Dormir de lado con las piernas ligeramente flexionadas, los brazos extendidos y la cabeza de lado, se conoce como la postura análoga. Se recomienda acostarse sobre tu lado izquierdo para descansar mejor tus órganos vitales.

Ventajas:

Evita los dolores de cuello y de espalda.
Si duermes acostado sobre tu lado izquierdo puede reducir el reflujo ácido.
Ayuda a reducir la apnea del sueño y los ronquidos.
Alivia la acidez estomacal.
Permite que el cuerpo elimine los desechos del cerebro de manera más eficiente y reduce el riesgo de desarrollar trastornos como el Alzheimer y el Parkinson.
La investigación muestra que las personas que duermen en esta posición tienen menos probabilidades de despertarse en la noche, esto quizás se deba a la comodidad que obtiene el cuerpo.

Desventajas:

Restringe el flujo adecuado de sangre y ejerce presión sobre los nervios lo que puede provocar dolor en los hombros y los brazos.
La compresión nerviosa puede ejercer presión sobre los órganos internos, como el estómago, el hígado y los pulmones.
Puede causar senos caídos y envejecimiento prematuro de la piel.

Soluciones:

Duerme sobre una almohada satinada para reducir las posibilidades de arrugas faciales.
Coloca una almohada entre tus rodillas para apoyar tu pierna superior.

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