Por qué a veces es difícil concentrarse y cómo mejorar la atención

Psicología
hace 2 años

Hay días en los que uno se siente inspirado, propositivo y con toda la actitud, pero hay otros en los que, extrañamente, cuesta mucho más trabajo enfocarse, concentrarse o incluso terminar tareas. Algunas veces podemos decir que es cansancio o falta de energía, pero otras parece que esa confusión o desorientación sucede de la nada. Este síntoma afecta tu habilidad para pensar y te hace sentir desorganizado, por lo que puede llegar a ser incapacitante.

En Genial.guru queremos explicarte a qué se debe esta sintomatología y cómo hacerle frente de acuerdo con qué tanto afecta tu día a día.

Qué es la niebla mental

Aunque no es considerada una condición por sí misma, la niebla mental sí puede ser un síntoma de una patología psicológica. Concretamente se trata de un cansancio mental que produce problemas de memoria, falta de claridad, mala o nula concentración, y puede aparecer en cualquier momento de la vida.

Es, literalmente, una incómoda sensación de estar distraído, confundido o ausente, pese a encontrarse físicamente “normal”.

Cuáles son las causas

Cada individuo puede atravesar situaciones diferentes si padece de este síntoma. Sin embargo, las razones más comunes en las que se ha demostrado que puede llegar a aparecer la niebla mental son:

  • Cambios hormonales, como el embarazo o la menopausia
  • Uso de algunos medicamentos
  • Estrés
  • Dormir poco
  • Deficiencia de nutrientes
  • Ansiedad y/o depresión
  • Haber pasado una enfermedad
  • Exposición a metales pesados

Evita saturar tu mente

La niebla mental, por lo tanto, es una consecuencia de la fatiga mental. Para ello, los expertos sugieren ejercitar la mente de tal manera que se sienta “apapachada” de vez en cuando y tenga momentos de descanso. Por ejemplo, hay que evitar las multitareas, pues las actividades que requieren un pensamiento consciente desgastan la mente. Es mejor reducir la velocidad y concentrar toda la atención en una tarea. Luego, trabaja para completar esa actividad, sin importar cuán pequeña sea.

Para conseguir un descanso efectivo de ocho horas mínimas, lo mejor es apagar dispositivos electrónicos una hora antes de conciliar el sueño.

Prueba cosas nuevas en tu rutina

Aligera tu mente con actividades estimulantes, como leer o resolver crucigramas. También puedes hacer una gran diferencia alimentándote bien, con una dieta equilibrada y saludable, y consiguiendo alimentos que ayuden a tener una buena digestión para poder dormir bien durante la noche.

Recuerda que descansar está bien

Durante el día, tómate un par de descansos mentales en los que no pienses en nada y estés en el momento presente. Ejercita tu mente dedicando un poco de tiempo a reflexionar profundamente todos los días. Un buen ejercicio es mirar por la ventana sin forzar ningún pensamiento.

Las actividades al aire libre también son una buena idea a la hora de hacer una pausa. La inactividad también es esencial para el cerebro, y esto es algo que, en nuestro mundo actual, ha perdido importancia.

Siempre pide ayuda

Los ataques ocasionales de confusión mental pueden llegar a ocurrir si no has dormido bien, si estás pasando por un período de mucho estrés o incluso si tomas medicamentos antihistamínicos por alergias. Pero si la niebla mental persiste y se vuelve una constante en tu vida, es momento de acudir a un profesional.

Habla de tus síntomas con un médico especialista para tener un plan o tratamiento correspondiente, según sea tu caso.

¿Qué haces cuando experimentas mucho estrés o presión en tu rutina? ¿Qué consejo podrías darle a alguien que necesita descansar su mente?

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