Nuestro sistema solar tiene un gemelo, y sus planetas podrían ser aptos para la vida
Viajemos por el espacio a la velocidad de la luz. A esta velocidad, la ruta desde la Tierra al Sol solo nos llevaría 8 minutos, pero necesitaremos unos 35 años para alcanzar nuestro destino (lo cual sigue siendo muy rápido). Para que puedas comparar, un cohete normal tardaría unos 600 000 años en completar el viaje. Y aquí estamos. Un sistema planetario sospechosamente similar al nuestro. Nuestros científicos sospechan que podría haber vida allí, tal como en la Tierra.
Una enana roja con un 30 % del tamaño y peso del Sol se encuentra en el corazón de este sistema, pero lo que más nos interesa son los planetas que orbitan a su alrededor. El primero de ellos es L 98-59 b. Su tamaño está a medio camino del de la Tierra y Marte, y es muy liviano: solo tiene la mitad de la masa de Venus. Sin embargo, la aparición de vida en este planeta rocoso es imposible. Está demasiado cerca de la estrella y es tan caliente que quemarías un pastel si intentaras hornearlo en la superficie. Es unos 37 grados más alto que el máximo de tu horno.
El planeta describe un círculo completo alrededor de su estrella en solo 2 días (en comparación con los 365 de la Tierra) y recibe 22 veces más energía que nosotros. Eso quiere decir que no solo hace calor, sino que además hay mucha radiación peligrosa. El siguiente planeta se encuentra a 4,5 millones de kilómetros de la estrella, 13 veces menos que la distancia entre Mercurio y el Sol. Da una vuelta completa a su estrella en 3,7 días. Pero lo interesante de este planeta es que es un 30 % más grande que la Tierra y el doble de pesado, así que pertenece a la categoría de supertierra.
Estos planetas pueden ser ricos en hielo, metano e hidrógeno, algunos de los elementos necesarios para la existencia de la vida. Muchos científicos creen que es en estos planetas donde pueden vivir las civilizaciones extraterrestres. Dicho eso, debido al gran peso de este planeta, tiene una gran atracción gravitacional. Por eso, estas civilizaciones no podrían viajar al espacio, ya que es más difícil escapar de la trampa gravitatoria de una supertierra. Sin embargo, la vida no es posible allí, ya que también está demasiado cerca de la estrella. Al igual que en nuestro sistema solar, los dos primeros planetas están demasiado calientes. Pero el tercero parece más prometedor.
L 98-59 d. Es casi dos veces más pesado que la Tierra y un 50 % más grande. Los científicos han calculado que cerca de un tercio de su masa podría ser agua. En comparación, la masa de toda el agua de la Tierra solo representa el 0,02 %. La presencia de agua es la principal condición para la aparición de la vida, pero solo podemos suponer dónde se encuentra esa agua. Podría estar en la superficie, pero las altas temperaturas son capaces de transformar enormes océanos en nubes gigantes de vapor. También podría encontrarse debajo de la superficie. Bueno, aún no lo sabemos con seguridad. Pasemos al siguiente candidato del sistema.
El planeta recientemente descubierto pertenece a la categoría de supervenus: L 98-59 e. Es un planeta rocoso y 3 veces más grande que la Tierra. Supervenus significa que es lo suficientemente pesado como para tener una atmósfera, pero las condiciones allí son más similares a un invernadero. Hay diferentes gases que llenan su atmósfera. Los rayos estelares los atraviesan hasta llegar a la superficie y se reflejan en ella, pero los gases densos no les permiten salir de la atmósfera, así que el planeta se calienta cada vez más. Este es el efecto invernadero que intentamos evitar en la Tierra a como dé lugar.
Además, el viento solar arrastra vapor de agua y otros elementos de las capas superiores de la atmósfera hacia el espacio exterior. La vida no puede existir en un planeta como este, ni siquiera podría originarse allí. Esto es lo mismo que sucede en la hermana gemela de la Tierra, Venus. Hasta ahora, todos los planetas que hemos observado se encuentran fuera de la zona de habitabilidad de la estrella. Esta zona es el punto que se encuentra a la distancia justa. Como no está demasiado cerca, el planeta no se calienta en exceso y el agua no se evapora al instante. Y como no está demasiado lejos, el planeta tampoco parece un desierto helado. Los planetas b, c, d y e están demasiado cerca de la estrella.
