18 Personas contaron las cosas que escucharon en otro idioma y que no debían saber

Historias
hace 1 año

No cabe duda de que conocer un idioma distinto a nuestra lengua materna es muy beneficioso para nosotros: nos puede ayudar a conseguir alguna meta laboral en particular, a conocer culturas distintas o simplemente a comunicarnos de forma adecuada con un mayor número de personas. Sin embargo, algunos usuarios se sorprendieron al notar que esta habilidad los ayudó a entender conversaciones ajenas que no se suponía debían escuchar.

¿Qué secretos has descubierto por haber escuchado de casualidad conversaciones ajenas?

  • Estaba en el metro, asistiendo a un seminario en la Universidad de Delhi. Dos tipos estaban parados justo al lado de mi asiento. De repente, empezaron a hablar en alemán, sin saber que yo también conocía el idioma. Toda la conversación fue sobre aspectos cotidianos, hasta que uno de ellos dijo: “Hablemos de esta chica”. Hasta ese momento, no les había prestado mucha atención, y me pregunté si estaban hablando sobre mí, ya que había otra muchacha sentada cerca de donde estábamos. Empezaron a decir cosas bonitas sobre mi aspecto y mi forma de vestir, por lo que me resultaba muy difícil mantener la calma. Estaba disfrutando su conversación. Al bajar del metro, les dije en alemán: “Sie sprechen sehr gut Deutsch” (“Hablas alemán muy bien”). En eso, se sorprendieron. Sin palabras. Fue mi turno de reír. © Anshu Bharti / Quora
  • Hace unos años, fui a comprar unos saris. Ya tenía decidido el color, tejido y rango de precio que buscaba. Como de costumbre, pregunté (en telugu) por los que tenía en mente. El vendedor fue a recoger los trajes del perchero que había en la tienda. Fue entonces cuando una chica, que parecía ser la líder de la sección de saris, lo llamó y le dijo en inglés que me trajera unos productos que llevaban sin ser vendidos dos años, ya que yo no notaría la diferencia. Yo, siendo una anciana, podría haberla hecho suponer que no sabía inglés. Cuando el hombre volvió, me dijo en telugu que había nuevo stock que acababa de llegar por la mañana y me pidió que esperara. Después de quince minutos, llegó con un gran paquete de trajes y comenzó a mostrármelos, pero yo iba rechazándolos. Después de una hora y media, me cansé y, en inglés, pedí que me informaran cuando les llegara un nuevo stock. La chica se quedó estupefacta. Salí de la tienda y nunca regresé. © Vijaya Lakshmi / Quora
  • Soy sueco y trabajo en la recepción de un hotel en Londres. Un día, uno de nuestros huéspedes me indicó que la bombilla de su habitación se había fundido, por lo que le dije que se lo comunicaría al encargado de mantenimiento para que pudiera reemplazarla, pero que demoraría un poco, a lo que accedió. Inmediatamente después, se dirigió al resto de su grupo, todos suecos, quejándose porque yo no podía cambiar la bombilla inmediatamente. Nunca olvidaré las miradas en sus rostros cuando le respondí: “¡Oh, eres sueco, genial! El problema es que no tengo idea de dónde están guardadas las bombillas”. © Johan Dahlberg / Quora
  • Estaba en la Terminal Grand Central de Nueva York tarde en la noche. El lugar estaba vacío, solo estábamos unos vagabundos y yo durmiendo en el pasillo. Dos chicos corrieron hacia mí, discutiendo sobre si debían pedirme indicaciones, aunque uno de ellos no quería porque, al creer que yo era chino, no iba a entender inglés. El otro muchacho se me acercó y me preguntó por la ubicación de la autoridad portuaria. En vez de darles indicaciones, sonreí, moví la cabeza de arriba a abajo y les dije que no hablaba inglés. Se fueron corriendo en la dirección equivocada. © Gaku Sato / Quora
  • Era 2016 en Brujas, Bélgica. Estaba con mis padres y acabábamos de tomar un taxi que, de alguna manera, se convirtió en un viaje compartido con una familia británica. Todo iba bien, hasta que escuché a la señora decir en inglés que nos veíamos raros. Me quedé en silencio tanto como pude, mientras ellos discutían y se reían de cómo estábamos tan abrigados (¡fue en medio de un invierno helado y vivo en el ecuador!). Mi madre debió haberme visto incómoda, porque me preguntó en indonesio si algo andaba mal. No pude soportarlo más, así que le respondí a mi mamá en inglés, asegurándome de que la familia británica me escuchara bien, que algunas personas todavía pensaban que el inglés no era un idioma universal y creían que era muy divertido burlarse de los demás solo por su apariencia. Al menos yo ya no era la que estaba incómoda en ese taxi. © Wina Aesthetica / Quora
