Usuarios de Internet compartieron comportamientos de extranjeros que los dejaron asombrados

Historias
hace 3 años

Observar a los extranjeros es un divertido pasatiempo. En ocasiones, los habitantes de diferentes países son tan distintos entre sí como el cielo y la tierra. Las personas de algunas naciones poseen ciertas normas, reglas y peculiaridades de la conducta. Y a menudo, por determinadas señales se puede determinar a simple vista de qué país es alguien.

En Genial.guru identificamos llamativas peculiaridades de conducta de diferentes naciones gracias a las cuales es imposible confundir a sus habitantes con alguien más. Compartiremos ciertas observaciones de usuarios cuyo destino los puso cara a cara con extranjeros. Y al final del artículo agregamos un bono sobre las dificultades de vivir en una nación ajena.

1. Chinos

La mentalidad de los habitantes de Tianxia se diferencia drásticamente de la europea. Por eso, en ocasiones, su conducta puede sorprender. Pero debemos entender que para los chinos es algo normal. Por ejemplo, ellos aprueban hablar en voz alta e incluso no cambiarán ese hábito a las 3 de la madrugada al entrar en un hotel. Estos turistas pueden debatir vívidamente algo en un museo, lo cual fácilmente puede crear un efecto de un concierto de rock. Incluso en vacaciones, algo que los diferencia es que se levantan temprano: a las 5 de la mañana pueden estar pidiendo el desayuno o ejercitándose en la calle.

Una chica habló sobre su encuentro con habitantes de este país: “Mi amiga y yo fuimos a China. Mi trabajo está muy relacionado con esta nación, y algunos hábitos locales comenzaron a molestarme mucho: sorber la comida, escupitajos, y en especial las conversaciones en voz alta. Ese día llegamos y por la tarde nos fuimos a dar una vuelta. Además de que aquí, después del trabajo, generalmente se va a las plazas, encienden música a todo volumen y bailan de forma sincronizada, también juegan otro tipo de juegos. Tuvimos la suerte de que nos invitaran a jugar voleibol. Un grupo de chinos nos aventó la pelota. Mientras el juego iba avanzando, más personas fueron uniéndose. Todas eran tan adorables, simples y amigables”.

Frecuentemente, los viajeros chinos no hablan inglés y prefieren comunicarse en su idioma. Esto es lo que contó una usuaria en Internet: “Trabajo como auxiliar de vuelo. Habitualmente, y en especial a Europa, vuelan grupos de chinos. En ocasiones, el avión va lleno de ellos. Yo no sé cómo es que viajan: ¡no hablan en inglés y especialmente no lo entienden! Servir jugo no es un problema, ya que pueden señalar los dibujos en el envase, pero cuando les sirves la comida, todo se convierte en un circo. A mitad del avión tienes que imitar a una vaca con cuernos y a un pollo con alas”.

“Mi verano en Pisa: adivinen quién de estos miles de turistas ’no pudo’ leer el cartel de ’no pisar el césped’ frente a la torre”.

2. Alemanes

Los alemanes son unos amantes empedernidos de la naturaleza. Si ellos están de vacaciones, entonces se irán de campamento o, en última instancia, al parque. Hacer un tour o revolcarse en la playa no es lo suyo. Incluso los trabajadores optan por no ser perezosos al irse de vacaciones.

Además, los alemanes son muy flexibles al momento de viajar, y aquí hay una prueba de ello: “Llegó un autobús con turistas de Alemania. Aparcó en un enorme estacionamiento asfaltado cerca del parque acuático. Ellos no iban a ir allí (¡era muy costoso!). Se dirigían a caminar por la ciudad. Y después a comer, pero no en un restaurante. El chófer del autobús sacó la freidora, salchichas y paquetes de pan para hot dogs, y los puso a freír justo en el estacionamiento. Les entregó a los turistas bolsitas de kétchup. Los alemanes, satisfechos, disfrutaron de su comida mientras bebían café de sus termos. Pronto se dirigieron a conquistar nuevos caminos”.

3. Canadienses

La bandera con la hoja de arce frecuentemente está presente en sus prendas en el lugar más visible. En cada oración agregan la palabra “Eh”. Dependiendo del contexto, esta puede significar “¿Qué?”, “¡Bien!”, “¡Em!”, entre otras. Los canadienses no gritan, son tranquilos, amigables y bastante educados. Estos viajeros pueden disculparse incluso si el culpable eres tú. Te comprenderán si por algunas razones (por ejemplo, ruidos, ronquidos del vecino) es necesario cambiar de habitación.

Esta situación que ocurrió con una mujer claramente ilustra la mentalidad de los canadienses: “Poco después de migrar a Canadá, mi mamá fue a recoger hongos. En el bosque se encontró con un canadiense nativo. Cuando él se dio cuenta de que ella era una migrante, se preocupó mucho y le preguntó si no necesitaba ayuda financiera: al parecer, creyó que estaba muy hambrienta, ya que estaba buscando comida en el bosque”.

