Una perrita estuvo perdida por 3 días, pero regresó al lugar menos esperado a pedir ayuda

No deseamos ni a la peor de las personas sufrir la pérdida de una mascota, pues ellas también forman parte de la familia. El dolor de no encontrarlas es indescriptible, tal como cuenta Micah Baier, quien pensó que había perdido a su mascota para siempre, hasta que recibió la noticia de que ella había encontrado el camino hacia su antiguo refugio para pedir ayuda. Tal como lo escuchan, esta perrita, deambuló en las calles incesantemente hasta encontrar una cara conocida que le pudiera ayudar. Aquí te contamos su historia.

Una mezcla de pastor alemán y husky se convirtió en la protagonista de muchas notas en las noticias locales de Estados Unidos, tras haber encontrado el camino de vuelta al refugio donde fue adoptada para pedir ayuda. El can en cuestión, Bailey, escapó incidentalmente de su nuevo hogar el 29 de enero por tratar de evadir ponerse un arnés para pasear.

Micah Baier, su dueño, cuenta que después de que Bailey saliera corriendo, él la persiguió alrededor de media hora antes de perderle el rastro en Nuevo México. Fue entonces cuando se apresuró a regresar a casa para contactarse con el refugio. “Bailey sí que puede correr, es uno de los perros más rápidos que he visto. Sus cuádriceps son más impresionantes que los del Mr. Olympia. Es muy musculosa”, dijo Baier.

Inmediatamente, el refugio empezó a difundir en redes sociales la noticia y pidiendo ayuda a los vecinos para encontrar al can. Así, se hicieron varios reportes de avistamientos en distintas partes del barrio. Sin embargo, nadie podía atraparla.

La situación pintaba cada vez menos alentadora, hasta que un milagro ocurrió. Tres días después de la desaparición, Bailey apareció en la puerta del refugio donde antes vivía a la 1 de la mañana. La situación se torna aún más increíble si se toma en cuenta que existe una distancia de un poco más de 16 km entre su nuevo hogar y su antigua casa, la Liga de Rescate Animal de El Paso.

De alguna manera, Bailey había encontrado el camino hacia el refugio en medio de la noche. “A la 1:42 de la mañana, ella estaba ahí, tocando el timbre de la puerta como diciendo ’¡Estoy en casa!’, comentó Loretta Hyde, fundadora del refugio. “El timbre de la puerta sonaba una y otra vez, entonces me acerqué a ver el video y ahí estaba ella, corriendo en los alrededores, sentándose y esperando a que alguien saliera a verla”.

Cuando un miembro del equipo se acercó al micrófono y gritó “¿Bailey?”, la perra saltó de emoción en la puerta, hasta que Hyde finalmente abrió como diciendo “Estoy aquí, déjenme entrar”. Loretta comentó que, en ese momento, todos en el refugio sintieron escalofríos.

Al parecer, el pobre can había llegado al refugio con sus últimas energías, pues una vez que llegó, se sumió en el más profundo sueño, según Hyde. "Durmió profundamente toda la noche y, a la mañana siguiente, fue como si le dijera: ’Puedes servirme el desayuno allí. Lo tomaré en un minuto. Todavía estoy descansando’, mencionó.

Y no es para menos. Los cuidadores que vieron al animal entrar aseguraron que, dado su aspecto y cansancio, no les sorprendería que Bailey no hubiera probado bocado, ni tomado agua en esos terribles tres días y, aun así, Bailey lo logró. Es una historia para recordarnos que “los perros son más listos de lo que nos gusta admitir”, dijo Hyde.

Una vez Bailey estuvo sana y salva, los miembros del refugio llamaron a Baier, quien aún estaba en las calles buscándola desesperadamente. Afortunadamente, todo salió bien y, poco después, Baier y Bailey se reencontraron de una vez por todas.

Ahora que todo se ha resuelto con felicidad, Baier tiene grandes planes para Bailey y Bill (su otra mascota rescatada). Él planea formar una comunidad en internet alrededor de sus mascotas, para mostrar cuánto pueden florecer los animales rescatados, con el objetivo de apoyar a organizaciones de rescate animal, como el refugio donde adoptó a Bailey.

“Vamos a tratar de hacer una diferencia para los refugios de animales con la ayuda de algunas celebridades y, eventualmente, reunir algún dinero para apoyarlos”, comentó el feliz dueño. Es así que hoy Bailey se encuentra, como muchos otros canes, tratando de adaptarse a la vida hogareña, y regalando una pizca de locura a su nueva familia.