9 Productos cotidianos que traen sorpresas para nada agradables

Consejos
hace 3 años

Todo el mundo sabe que el amor excesivo por los dulces y la harina conduce al sobrepeso, y ni siquiera es el mayor daño que las cosas ricas que tanto amamos le pueden causar a nuestro cuerpo. Pero resulta que hasta los productos que estamos acostumbrados a considerar más o menos buenos para la salud, pueden contener un peligro capaz de dañar seriamente a nuestro organismo.

Genial.guru ha recopilado información sobre 9 productos populares que adoramos, cuyo amor deberíamos reconsiderar.

1. Camarones

Los camarones son capaces de acumular metales pesados, por lo que es importante saber exactamente dónde fueron capturados. Esto también aplica a otros productos del mar. De todos los mariscos, éstos son los líderes en niveles de colesterol. Un consumo excesivo provoca la aparición de placas que causan el bloqueo de los vasos sanguíneos y la aterosclerosis. Se recomienda comer camarones con hojas verdes y verduras, ya que éstos pueden eliminar las grasas del cuerpo y, así, reducir el riesgo de sufrir alguna afección.

2. Arroz

El arroz crece en campos inundados, y usualmente están saturados con arsénico inorgánico que el agua elimina del suelo. El consumo regular de productos "enriquecidos" con este veneno causa trastornos del desarrollo, diabetes, enfermedades del sistema nervioso y del corazón, así como también cáncer de vejiga y pulmones.

Los científicos de Queen's University of Belfast llevaron a cabo una serie de experimentos con preparaciones hechas de arroz, y encontraron una forma de volver este grano más seguro. La concentración de arsénico se puede reducir en un 80% si, antes de la preparación, se remoja en agua durante una noche.

3. Yogur

Los yogures del supermercado contienen conservantes, espesantes, saborizantes y otros "beneficios", que no tienen nada que ver con el clásico yogur de leche, fermentado con bacterias de ácido láctico.

El principal peligro es el azúcar y la grasa de la leche. La OMS recomienda no consumir más de 6 cucharaditas de azúcar por día, y unos 100 gramos de yogur del supermercado pueden contener hasta 3 cucharas. Los efectos secundarios son el exceso de peso y el riesgo de desarrollar diabetes, una carga para el páncreas. El contenido de grasa en este alimento generalmente supera el 2,5%, lo que aumenta el nivel del colesterol y el riesgo de sufrir un derrame cerebral o infarto.

El yogur natural, en cambio, tiene muchos beneficios para el cuerpo y es fácil de preparar en casa. Solo se necesita leche y levadura seca, que se puede comprar en cualquier tienda de alimentos. Y en lugar de emulsionantes, puedes agregar fruta fresca o miel.

4. Salchichas

Si en las salchichas que compras llega a haber un 50% de carne, considera que tienes mucha suerte. En el mejor de los casos, no suelen contener más del 10-15% de materia cárnica. El resto de los ingredientes son harina de huesos, cartílagos, piel, grasas vegetales y animales, almidón, proteína de soja y mucha sal. Y sí, no es posible verificar si la soja que contienen es genéticamente modificada o no.

Las "especias" que se agregan a este producto son espesantes, colorantes, conservantes y potenciadores del sabor. Al acumularse en el cuerpo, estos suplementos destruyen el sistema inmunitario, pueden desencadenar alergias y enfermedades graves, incluido el cáncer de páncreas. Las salchichas son especialmente dañinas para los niños: su sistema digestivo no puede digerir la compleja composición química de los embutidos cocidos.

Los estudios de los científicos de la Universidad de Glasgow (University of Glasgow) demostraron que el consumo regular de tan solo 9 gramos de carne procesada por día aumenta el riesgo de cáncer de mama en un 15%. La investigación involucró a 260 mil mujeres.

5. Queso con moho

Los quesos de élite con moho noble, como Roquefort, Dorblu, Camembert o Brie, tienen una serie de propiedades útiles: mejoran la absorción de calcio, reducen los efectos negativos de los rayos UV, enriquecen el cuerpo con proteínas, previenen la disbacteriosis y la fermentación en los intestinos, mejoran el fondo hormonal y el trabajo del sistema cardiovascular. Penicillium roquefort (el moho blanco) licua la sangre, mejorando su fluidez.

Pero no se puede consumir más de 50 g de queso con moho por día. Exceder esta norma regularmente causará que la flora intestinal se sature de esporas de hongos Penicillium, lo que provocará una falla en el trabajo del órgano y disbiosis, y también generará en el cuerpo tolerancia a los antibióticos. Además, en cualquier moho, incluso en uno noble, hay sustancias que causan alergias.

Los quesos azules y blancos se deben excluir por completo de la dieta durante el embarazo y el período de lactancia. Los mohos contienen listerias que causan enfermedades infecciosas que pueden provocar en las mujeres embarazadas fiebre y vómitos, y en los casos más graves, aborto espontáneo, nacimiento prematuro y anomalías del desarrollo fetal.

6. Galletas saladas

¿Te gustan las galletas saladas? También le gustan a la diabetes, a las apoplejías, infartos, obesidad, a la aterosclerosis y a la enfermedad de Alzheimer. La OMS recomienda consumir menos de 5 g (1 cucharadita) por día. Una pequeña porción de galletas con sal contiene 3 dosis diarias. Consumir grandes cantidades puede causar un aumento de la presión y provocar un vasoespasmo.

7. Galletas con glaseado de chocolate

Es uno de los tipos de galletas más deliciosos y populares. Una desventaja: en lugar de glaseado natural, están bañadas en grasa de confitería. Un consumo descontrolado de galletas bañadas en "chocolate", waffles y otros productos similares produce un rápido aumento de peso que puede llevar a la obesidad. Estos productos son "ricos" en grasas trans, las que pueden causar enfermedades cardiovasculares y muerte prematura.

8. Bizcochuelo

Al revisar el envasado de bollos o rollo de bizcochuelo en un supermercado, la primera señal de alerta es la fecha de caducidad. Este tipo de productos se pueden almacenar de forma segura durante un promedio de 5 meses sin perder su suavidad. No les sucede nada en absoluto. La infernal dosis de grasas y conservantes convierte al bizcochuelo en veneno para el cuerpo.

9. Helado

Los científicos de la Universidad de Georgia, en Atlanta (EE. UU.), llevaron a cabo una serie de experimentos e identificaron un posible vínculo entre los emulsionantes más populares de la industria alimentaria y el cáncer del intestino delgado y grueso.

El uso simultáneo de los espesantes y los emulsionantes - polisorbato 80 y carboximetilcelulosa (E466) - causa notables cambios en la flora intestinal, volviéndola propensa a la inflamación, y aumentando el riesgo del desarrollo de cáncer. El polisorbato 80 suele añadirse al helado para mejorar su consistencia, y también para evitar que se derrita rápidamente. El E466 se utiliza como estabilizador y espesante.

Además, se utiliza grasa de leche (sí, la misma que para el yogur), que convierte el helado en una "bomba" para el cuerpo. Los científicos de la Universidad Estatal de Michigan (Michigan State University) descubrieron en el curso de una investigación que con el consumo de este producto durante la pubertad, aumenta en gran medida el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Y los expertos del consorcio médico Kaiser Permanente (Oakland, California) han demostrado que, en las mujeres que han sobrevivido al cáncer, el consumo del helado aumenta la probabilidad de su regreso.

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