Ocurrió una de las mayores erupciones volcánicas y nos la perdimos

Curiosidades
hace 1 año

Mira por donde caminas. Millones de galones de magma caliente se acumulan en un solo flujo y ascienden miles de kilómetros hasta la superficie de nuestro planeta. Una fractura masiva en una placa tectónica sacude el suelo y llena el aire con un fuerte zumbido. Fuego, gaseslava brotan de las oscuras e inexploradas profundidades de la corteza terrestre. Acaba de ocurrir una catástrofe a escala planetaria y... nadie se ha dado cuenta

Ahora, imagina que te estás divirtiendo en un yate de lujo, en algún lugar del suroeste del Océano Pacífico, bebiendo cócteles y tomando el sol. En este momento, justo debajo de ti está ocurriendo una de las erupciones volcánicas más poderosas en la historia del planeta. Pero no sientes nada, ni siquiera dejas caer tu vaso. Sí, puedes escuchar un sonido extraño proveniente de las profundidades del océano, ves el agua espumosa y pedazos de piedra pómez flotando en la superficie. Pero no te molesta mucho. Entonces, ¿cómo fue que nos perdimos una erupción tan poderosa en 2012? ¿Por qué los científicos la descubrieron solo unos años después? La respuesta es simple: agua.

La erupción de un volcán normal es un gran desastre. Hay metales líquidos incandescentes y rocas fundidas que contienen casi toda la tabla periódica dentro de nuestro planeta. Toda esta sopa se llama magma, y ​​está en constante ebullición dentro del subsuelo de nuestro planeta. Esta sustancia caliente es más ligera que la corteza que la rodea, por lo que siempre asciende. Afortunadamente, la superficie del planeta es lo suficientemente fuerte y no permite que el magma salpique. Pero a veces, esta protección falla.

La parte superior de la Tierra está cubierta con partes conectadas: placas tectónicas. Estas placas chocan entre sí y luego se separan. Imagina un gran rompecabezas de mosaicos en movimiento donde todas sus partes son placas tectónicas. Y cuando una pequeña parte de este “rompecabezas” se separa de otra, inmediatamente sale magma. Estos sitios de fallas inestables con fugas de magma se llaman volcanes. Y cuando entran en erupción... todo se calienta. La lava fluye por el respiradero y quema toda la vegetación a su alrededor. Esto va acompañado de terremotos y humo negro espeso. Si un volcán escupe magma demasiado alto, vuelve a caer a la superficie en forma de lluvia de fuego. Pero lo peor aquí es la ceniza. No es esa ceniza que queda en tu parrilla después de un buen asado. La ceniza volcánica está formada por partículas sólidas nocivas para cualquier organismo. Estas partículas no son madera quemada sino varios elementos químicos.

La ceniza volcánica es filosa, densa y tangible. Puede bloquear la luz del sol, cubrir y destruir todas las plantas o asentarse en tus pulmones. Si te acercas demasiado a un volcán en erupción, bueno... será mejor que tengas un traje ignífugo, tanques de oxígeno, una máscara antigás y un refugio subterráneo. Así, podrías sobrevivir. Pero no hay garantía de ello. Al mismo tiempo, si ocurre una erupción bajo el agua, no necesitas preocuparte por eso. Por supuesto, si no eres un biólogo marino que estudia los arrecifes de coral cercanos o si no pasas por esa zona en un submarino. En ese caso, chico, estás en problemas. Cuando un volcán submarino entra en erupción, este sacude un área enorme, calienta el agua, destruye el fondo marino. Pero casi nada sucede en la superficie. La enorme presión de millones de galones de agua suprime el poder destructivo del volcán. Las rocas fundidas que salen disparadas de la corteza terrestre quedan presionadas contra el lecho marino.

Sí, un submarino sería desviado de su curso y podría chocar con lava solidificada. Afortunadamente, nunca se han registrado casos de este tipo. Pero puede convertirse fácilmente en realidad porque las erupciones submarinas ocurren con bastante frecuencia. Más del 70 % de toda la actividad volcánica ocurre bajo el agua y casi nadie la nota. En la mayoría de los casos, estos volcanes duermen inmediatamente después de su erupción y nunca más se despiertan. Pero en 2012 sucedió algo, y los científicos no pudieron ignorarlo.

Grandes pedazos de piedra pómez del tamaño de una camioneta comenzaron a flotar en el sureste del Océano Pacífico. Estas rocas cubrían alrededor de 400 km cuadrados. ¡Había miles de ellas! ¡Parecía un grupo de mini-islas flotantes desconocidas! ¡Las piedras volcánicas fueron esparcidas en el océano sobre un área dos veces más grande que Nueva Zelanda! Los científicos determinaron la escala total del desastre con la ayuda de dispositivos de sonar de aguas profundas. Estudiaron el lecho marino a una profundidad de 1200 metros durante mucho tiempo y encontraron 14 cráteres de los que había fluido magma durante la erupción. El lecho marino estaba cubierto de rastros de lava solidificada y toneladas de ceniza.

