20 Usuarios que tuvieron un profesor que haría que Tronchatoro pareciera un lindo gatito

Historias
hace 1 año

Si hay una profesión que debería llevarse la medalla al mérito, esa es la de profesor, no solo por lo difícil, sino por su aporte social. Sin embargo, a veces el orden pierde su curso y entonces una pequeña mancha aparece en tan noble labor, dejando una amarga experiencia, imborrable, en sus estudiantes. Acá compartimos algunas vivencias de nuestros lectores con sus maestros que lo ratifican.

Dicen que para olvidarse de las malas situaciones y que no se vuelvan a repetir, lo mejor es contarlas, así que no te las guardes y dinos cuál fue la peor anécdota que tuviste con un profesor.

  • La maestra me rechazaba y me mandaba al rincón porque iba sucia a la escuela y no llevaba uniforme. Nunca preguntó por qué iba así. Mi mami había fallecido cuando yo tenía 7 años y nadie se hacía cargo de mí. ©️ Gloria Hdz Aguilar / Facebook
  • En una ocasión, en tercero de primaria, una maestra me lanzó un borrador de pizarra y me dio en la ceja izquierda y me cortó. Tenía como 10 años, reconozco que era muy hiperactivo y que la señora me había hablado y no le hice caso, y para llamar mi atención, lo lanzó con tan mala suerte, no sé si para mí o para ella, que golpeó en la tapa del pupitre y saltó, hubo hasta junta de maestros. ©️ Jose Octavio Castro Flores / Facebook
  • Alguna vez, después de una entrega de diplomas y medallas al final del ciclo escolar, bajando del estrado, la directora me arrebató la medalla a la excelencia porque un niño, varón, estaba triste porque no le había tocado a él. No sé en qué habrá quedado ese asunto, nunca le pregunté a mi mamá. ©️ María Ordorica / Facebook
  • La maestra de tercer grado me acusó de decir una “mala palabra” y me mandó al baño a lavarme la lengua con jabón. Lo hice porque a los maestros se les obedecía. ©️ Monica Najmias / Facebook
  • Estaba en cuarto de primaria y tenía una maestra que se llamaba Beatriz; no sé por qué razón me humillaba constantemente. Un día llevé una muñeca que me había regalado mi papá. Me la quitó y se la quedó. Por miedo al regaño nunca se lo dije a mis padres. ©️ Lili Pérez / Facebook
  • Yo tenía 10 años, estaba cursando el cuarto grado y era bien callada, apartada y de pocas amigas, pero había una profesora que era bien mala. En el salón había dos niñas que eran familiares de la profesora. Ellas me desgarraban la ropa, me jalaban el pelo, me empujaban, me pellizcaban y me rompían mis cuadernos, yo le ponía la queja a la profesora y ella me decía: “Siéntate, eres muy quejetas”. Nunca les llamó la atención a sus sobrinas, que aparte eran bien peleonas. Lo último que me hizo fue hacerme repetir el año por gusto, no me revisaba las tareas y me aplazaba, me quitaba el examen antes de tiempo, siempre me calificaba bien bajo, fue la peor profesora que tengo registrada en mi memoria durante mi época de estudiante en la primaria. ©️ G Fatima Dinarte / Facebook
  • Tenía una profesora a la que le pedía permiso para ir al baño, me decía que sí, y cuando iba saliendo me regañaba frente a toda la clase y me devolvía a una silla mirando hacia la pared. Era la única a la que le hacía eso, no sé por qué, ya que yo era muy tímida y me portaba bien. ©️ Nieves Llanos Sepúlveda / Facebook
  • Mi papá falleció cuando yo estaba en quinto de primaria. Cuando volví al colegio, después de unos días, le dije a la profesora de geografía que no había estudiado para la prueba porque había muerto mi papá. Su respuesta fue: “Tú sabrás si estás mintiendo, pero la prueba la haces igual”. Siempre te recuerdo, Gracielita. ©️ Paula Nuzzolese / Facebook


  • Yo no tuve suerte. Afortunadamente, yo ya sabía leer y conocía la historia del descubrimiento de América. En una clase nos enseñaron los viajes de Colón. La maestra nos dijo que él era un gran hombre, entonces yo levanté la mano para opinar, y le dije que Colón fue un saqueador de América. Se enfureció y me dijo que eso era mentira. Espero que esté viva y pueda leer esto para que sepa que yo tenía razón y que sigo pensando lo mismo. ©️ Julia Jordan / Facebook
  • Mi profesor de matemáticas, álgebra y geometría me dijo: “No te esfuerces, que el 10 es para el libro, el 9 para mí y para ti el 8”. Con un compañero estudiamos mucho y logramos el 10 en cinco ocasiones, pero nunca nos lo puso. ©️ Peggy Lugo Aybar/ Facebook
  • Cuando era niña, una maestra de artes solía ser injusta con ciertos alumnos. Yo no era muy diestra a la hora de las manualidades, me esforzaba, pero nunca quedaban muy bien. Un día, llegué con un molino hecho con cajitas de fósforos, los fósforos estaban pegados por fuera. Ella empezó a decir que estaba mal, y procedió a desbaratar mi trabajo, rompiéndolo en pedazos enfrente de toda la clase. Hay cosas que un docente nunca debería hacer. ©️ Eliana Valeria Giordano Garcia / Facebook
  • Tenía 6 años y estaba en primaria, la maestra no me quería porque yo era la más negrita del grupo. Lo que son las vueltas de la vida, después tuve una hija a quien le tocó mi misma maestra. Ahora adulta, la encaré y le dije que si se metía con mi hija, no se lo iba a perdonar, que yo era solo una niña y que ella me había marcado para toda la vida, y esta vez no iba a permitir que ella tocara a mi hija. No pretendía que le regalara las calificaciones, sino que le pusiera lo que merecía según su desempeño. Después de ese año, se fue de la escuela. Yo era una niña y no hacía nada malo, solo tenía la piel más oscura que los demás niños. ©️ Jacque Acuña / Facebook
  • Una profesora me golpeó la palma de las manos con una regla, a pesar de que mi papá les tenía prohibido que lo hicieran, ya que en esos tiempos (los 70) al parecer los padres dejaban la educación de sus hijos en manos de los profesores, pero mi papá no. Él se presentó al día siguiente al colegio y esa profesora no volvió a pegarme, pero recuerdo su mirada después de que mi padre se fue. Seguro me odió. @ Janina Urcuyo / Facebook
  • Una vez me calificaron mal un examen; la repuesta era correcta, así que fui a decírselo a la maestra y ella me dijo que esperara. En eso llegó otra chica a hablar con la maestra y la atendió de lo más lindo. Cuando se fue la chica, le volví a preguntar y me salió grosera, me gritó y todo el curso se dio cuenta de lo injusta que había sido. Solo un compañero me defendió, pero a él también lo hizo callar. Me tuve que sentar sin poder arreglar la calificación. ©️ Javier Piloso / Facebook
  • Mi profesora de historia de primer año de la secundaria me regañó por usar un uniforme que, según ella, provocaba. Además de no tener edad para entender de lo que me acusaba, ella no sabía y tampoco se le ocurrió preguntar si era mi única indumentaria. Hay que tener cuidado antes de hacer juicios de valor sobre los niños y niñas. ©️ Cecilia Toro / Facebook
  • Cuando estaba en primaria, una maestra me sentó a un lado de su escritorio para que le contara por qué se habían divorciado mis papás, y como no le conté nada, me castigó dejándome sin recreo y me jaló la oreja. ©️ Monica Cambron Martinez / Facebook

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