Pero existe un hipotético planeta f en este sistema planetario que se encontraría en el lugar perfecto. Esta supertierra es 2,5 veces más pesada que nuestro hogar, así que tenemos la esperanza de que sea un planeta rocoso, al igual que los demás ejemplares de este sistema. El peso del planeta f es suficiente como para tener una atmósfera densa, y la temperatura de la superficie debería permitir que el agua exista en estado líquido. Completa una vuelta en torno a la estrella en 23 días, lo que significa que literalmente es Año Nuevo cada tres semanas. Sin embargo, no es muy probable que haya una civilización que lo celebre. De hecho, la mismísima existencia de este planeta no está confirmada, ya que aún no contamos con evidencia directa.
Los demás planetas han sido descubiertos con el método del tránsito. Consiste en apuntar nuestros telescopios directamente sobre la estrella y observar los cambios de brillo. Cuando se detecta una sutil caída en el brillo, un planeta ha pasado entre nosotros y ella. Como este punto. Mientras el planeta está frente a la estrella, contamos con poco tiempo para determinar su tamaño y velocidad. A veces podemos observar los tránsitos de Mercurio y Venus en el disco solar.
Existen al menos 29 planetas potencialmente habitables en el espacio lejano que pueden observar a la Tierra de la misma manera. Hay unas 1715 estrellas en un radio de cientos de años luz con una ubicación perfecta para esto. Cada estrella tiene planetas a su alrededor, pero solo 29 de ellos se encuentran en la zona de habitabilidad. Por lo tanto, podría haber vida y una civilización extraterrestre inteligente en algún lugar. Si es así, podrían apuntar sus telescopios hacia el Sol y ver un pequeño punto que pasa frente al disco solar. Además, podrían estar realizando esas observaciones desde hace al menos 5000 años, así que tal vez hayan visto cómo nacieron y evolucionaron nuestras civilizaciones.
Es más, se trata de planetas lo suficientemente cerca como para detectar ondas de radio y hasta transmisiones de televisión. Pero esto también funciona en el sentido opuesto. Las ondas de radio viajan por el espacio a la velocidad de la luz. Hemos dominado esta tecnología hace unos 100 años. Si realmente hay una civilización allí afuera, también podríamos detectar sus ondas. Hasta ahora, esto no ha pasado, así que no tenemos prueba de la existencia de la vida en estos planetas. El descubrimiento de un sistema planetario como L 98-59 es muy importante para nosotros, ya que siempre estamos buscando vida fuera del sistema solar. Las supertierras incluso son más adecuadas para el nacimiento de la vida que la mismísima Tierra. Esos planetas a veces se denominan superhabitables.
Algunos científicos creen que la Tierra es un buen lugar para la vida, pero no el mejor. Los planetas superhabitables tienen que ser un 30 % más grandes que el nuestro y el doble de pesados. Esto crearía una gravedad más fuerte, lo que haría que la atmósfera sea más densa y tenga una concentración de oxígeno más elevada. A su vez, elevaría la temperatura promedio del planeta a unos perfectos 25 °C, así que las plantas también prosperarían allí. Una gravedad más fuerte hace que la superficie del planeta sea más plana, por lo que podría haber más océanos que en la Tierra. Como consecuencia, la vida marina sería mucho más diversa.
La estrella anfitriona también cumple un papel muy importante. Debe ser más pequeña que el Sol; mientras más grande sea, más combustible consume, por lo que su ciclo de vida es mucho más corto. Por ejemplo, la esperanza de vida del Sol es de unos 10 000 millones de años, pero una enana roja puede vivir hasta 30 000 millones de años. Más tiempo, más oportunidades para el nacimiento de la vida y la evolución. Hasta ahora, los científicos han descubierto 24 planetas superhabitables, pero eso no quiere decir que haya vida en ellos.
Dicho eso, algunos científicos creen que ya existen al menos 36 civilizaciones avanzadas en nuestra galaxia, además de la Tierra. Han buscado planetas similares en el mapa estelar. Primero debemos localizar estrellas que se parezcan al Sol entre las 100 000 millones de estrellas de la galaxia. Después, elegimos las que son ricas en hierro; esas estrellas arden a la temperatura perfecta y ayudan a los planetas que las rodean a obtener un núcleo de hierro y a volverse similares a la Tierra. Ahora, elijamos las estrellas relativamente jóvenes de este grupo. La razón es que, cuando envejecen, se expanden y absorben o queman los planetas cercanos. Una última cosa: busquemos los planetas de este grupo que se encuentren en la zona de habitabilidad de su estrella. ¡Y voilà! 36 planetas podrían estar habitados por civilizaciones desconocidas. Pero no lo sabremos con seguridad hasta que entremos en contacto con ellos.