Sufrió un ataque de un cocodrilo a 5 días de su boda, pero ni eso fue más fuerte que su amor

Casarse es un gran desafío. Pero, a veces, las adversidades aparecen antes, y es el amor el que debe prevalecer y demostrar determinación y valentía. Esta pareja sufrió un terrible accidente a solo 5 días de su boda, pero el trauma no les quitó la posibilidad de celebrar su amor, a pesar de las difíciles circunstancias.

Zanele Ndlovu, una exjugadora de tenis nacional, remaba en canoa junto a su futuro esposo británico cuando fue atacada. A tan solo 5 días de su boda, la mujer de 25 años tuvo que luchar por su vida en el río Zambezi, por encima de las Cataratas Victoria, en Zimbabue, África.

La zimbabuense explicó que el cocodrilo perforó el bote inflable en el que iban ella y su prometido británico, Jamie Fox, dejando a la pareja luchando por sus vidas. “Al principio, solo estaba empujando, dando patadas e intentando luchar contra el cocodrilo tanto como podía”, dijo Ndlovu.

“Nos dijeron que tal vez veíamos cocodrilos, pero nunca nos avisaron del peligro de que podían atacarnos”, contó la pareja en otra entrevista. “Me mordió el brazo por lo menos tres veces. Lo primero que pensé fue que moriría, toda el agua estaba llena de sangre”.

“Después de la operación, le dijimos a los doctores que ese fin de semana supuestamente nos íbamos a casar. Los doctores nos dijeron que podíamos hacerlo en el hospital”, contó Jamie. Ndlovu agregó que le pareció divertido que nadie podía aplaudir, no se podía hacer ruido, porque claro, ¡es la capilla de un hospital!.

Los guías turísticos rescataron a Fox y Ndolvu fue llevada en helicóptero a un hospital para recibir tratamiento. Los médicos le amputaron el brazo destrozado justo por encima del codo. A pesar del traumático episodio, Ndlovu dijo que no veía motivo para cancelar la boda.

La pareja terminó celebrando su ceremonia en la capilla del hospital. En la boda se ve a la novia con su vestido blanco sin mangas, caminando con su muñón fuertemente vendado y sosteniendo rosas rosadas en su mano izquierda vendada. Un ejemplo de que el verdadero amor puede ser más fuerte que todo.