¿Por qué la Luna tiene una cola?
¡El Sol es increíblemente enorme! ¿Quieres una prueba? Pues bien, el 99,86 % de toda la masa del sistema solar está en la masa del Sol, en particular, en el hidrógeno y el helio que lo componen. El 0,14 % restante es la masa de los ocho planetas del sistema solar. La Tierra podría no ser el único planeta tectónicamente activo del sistema. ¡Astrónomos han detectado algunas formas terrestres que parecen acantilados en Mercurio! Si es así, la actividad tectónica podría explicar el rápido encogimiento del planeta. En la mayoría de las películas de ciencia ficción sobre el espacio, el protagonista se adentra en un cinturón de asteroides y tiene que esforzarse por alejarse de innumerables rocas que amenazan con dañar su nave espacial. Siento decepcionarte, pero eso no se parece en nada a la realidad. El único cinturón de asteroides que conocen los astrónomos está situado entre Marte y Júpiter. Hay miles de asteroides en esta región, pero están tan espaciados que la posibilidad de colisión es casi nula.
El valle llamado Valles Marineris en Marte es más de 10 veces mayor que el Gran Cañón de la Tierra. Y es otra cosa que desconcierta a los astrónomos: ¡después de todo, Marte no es un planeta con tectónica de placas activa! En la superficie de Júpiter hay una extraña región que se llama la Gran Mancha Roja. Recientemente, astrónomos han llegado a la conclusión de que esta mancha es, en realidad, una tormenta que lleva siglos asolando el planeta. Pero hace unos 20 años, científicos observaron que la región roja empezó a reducirse. Hoy en día, solo tiene la mitad del tamaño que tenía. Y, aun así, la mancha es una y media veces mayor que la Tierra. Mientras miras las estrellas a través de la ventana de tu cocina, te preguntas: ¿podrías enviar una pizza al espacio? Y lo que es más importante, ¿aún podrías comerla si volviera? Son preguntas muy importantes.
Bien, concéntrate. ¿Cómo vamos a enviar la pizza al espacio? Teniendo en cuenta que el primer transbordador espacial de la NASA costó unos 49 000 millones de dólares, no creo que nos permitan tomar prestado un cohete por un día, ya que pueden tener, ya sabes, cosas más importantes que hacer. Sin nuestro cohete, no podremos llevar la pizza tan alto ni viajar a esa velocidad. Está bien, bueno, pueden quedarse con su cohete. Yo estoy contento con mi asombroso globo meteorológico, el cual, por cierto, aún nos llevará un tercio del camino al espacio, hasta la zona conocida como “El borde del espacio”. Dado que la atmósfera ahí arriba es tan delgada, alrededor del 1 % de la presión a nivel del suelo, no es en verdad un mal sustituto del espacio real para esta prueba. De todas formas, nunca me sentí cómodo estando tan lejos de mi cena, así que esto funciona mucho mejor para mis problemas de abandono de la comida.
Para asegurarnos de que podíamos encontrar la pizza una vez aterrizada, le colocamos unos rastreadores de radio antes del lanzamiento. Estos envían una señal con una posición GPS al suelo, que luego se pone en un mapa para que la persigamos, ¡dándonos una buena idea de dónde se encontrará la pizza! Hombre, ¡me encanta la tecnología! Y así, sin más, ha llegado el momento. Hemos encontrado nuestra pizza intacta, y después de algunos momentos de abrazos apasionados y caricias amorosas, ¡estoy listo para dar un bocado! ¿Valió la pena la espera? ¿Qué tal sabe? ¿Y se puede comer? Sí, se puede, pero ¿el sabor? No es tan bueno, en realidad, y a pesar de haberlo mencionado antes, olvidé traer el microondas. La corteza se congeló por las espantosas temperaturas experimentadas en su viaje.
Y, de hecho, quiero decir congelada. ¡El propio pan tiene un centro gélido! Pero antes de que podamos descubrir esto, nos daremos cuenta de que cuando vamos a arrancar un trozo de la pizza, no se rompe como sucede normalmente. En cambio, lo hace como si acabáramos de arrancar un trozo de rama. ¡Incluso se oye un chasquido! Mi masa caliente y suave ya no existe. Sería mejor guardarla para el postre, en caso de que te quedes sin helado. Pensándolo bien, tirémosla a la basura. Sin embargo, es bastante genial que hayamos sido capaces de enviar esto a los confines del espacio y que hayamos acabado comiéndolo, ¿verdad?
Todos sabemos que la Tierra tiene una luna. Pero hay otros dos asteroides, el 3753 Cruithne y el 2002 AA29, en órbitas coorbitales con nuestro planeta. El primero no gira en verdad alrededor de la Tierra, sino que tiene una especie de órbita sincronizada con ella, por lo que parece que la sigue en una órbita estable, mientras que en realidad tiene su propia trayectoria específica alrededor del sol. El otro sigue una órbita de herradura alrededor de nuestro planeta. Su trayectoria específica hace que este asteroide se acerque a nosotros cada 95 años.
