, es útil confirmarlas por escrito para evitar confusiones futuras.
- Mantén la calma: En situaciones de confrontación, procura mantener la calma y evitar reacciones impulsivas. Responder con profesionalismo te ayudará a manejar mejor la situación.
- Conoce tus derechos laborales: Familiarízate con las políticas y regulaciones laborales de tu empresa para poder defender tus derechos en caso de conflictos o malentendidos.
- Busca apoyo: Si te encuentras en una situación difícil en el trabajo, no dudes en buscar el apoyo de recursos internos, como el departamento de Recursos Humanos, para obtener orientación y asistencia.
- Prioriza tu bienestar: Recuerda que tu salud y bienestar son importantes. Si te encuentras en un ambiente laboral tóxico o enfrentas dificultades constantes, considera opciones como buscar un nuevo empleo que te brinde un entorno más favorable.