16. Al aceptar la invitación de un chino, por ejemplo, a cenar o hasta a quedarse en su ciudad durante algunos días, ten en cuenta que él tiene la intención de pagar por ti. Discutir con él significa menospreciar su condición de anfitrión hospitalario y mostrar una gran falta de respeto. Mejor elogia de todas las formas posibles sus esfuerzos y su generosidad, y muestra gratitud sincera.

17. Al ir a un típico establecimiento gastronómico chino, recuerda que no hay ni habrá tenedor. Aún si comer con palillos te resulta extremadamente difícil, nunca hagas lo siguiente:

No claves los palillos en el arroz (a menos que estés en un funeral).
No arrojes los palillos sobre la mesa; es un augurio de mala suerte.
No apuntes a tu interlocutor con un palillo mientras hablas; es un insulto.
No golpees con los palillos tus dientes o una taza; es de muy mala educación.
No tomes los alimentos con los extremos opuestos de los palillos (es difícil confundirlos, pero aun así).
No pinches la comida con un palillo.
Es relativamente permisible, se te considerará extremadamente poco hábil, pinchar la comida (por ejemplo, los ravioles) con los palillos en un intento de, por fin, llevarla a la boca.

Por mucho que sufras durante una comida así, recuerda que tus heroicos intentos de comer como debería hacerlo una persona decente impresionarán profundamente a tus conocidos chinos.

18. Muchos consideran a los habitantes del Imperio Celestial extremadamente descorteses, y es comprensible: se empujan constantemente, pasan sin respetar la fila y se comportan, en general, como si alrededor no hubiera otras personas. Olvídate de esperar una disculpa y acepta el hecho de que los chinos que están detrás de ti en la fila pueden considerar que es más cómodo estar parado apoyándose en ti. Ellos lo comentan de esta manera: “Sí, sabemos que a los extranjeros este tipo de comportamiento les parece grosero, pero es porque nunca han vivido en un país con tanta gente, somos demasiados, nunca lograrás tener un asiento en un autobús, o un buen trabajo, si piensas en ser cortés”. Bueno, es difícil no creerles y no compadecerles, al ver esta foto del examen de ingreso a la escuela local de arte.

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