4. Japoneses

Frecuentemente van a otros países en grupos pequeños, son tranquilos y amables. Llevan cámaras fotográficas, mochilas y dispositivos de última generación. Los japoneses fotografían todo lo que ven en la vida. Ellos te ayudarán a cargar tu teléfono y te proporcionarán toda la ayuda que puedan ofrecerte. Esto lo confirmó un turista: “Siempre que viajo, si no hay quien pueda tomarme una foto, les pido a los turistas de Asia, en especial a los japoneses, que me ayuden. Debido a su cultura, ellos son muy educados y no rechazan. Y a pesar de todo el equipo que llevo encima siempre, tengo increíbles fotos, incluso en viajes a solas”.

Los japoneses son muy amables y tienen miedo de molestar a otras personas, incluso si hay un motivo para hacerlo: “Me encargo de organizar bodas. Tengo una clienta que se casó con un chico japonés. En nuestro país se realizan algunas actividades que involucran gritos, y uno de los retos consistía en gritar en la entrada del complejo habitacional que amaba mucho a la novia, pero él no quería molestar a los demás vecinos, así que estuvo a punto de irse de la boda. Durante ese día, a lo largo de todas las actividades, el novio se preguntaba si era necesario hacer todo eso. Actualmente, los cónyuges siguen casados, pero viven en Japón”.

5. Australianos

Durante las vacaciones pueden identificarse muy fácilmente debido a las acciones alocadas que realizan al estar emocionados. Precisamente gracias a su comportamiento, ellos atraen la atención de todos. Aman el ruido y la diversión, y frecuentemente se vuelven el alma de cualquier compañía. Por lo general, los australianos viajan en grupos.

Además, son muy lindos: “Melbourne, Australia. Paseábamos con nuestras hijas por el malecón, cuando de pronto vimos una moto Harley. Les dije a las chicas: ’¡Les tomaré una foto en la motocicleta!’. Encontramos al dueño y le pedimos permiso. Era un motociclista con barba, barriga, chaqueta de cuero y tatuajes, como los que se muestran en la televisión. Él, muy amablemente, nos permitió tomar la foto. Caminamos unos 30 metros y el hombre comenzó a correr detrás de mí gritando algo. Me detuve y lo esperé. Pensé que iba a decirnos: ’No vayan a dejarla caer ni a rayar’, y cosas por ese estilo. Pero se acercó a mí y me dijo: ’Acabo de llegar, así que el motor y el silenciador están calientes. Ten cuidado de que las chicas no vayan a quemarse’”.

6. Españoles

Los habitantes de España no tienen ninguna prisa, mucho menos en vacaciones. Frecuentemente viajan por su país o por América Latina: van a México, Argentina, o a República Dominicana. Ahí se sienten bien, ya que todo es accesible y hablan el mismo idioma (algunos españoles no saben mucho inglés). Estos turistas son un pueblo nocturno. Es raro que los encuentres en las calles durante el día, ya que aún en vacaciones toman sus siestas. Y cerca de la noche realizan cantos, bailes y pequeñas fiestas.

Los españoles aman la vida y son muy positivos en cualquiera de sus manifestaciones: “Rusia. Caminaba por el centro de la ciudad y vi que un turista preguntó algo por un camino, pero no podían explicarle. Me acerqué y traté de ayudarlo en inglés. Él respondió que era español y que no sabía nada de ese idioma. No se me ocurrió nada más que cantar ’Despacito’ y comenzar a bailar alrededor del español. El extranjero se emocionó tanto que comenzó a cantar esa canción y a bailar conmigo. Fue muy divertido e inusual. Estoy seguro de que nos recordaremos para toda la vida”.

A veces son un poco desesperados: “Algunos españoles sueñan con viajar a países poco comunes como Rusia. Ellos consideran que, si tienes dinero, entonces debes de ir a San Petersburgo, ya que es la ciudad al norte más grande del mundo. Y creen que es igual de hermosa que Venecia”.

Vivo en Madrid. Hace un año, en enero, vi un reportaje en las noticias, en donde decían que más de 4 pueblos se habían quedado sin la posibilidad de entrar a Madrid en sus autos. Al principio pensé que tal vez había caído mucha nieve o habían cerrado la carretera. Sin embargo, el problema fue que la noche anterior había llovido y los coches se habían cubierto con una capa de hielo. Un hombre con una gran chamarra corrió e hizo gestos con las manos: ’Mira, ¡mira, por favor! ¡No veo nada!’. ’¡Qué gran problema!’, pensé yo. En el trabajo le conté a mi amigo español lo que habían pasado en las noticias y le pregunté si en las tiendas no vendían cepillos para limpiar el hielo, y respondió: ’¡Es hielo, se derretirá en un día! Solo hay que esperar, el cepillo no funcionará (en mi país, normalmente, este problema se resuelve con la ayuda de cepillos)’. Ese día pensé lo siguiente: ¿cómo fue que pudieron conquistar la mitad del mundo? ¡A veces me parecen tan indefensos como unos gatitos! No me imagino si ellos vivieran en un país más nórdico como Canadá o Rusia. Seguramente dirían: ’¡Es imposible ir a trabajar, tenemos que esperar!’”.