  • Una vez fui a dar una lección de inglés a un grupo de estudiantes en una parte rural de Japón. Al finalizar la clase, empezaron a hacerme preguntas personales, como cuál era mi comida favorita, hasta que uno de ellos quiso saber cuál de las chicas de la clase me parecía más bonita. En ese punto, se habían dado cuenta que yo entendía muy bien el japonés (la regla era no hablar en ese idioma), así que le dije que, cuando me formulara la interrogante correctamente en inglés, le respondería. Luego de muchos intentos y de recibir ayuda de sus compañeros, no lo logró. Así que, cuando se terminó la clase, me despedí de ellos... en japonés. © Norman T. Chella / Quora
  • Estaba en una panadería, comprando una botella de agua. El vendedor dijo que eran 25 rupias. Le pagué y, cuando me estaba yendo, miré la impresión en la botella y me di cuenta de que en realidad costaba 24. Naturalmente, pedí el cambio en canarés. Él respondió que era “cobro de enfriamiento” (algunos lugares se toman la libertad de cobrar por mantener sus bebidas frías). Le respondí que la botella estaba a temperatura ambiente. Entonces, mientras esperaba el cambio, él tuvo una conversación con alguien más en tamil, que resulta ser mi lengua materna: “¿Quién diablos es este tipo? No está dispuesto a soltar ni una sola rupia”. Cuando finalmente me entregó el cambio, le respondí en tamil: “Incluso si es solo una rupia, es algo por lo que trabajé. ¿Por qué debería simplemente dejarlo pasar?”. La mirada que puso fue algo que atesoré durante mucho tiempo. © Guna Raman / Quora
  • Estaba esperando el ascensor con un desconocido a mi lado. Cuando llegó, entramos y encontramos a dos chicas en él. El muchacho era lindo. Un momento después, una chica le dijo a la otra en tamil que yo no coincidía físicamente con ese chico y que él debería tener una novia más linda, ya que yo me veía muy por debajo del promedio. Estaba perpleja. Justo cuando estaba a punto de salir del ascensor, me volví hacia ellas y les dije en mi tamil entrecortado: “Estoy casada con un chico mucho más guapo que él. Pueden ir y hablar con él, si quieren”. Me di vuelta y la puerta se cerró. Había olvidado este incidente, hasta que un mes después me encontré con el mismo chico. Me sonrió, me mostró su anillo de bodas y dijo en tamil que él también estaba casado. ¡Fue muy sorpresivo y totalmente inesperado! © Shefali Naidu / Quora
  • Mi mamá es china. Yo nací en Estados Unidos, pero siempre nos comunicábamos en mandarín. Hace unos 20 años, estábamos en un viaje por carretera a Los Ángeles. Nos detuvimos en una estación para usar el baño. Había bastante gente y yo tenía 12 años, así que, cuando mi mamá lo vio, me dijo en chino que estaba detrás del hombre calvo. Yo no le entendía y ambos empezamos a frustrarnos, por lo que nos abrimos paso y ella gritó: “¡Detrás de este gordo calvo!”. Fue ahí cuando el sujeto se dio la vuelta lentamente, nos miró a ambos y con mucha tranquilidad dijo “No estoy gordo” en perfecto mandarín. Estábamos impactados y avergonzados. © Mark G. Sosa / Quora
  • Estaba usando mi mejor traje, tacones, maquillaje y peinado para una entrevista laboral cuando pasé junto a unos trabajadores hispanos en la calle y les sonreí amablemente. Creo que eso los sorprendió, porque muchos estadounidenses tratan a las personas que hablan otro idioma, especialmente a los trabajadores, como si fueran invisibles. Después de pasar, un trabajador le dijo al otro: “Ahí hay una mujer de calidad”. ¡Fue un gran refuerzo de confianza justo antes de la entrevista! © Lisa Dare / Quora
  • Cuando tenía 14 años, me teñí el pelo de azul, no por alguna razón en particular, sino porque solo quise hacerlo. Un día, estaba esperando para cruzar una intersección en un sitio donde no había mucha gente que hablara francés, y había una pareja de ancianos detrás de mí hablando este idioma, renegando sobre mi cabello, diciendo que debía tener una madre terrible, simplemente siendo gente desagradable sin ninguna provocación. Me quedé escuchándolos por un minuto, hasta que me di la vuelta y les dije en francés que podía entenderlos y que estaban siendo crueles, que no tenían derecho a decir ese tipo de cosas terribles sobre un niño. Ellos se pusieron nerviosos y fingieron que no habían dicho nada. Luego, actuaron como si no pudieran escucharme. © Sean Alexander Simpson / Quora