¿Por qué la atmósfera de nuestro planeta no se desvanece y desaparece en el vacío del espacio? Aunque no podamos verlas, las moléculas de gas y vapor que componen nuestra atmósfera tienen masa. Como tales, todas estas moléculas sienten la atracción gravitatoria de la Tierra, al igual que nosotros. Podrían escapar, es cierto, si tuvieran suficiente energía. Por ejemplo, si nuestro planeta estuviera más cerca del sol, la atmósfera estaría más caliente y sus moléculas podrían escapar más fácilmente. Pero la Tierra, afortunadamente, está justo a la distancia correcta del Sol y tiene exactamente la masa suficiente para mantener su atmósfera en el mismo lugar.
¡Un estudio reciente afirmó que la Luna tiene una cola! Y cada mes, ¡envuelve nuestro planeta como una bufanda! Una delgada cola formada por millones de átomos de sodio sigue al satélite natural de la Tierra. Y nuestro planeta la atraviesa regularmente. Los impactos de los meteoros hacen que estos átomos de sodio salgan de la superficie de la Luna y se adentren en el espacio. Durante varios días al mes, la Luna permanece entre el Sol y nuestro planeta. Es entonces cuando la gravedad de la Tierra recoge esa cola de sodio. Nuestro planeta la arrastra en una larga franja que envuelve su atmósfera. Esta cola lunar es totalmente inofensiva. También es invisible para el ojo humano: 50 veces más tenue de lo que se puede percibir. Pero durante esos raros días, los telescopios de alta potencia pueden detectar su tenue brillo amarillento en el cielo. La cola parece una mancha brillante de cinco veces el diámetro de la luna llena.
No lo vas a creer, pero la Luna parece estarse encogiendo. El satélite natural de la Tierra es ahora 35,7 m más pequeño que hace cientos de millones de años. La razón de este fenómeno podría ser el enfriamiento del interior de la Luna. También podría explicar los temblores que sacuden la superficie del satélite natural de nuestro planeta. Resulta que hay muchos planetas y astros en el universo e incluso en la Vía Láctea que tienen agua líquida o congelada. El más cercano está dentro de nuestro sistema solar: es Europa, una de las lunas de Júpiter. Científicos están casi seguros de que, bajo su superficie helada, hay un verdadero océano de agua. Pero es demasiado pronto para entusiasmarse con la posible vida en esos planetas: el agua líquida es solo una de las muchas cosas que tienen que confluir para que la vida aparezca en un planeta.
En el 2019, el módulo de aterrizaje InSight de la NASA, cuyo objetivo era estudiar el interior de Marte, registró el primer “terremoto de Marte” de la historia. Estos temblores se producían rápidamente: unos dos al día. La mayoría de ellos eran diminutos. Ni siquiera se sentirían si ocurrieran en nuestro planeta. Hasta ahora, se han detectado más de 300 martemotos. Son los primeros temblores en cualquier cuerpo espacial que no sea la Tierra o la Luna. Otro fenómeno misterioso descubierto por la misión fueron unos extraños pulsos magnéticos. Se produjeron cada medianoche alrededor del módulo de aterrizaje. Todavía no está claro qué eran. Tal vez, después de la medianoche, dejan salir todo... o algo así.
Nuestra Luna podría esconder muchas más bolsas de agua de lo que los científicos pensaban. Su superficie tiene algo llamado trampas frías. Son áreas que están en sombra permanente. Si te situaras cerca de uno de los polos de la Luna, especialmente el polo sur, verías esas sombras por todas partes. Hay pequeñas trampas frías, y hay cientos y miles de ellas más grandes. Estas regiones están en una oscuridad eterna e incluso podrían haber estado sin el más mínimo rayo de luz solar durante miles de millones de años. Y ahora los científicos creen que esconden mucho más de lo que pensábamos, incluidas pequeñas manchas de hielo, no más grandes que un centavo de dólar americano, pero que podrían servir a los astronautas para beber o para el combustible de sus cohetes.
La mayor parte del agua podría estar almacenada en cristales o en algún lugar entre los granos de la superficie de la Luna. Una teoría dice que una gran parte de la superficie lunar podría tener capacidad para almacenar agua. Pero nadie puede demostrarlo hasta que alguien vaya ahí en persona o envíe astromóviles que excaven bajo la superficie. La Luna no es totalmente blanca y carente de color. Los astronautas del Apolo que aterrizaron ahí en 1969 dijeron que era un poco “amarronada”. Estudios posteriores demostraron que algunas zonas lunares oscuras muestran toques de marrón y azul.