12 Frases que a los simplones les gusta repetir, pero que la gente decente considera de mala educación

hace 2 años

Hace mucho, los títulos de “dama”“caballero” solo podían ser ostentados por representantes de los niveles más altos de la sociedad. Desde temprana edad, ellos asistían a lecciones, donde aprendían los conceptos básicos de la etiqueta. Hoy en día, tales actividades son bastante raras, y muchos perciben la cortesía elemental como una especie de formalidad innecesaria. Ser una persona educada en el mundo moderno significa no solo seguir las reglas de la buena educación, sino también mantener la dignidad en todas las situaciones, respetar a los demás, poder mantener una conversación y ser un interlocutor agradable.

En Genial.guru pensamos que muchos se equivocan con respecto a sí mismos, creyendo que conocen perfectamente las reglas de etiqueta. Hoy, en esta sección encontrarás frases que, a primera vista, suenan amables, pero que a menudo son pronunciadas por personas comunes, nunca por verdaderas damas y caballeros.

“¡Salud!”

¿Qué tiene de malo desear salud a una persona que estornuda? Nada, cuando se trata de familiares o seres queridos. Pero decirles eso a extraños, ya sea un cajero en una tienda, un empleado del banco o un socio comercial puede ser demasiado familiar. Las personas bien educadas no reaccionarán ante los estornudos de alguien, simplemente los dejarán pasar desapercibidos.

“¡No es necesario, puedo solo/a!”

Una de las principales reglas de los buenos modales es ser siempre cortés. Una abrupta negación como “¡No es necesario, puedo solo/a!” a una oferta de ayuda suena un poco agresiva. Pero de acuerdo con las reglas de etiqueta, mostrar irritación o mal humor es simplemente inaceptable. Una persona con modales impecables primero agradecerá el deseo de ayudar y solo entonces se negará con tacto.

“¿Puedo repetir?”

Una persona decente no solo no pone los codos sobre la mesa y sabe cómo sostener un cuchillo y un tenedor, sino que también recuerda que pedir una repetición cuando es una invitada es indecente. De acuerdo con la etiqueta, puedes aceptar una segunda porción solo si los propietarios de la casa expresan tal oferta.

“Perdón, pero...”

La frase “lo siento, perdón” no es menos importante para una persona educada que las palabras “gracias” y “por favor”. Agregar un “pero” después de haber comenzado a disculparte es como poner excusas. Intentar blanquearse y culpar a una desafortunada coincidencia de circunstancias es señal de una persona infantil.

“¡Has perdido tanto peso! ¿Qué tipo de dieta sigues?”

Existe una pequeña gama de temas que no se aceptan para ser discutidos en la sociedad. Esto abarca problemas de salud, incluyendo cualquier mención sobre una dieta, nutrición y tratamientos de spa. El comentario de que alguien ha perdido peso o, por el contrario, lo ha ganado no puede considerarse un cumplido en absoluto. Después de todo, nunca sabemos qué causó tal cambio: tal vez sea el estrés, trastornos hormonales o una enfermedad.

“¡Te lo dije!”

Los temas de conversación sin tacto incluyen no solo preguntas sobre salud, salario o problemas familiares, sino también consejos sobre cómo vivir y qué hacer en una situación determinada. Una persona bien educada nunca se permitirá insinuar la miopía y la sonsera del interlocutor, y más aún, no se impondrá a expensas de otra persona.

La frase “¡Te lo dije!” es utilizada comúnmente por aquellos que quieren señalar de forma furiosa los errores de otra persona mientras enfatizan su absoluta corrección. En el interlocutor, este comportamiento no suele provocar más que frustración e ira.

“¡Ay, no es nada! Yo solo...”

En respuesta a las palabras halagadoras, una persona culta no va a negar ni a poner excusas, porque puede confundir al interlocutor. La gente educada sabe que para observar los buenos modales basta con agradecer sincera y dignamente a la persona que ha hecho el cumplido.

“¿Y eso es todo?”

Las verdaderas damas y caballeros nunca se permitirán ni una frase ni una entonación ambigua para devaluar el regalo del interlocutor, incluso si es un recuerdo barato o un objeto innecesario. De acuerdo con las reglas de etiqueta, cualquier obsequio debe ser aceptado con dignidad y aprecio.

“Hola, ¿quién es?”

De acuerdo con las normas de etiqueta moderna, una conversación telefónica debe ser breve, inteligible y cortés. No se permiten entonaciones impacientes e imperativas. Y la frase común “Hola, ¿quién es?” se considera indecente. Los conocedores de los buenos modales saben que para no perder su tiempo y el de otras personas definitivamente deben presentarse al contestar una llamada.

“¡Es un secreto! ¡No le cuentes a nadie!”

La difusión de rumores causa un daño irreparable a la reputación y posición de una persona en la sociedad. Susurrar a sus espaldas, saborear los detalles de la vida personal de alguien (aunque sea “en secreto”) no solo es feo, sino también inmoral. La regla inmutable de comunicación que sigue una persona educada es que cualquier información debe ser verificada, útil e importante. Y si lo que quieres compartir no cumple con estos criterios, otro principio inconfundible viene al rescate: “El silencio es oro”.

“¡No es nada! ¡Tonterías!”

Es algo descortés menospreciar tu dignidad o dejarla de lado en respuesta a la gratitud, porque hace que el interlocutor sienta que sus palabras no significan nada. De acuerdo con las normas de etiqueta, se debe reaccionar al “Gracias” con moderación y sinceridad. Para mostrar respeto por el interlocutor y, al mismo tiempo, no menospreciar tu papel, basta con decir simplemente “Por favor” o “Siempre encantado de ayudar”.

“... para tu edad”

A pesar de que la mayoría de estos cumplidos se deben a buenas intenciones, de alguna manera ponen el acento en la edad. La expresión “... para tu edad” implica que los mejores años del interlocutor quedaron atrás, pero todavía luce bien. No hay lugar para tales formulaciones en el habla de las personas cultas. Si quieres elogiar la apariencia de alguien, di: “Te ves genial”.

¿Podrías llamarte a ti mismo una persona educada? ¿Cómo te va con los buenos modales?

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