Los investigadores encontraron que más de un tercio del material volcánico en erupción salió a la superficie y se dispersó por todo el lugar. El resto se quedó en el fondo. Esto acabó con toda la vida marina en el área. Parecía que esta erupción era una de las más grandes en toda la historia. Pero en 2019, los investigadores descubrieron algo aún más significativo. ¡Era un volcán submarino tres veces más alto que la Torre Eiffel! Según los cálculos de los científicos, expulsó de 30 a 1000 veces más roca fundida que el volcán anterior. Este “monstruo” se había estado alimentando del depósito de magma más profundo del mundo que conocemos. La actividad sísmica aquí fue tan devastadora que destruyó todo a su alrededor. Afortunadamente, no por mucho tiempo. Después de cualquier erupción, la vida reaparece como un ave fénix resurge de las cenizas. Y no es solo una metáfora.

La ceniza volcánica y la lava alrededor del volcán contienen muchos elementos minerales útiles. Todos ellos nutren el suelo y ayudan a que los microorganismos se desarrollen en la tierra y en el agua. Por esta razón, suele haber tanta vegetación, flores y árboles alrededor de los volcanes. ¡Y los volcanes submarinos eventualmente pueden formar islas! Este es un proceso largo que termina con la aparición de un enorme pedazo de tierra sobre la superficie del agua. Para comprender cómo sucede esto, debemos retroceder millones de años. Entonces vamos. ¿Ves este volcán submarino? Hay dinosaurios marinos, tiburones gigantes y peces antiguos nadando. Ahora, el fondo del mar comienza a temblar. El volcán libera toneladas de magma y ceniza. La presión del agua empuja inmediatamente todas estas cosas hacia el fondo. La erupción puede continuar durante mucho tiempo. El magma liberado eleva el lecho marino. Después de cientos, tal vez miles de años, comienza una nueva erupción. Los nuevos flujos de magma crean una nueva capa encima de la anterior.

Durante millones de años, capa por capa, el volcán va creciendo y subiendo lentamente gracias a las constantes erupciones. Por supuesto, con el tiempo, algunos volcanes se vuelven inactivos, pero este continúa en erupción. Y luego, un día, la roca volcánica llega a la superficie y emerge una isla. Después de muchos años más, el volcán puede quedarse dormido. Después de esto, es probable que aparezca vida en la isla. Hierba, flores, árboles, animales. ¡El área que una vez fue un lecho marino en ruinas ahora está llena de vida! Las islas volcánicas tienen ecosistemas únicos porque se desarrollan por separado de todos los continentes. La observación de estas islas ayuda a los científicos a comprender cómo evoluciona la vida en la Tierra. Nuevas especies de pájaros, animales e insectos pueden vivir en estos pedazos de tierra.

Cientos de islas en todo el mundo aparecieron gracias a las erupciones de volcanes submarinos. Puedes encontrarlas en Hawái, Indonesia e Islandia. Muchas de ellas están habitadas por personas que construyeron pueblos y ciudades allí. Hubo casos en que un volcán entró en erupción cuando la gente vivía literalmente encima de él. Eso fue lo que sucedió en la pequeña isla de Aogashima, ubicada al sur de Tokio. La gente construyó un hermoso pueblo justo en el cráter de un volcán activo. Y en mayo de 1785 comenzó una erupción. Nadie esperaba que esto sucediera. En algún momento, miles de pájaros se elevaron en el cielo y volaron lejos de la isla. Entonces, el suelo comenzó a temblar. Un sonido pesado y bajo sacudió el aire. Un humo espeso apareció sobre la cima del volcán verde. El cráter comenzó a arrojar tierra, enormes rocas y fragmentos de magma al rojo vivo al cielo. El desastre duró varias semanas.

La gente de alguna manera logró evacuar, luego, finalmente, el volcán se calmó. Después de eso, comenzó un largo proceso de recuperación. Los habitantes del pueblo reconstruyeron casas, caminos e infraestructura. Han pasado más de 200 años desde aquel momento. Y durante este tiempo, el volcán no ha despertado. Y a pesar del riesgo de una nueva erupción, la gente sigue viviendo allí. La población está creciendo, mucha gente de otras ciudades y países se va a vivir allí. La principal razón por la que todo el mundo ama este lugar es que parece un paraíso. Nadie quiere irse de la isla. Hay aguas termales donde puedes bañarte, selva densa con muchos animales y árboles hermosos. El suelo es fértil y puedes cultivar deliciosas frutas y verduras. El agua cerca de la costa está repleta de peces. Todos los días podrás disfrutar de los increíbles paisajes de la isla. Los servicios sismológicos monitorean constantemente la situación y observan la actividad del volcán, atentos a un estruendo que algún día puede volver a ocurrir.

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