7. Franceses

Estos turistas prefieren comunicarse solo en francés. Incluso si saben inglés, lo ocultan muy bien. Y esta historia es una prueba de ello: “Los franceses no toleran el inglés, a pesar de que muchos de ellos conocen frases debido a los programas escolares. La ciudad de La Rochelle, en Francia, no es completamente un destino turístico. Muy pocas personas visitan esta cálida localidad con una rica historia y el fuerte Boyard en el estrecho. Fui hasta allí en carro e incluso encontré estacionamiento gratuito en el centro de la ciudad, algo que a estas alturas se podría considerar tener mucha suerte. Regresé a mi auto y vi otro carro con placas francesas. No había mucho lugar para aparcar. Le hice señas al conductor y bajó su vidrio: ’¿Buscas lugar?’, le pregunté en inglés. ’Je ne parle pas anglais! (¡No hablo inglés!)’. Claramente el conductor no quería hablar en inglés. Con mucha dificultad le pregunté lo mismo, pero en su idioma. ’Espera un poco, ya casi me voy y podrás ocupar mi lugar’, le dije en inglés. Y estas fueron las palabras mágicas que lo hicieron recordar que también hablaba ese idioma...”.

Además, son partidarios de la belleza natural: se ven como si recientemente se hubieran levantado de la cama, es decir, sin maquillaje, sin peinarse y con su ropa ligeramente arrugada. Un chico que se mudó a Francia compartió sus impresiones: “Muchas personas ciertamente no hacen el mínimo esfuerzo por verse bonitas. Para ser sincero, estoy un poco acostumbrado a que las chicas en mi país se maquillen, usen vestidos y tacones para ir a la escuela. Pero aquí solo he visto a mis compañeras de clase en tacones una vez, en el baile de graduación, y tan solo una hora, ya que, debido a la falta de costumbre, pasaban incomodidades y preferían usar zapatos más cómodos. Una combinación muy graciosa: vestidos hermosos y tenis deportivos. ¡Sin embargo, tienen una figura excelente! O todas hacen ejercicio, o los cruasanes no engordan”.

Por cierto, los franceses son muy honestos: “Mis amigos y yo estábamos paseando por la noche. De pronto, mi teléfono salió volando de mi bolsillo. Pensé que no volvería a verlo (a pesar de todas nuestras búsquedas, no logramos encontrarlo). Al día siguiente, un turista francés me escribió en mis redes sociales y quedamos de vernos. Él acudió, gastó su tiempo, y no aceptó ni un solo centavo como agradecimiento. Incluso rechazó que le comprara un café. Chicos, hagamos lo mismo, ya que es muy agradable poder recuperar una cosa que habías dado por perdida”.

8. Turcos

Mujeres respetuosas y humildes. Hombres de aspecto estricto. Los caballeros tienen una conducta amistosa y ligera entre sí. Cuando te ven, se callan y te miran de una manera penetrante bajo sus oscuras gafas de sol. Se visten con mucho estilo; las mujeres prácticamente pasan desapercibidas tanto en comportamiento como en vestimenta.

Esta nación es muy positiva y sociable, esta fue la conclusión que hizo una chica que viajó allí y se sumergió un poco en su vida cotidiana: “Mi mamá y yo fuimos a Estambul. Una vez viajamos en tranvía a la hora pico. Los vagones iban completamente llenos. Mi madre dijo: ’¡Dios mío! ¿Por qué todos son tan amigables y todo el tiempo van hablando? ¿¡Acaso no pueden viajar en silencio y verse con cara de enojados!?’. En el vagón iban otros chicos que entendieron nuestro idioma y coincidieron con el pensamiento de mi mamá”.

9. Suecos

Deportivos, con estatus, rubios, son claramente fáciles de reconocer a lo lejos. Además, son corteses y agradables al conversar. Incluso en la playa durante las vacaciones, pueden hacer deporte, por eso frecuentemente tienen figuras increíbles. Su estilo de vida es muy diferente del resto de todo el mundo: “Una vez, unos extranjeros migrantes perdieron las llaves de su casa y les contaron a sus amigos suecos lo sucedido. Con asombro, ellos respondieron: ’¿Cuál es el problema? ¿No les pusieron una etiqueta con la dirección para poder recuperarlas en caso de perderlas?’. Y después de eso ocurrió una silenciosa escena: los migrantes y los suecos se miraron mutuamente con gran desconcierto”.