  • Como mi oficina estaba a 35 kilómetros de mi casa, solía contratar a un mismo taxista para que me dejara cerca. Por lo general, hablaba hindi con él, aunque en realidad mi lengua materna es el canarés. Era mi último día de viaje, ya que iba a trasladarme a una casa de huéspedes cerca de mi oficina, por lo que había llevado mi equipaje conmigo. Ese día, su amigo estaba con él, y empezaron a hablar sobre mí, a burlarse de mi ropa, asumiendo que me estaba dando por vencida en la vida. En cierto punto, decidí interrumpir su charla y les dije: “Sé canarés”. Sus sonrientes rostros de repente se convirtieron en unos sorprendidos y se disculparon por el resto del camino. © Madhuri Keshavkumar / Quora
  • Estaba saliendo de una de las estaciones del metro de Londres cuando me encontré con un grupo de chicos y maestros de secundaria. Me di cuenta de que eran italianos en un viaje de estudios (yo también soy italiano, pero ellos no sabían). Tengo vitíligo, lo que significa que aproximadamente la mitad de mi vello facial es blanco. Una de las profesoras me miró y, en italiano, les dijo a sus alumnos en voz muy alta “Oh, Dios mío, miren a este londinense, ¡qué raro es!”, a lo que respondí en italiano: “¡Él es muy raro, pero él también es italiano!”. Todos los niños comenzaron a reírse de la maestra y ella estaba tan avergonzada que se puso roja. © Simone Bertaiola / Quora
  • Soy una chica japonesa-estadounidense, aunque no tengo muchos rasgos asiáticos. El verano pasado, viajé a Japón durante un mes para pasar tiempo con mi familia. Un día, fui con mi tía a un mercado al cual suelen ir varios turistas. Mientras estábamos ahí, escuché una conversación entre dos damas japonesas sobre los extranjeros, lo que llamó mi atención. En cierto punto, empezaron a hablar sobre mí (me di cuenta porque me estaban mirando), diciendo que estaba aparentando entender lo que decían los letreros. Por supuesto que ellas no sabían que en realidad sí los entendía. Después de eso, pasé junto a las damas y le hice una pregunta a mi tía en perfecto japonés. Las mujeres se quedaron sin palabras, ya que no esperaban oír nada en ese idioma saliendo de mí. Esa mirada de sorpresa en sus rostros me alegró el día y apenas pude contener una sonrisa. ¡Solo puedo imaginar la vergüenza que sintieron! © Sarah Turner / Quora
  • Un día, entré al elevador de mi oficina y había dos hombres ahí, quienes empezaron a hablar sobre mi altura (sí, soy alta) y mis pantalones, diciendo que sentían pena por mí. Ellos pensaban que no los podía entender, pero llegó un momento en el que ya no pude contener la risa. Me volteé y les dije: “Este es un pantalón a los tobillos y se supone que debe usarse así”. Me dieron una sonrisa extraña y salieron del ascensor. Es divertido cuando la gente asume cosas. © Nithya Shankar / Quora
  • He estado casado con una filipina por más de 35 años. Hace unos 25, empecé a estudiar tagalo. Hace unos 15 años, estábamos visitando a su familia. Acababa de levantarme de la cama una mañana y estaba sentado frente al televisor en bata de baño, sin peinar ni afeitar, bebiendo una taza de café. Mi esposa y dos de sus primas estaban charlando alegremente en su dialecto (bisayano). Una de ellas me miró y dijo: “Es muy guapo”. Me sorprendió bastante, dada mi condición. La otra prima dijo: “Cuidado, habla un poco de tagalo”. Asentí con la cabeza. Fue la primera vez que vi a una filipina ponerse roja. © Mike Finney / Quora
  • Les pasó a mis hijos en Japón. Como niños que asistían a escuelas japonesas locales, rápidamente dominaron el idioma. Un día, mi niña estaba en un tren hacia Tokio cuando dos ancianas comenzaron a hablar sobre cómo los extranjeros tenían narices tan grandes. Siendo una educada niña de 14 años, ella no hizo nada más que despedirse amistosamente cuando salió del tren. © Keith Hill / Quora
  • Una vez, en Turquía, cuando la familia estaba visitando una fábrica de alfombras y mi esposa y yo nos estábamos tomando un tiempo para elegir, dos de nuestras hijas comenzaron a hablar en japonés sobre lo aburrido que era todo. El vendedor, un turco, les respondió en ese idioma diciendo: “Tengan paciencia, estoy seguro de que mamá y papá las llevarán a tomar un helado después de que se vayan de aquí”. © Keith Hill / Quora
Imagen de portada Shefali Naidu / Quora

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