Sí, sí, nuestra lista no termina con un país, sino con toda una región: el Mediterráneo. Se lo puede reconocer como un líder tanto en términos de lo saludable y equilibrado de la dieta de los residentes locales, como según nuestro ideal convenido: la pirámide alimenticia. ¡No por nada el nombre de esta región se usó para titular la mundialmente famosa dieta mediterránea!

Las ventajas de esta cocina son evidentes: en todo el Mediterráneo aman consumir mariscos, verduras frescas (tomates, pimientos, calabacines, berenjenas, alcachofas) y frutas. También son ampliamente utilizados las especias, la miel y las hierbas aromáticas: albahaca, romero, orégano. Las principales fuentes de grasa son una variedad de quesos, nueces y aceite de oliva, y frijoles y maíz. Al mismo tiempo, las técnicas de la cocina mediterránea son extremadamente simples y están orientadas a preservar el sabor y el aroma original de los productos.

Como puedes ver, todas las cocinas saludables del mundo tienen mucho en común. Están dominadas por frutas y verduras locales frescas, livianos platos de pescado, guarniciones simples y nutritivas: arroz, maíz, verduras. Se usan muchas especias. Hay cantidades limitadas de carne y leche, y la fruta, las bayas, los frutos secos y la miel reemplazan exitosamente los postres. Es importante señalar que casi todas las cocinas tradicionales utilizan un tratamiento térmico mínimo, prefiriendo los alimentos crudos, naturales y orgánicos. Y, por supuesto, que se excluyen por completo los productos semiacabados y la comida rápida.

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