10. Ingleses

Se dividen en dos tipos. Los primeros son jóvenes y alegres. No están en contra de embarrar con pasta de dientes a sus amigos mientras duermen, y en cada oportunidad construyen atuendos de medios improvisados, por ejemplo, una toga de sábanas. A menudo puedes observar este tipo de británicos en el desayuno: ellos toman las pinzas al inicio del bufé y se abren paso sirviéndose un omelet, salchichas y una rebanada de pastel en un mismo plato. El otro grupo son los típicos británicos que siempre están vestidos muy bien, toman té con leche exactamente a las 17:00 y leen libros.

Esta fue la situación que ocurrió con una chica, la cual tuvo una relación cercana con un inglés: “Salía con un inglés. Su truco favorito era ir a restaurantes, armar un escándalo y no pagar. Casi inspeccionaba con lupa los vasos, y si encontraba algún rastro de labial, entonces comenzaba a gritar como histérico. Incluso si él no buscaba problemas en los restaurantes, ellos venían a él. Una vez fuimos a una cafetería y yo esperaba de todo como siempre. Y de pronto, debajo de su hoja de lechuga, salió un escarabajo”.

Esta es otra prueba de que las relaciones entre personas de diferentes naciones son complicadas: “Un inglés me había estado cortejando durante bastante tiempo. En nuestro quinto encuentro fui a su casa y él comenzó a cocinar pasta. Me dio un rallador y queso parmesano. Yo estaba demasiado hambrienta, así que me comí un trozo de queso. Él vio eso y comenzó a enojarse. Me obligó a abrir la boca y a mostrarle cuánto había comido. Me quedé sorprendida. Después comenzó a decirme que esos eran sus productos y que él los había comprado con su propio dinero. Cuando trató de besarme, inventé un excusa para escapar”.

En cuestión de bromas, nadie puede competir con los ingleses: “Volaba de Heathrow. Era estudiante de una escuela de verano. Caminaba por la terminal llevando dos bolsos en las manos, una mochila en la parte de atrás y un gran peluche, el cual, al parecer, se llamaba Mr. Monster, una gran bola con manos largas. Até las manos de este monstruo en mi pecho y, por consiguiente, gran parte de él quedó encima de la mochila. Iba tranquilamente y de pronto, un oficial corrió detrás de mí y simuló sacar su arma mientras gritaba: ’Watch out!!! (¡Cuidado!)’. Me detuve drásticamente: ’¿Qué pasa?’. Y él me dijo: ’Llevas un monstruo en tu espalda’. Se rio, me dio unos golpecitos en el hombro y siguió su camino”.

Bono 1: Diferentes naciones tienen diversas percepciones sobre la figura femenina

“Viví en varios países. Tengo una figura normal, estándar. Para los españoles soy delgada, para los italianos podría adelgazar un poco. Para los chinos soy gorda, y para los filipinos e indonesios soy obesa. Para los hindúes soy delgada. Para los australianos y estadounidenses soy demasiado delgada. Dependiendo del país, mi talla de ropa cambia de XS hasta XL”. © Oído por ahí / Vk

Bono 2: Por qué en Finlandia hay un vigilante en los baños

“En la frontera donde se detiene el transporte de turistas no solo hay un proceso de revisión, sino también cafeterías, tiendas y baños. Hablaré de esto último. Son cabinas extraordinarias con calefacción, iluminación, sin malos olores y donde siempre hay papel higiénico. Cerca de ellos suele haber una persona. Ella se acerca directamente a las cabinas cuando entran los demás: ’¿Pasa algo?’, le pregunté. ’Estoy vigilando que todo esté bien’, me respondió con su acento. De pronto entendí por qué este señor pasaba por las cabinas. Una turista comenzó a empujar y a golpear la puerta. Este hombre de inmediato se acercó y pronunció: ’¡Baje el agua en el excusado!’. Los golpes se detuvieron. En un santiamén, la puerta se abrió y de ahí salió una chica: ’¿No sería más fácil colgar un anuncio en la puerta?’. El hombre abrió la puerta y le enseñó una hoja con ilustraciones e instrucciones en ruso, inglés y finés. Pero pobre sujeto. Aun así, tenía que vigilar de cerca los baños en la temporada de turistas, quienes, al parecer, durante toda su vida no habían aprendido a leer y a bajar el agua en el excusado”. © Zeppilin / Pikabu

¿Qué hábitos y peculiaridades de la conducta has notado en los habitantes de otros países? Comparte tu experiencia en los comentarios.

Comentarios

Recibir notificaciones

Lecturas relacionadas