5 Multimillonarios, cuya infancia pasó en la pobreza

Historias
hace 5 años

En el mundo hay más de 2 200 multimillonarios, cuyo patrimonio total supera los 6 billones de USD. La mayoría de ellos heredó un negocio rentable o ganó su capital empezando a trabajar en compañías ya desarrolladas. Sin embargo, en ese grupo también hay algunos que lograron construir sus imperios de negocios literalmente desde cero, a pesar de vivir una infancia difícil, sumidos en la pobreza.

Genial.guru quiere contarte las historias de 5 multimillonarios que lograron salir adelante y sobreponerse a las circunstancias de su vida.

5. Oprah Winfrey, 2,9 mil millones de USD

La infancia de la presentadora más reconocida del mundo fue muy difícil: sus padres, una criada y un barbero, no estaban juntos cuando Oprah nació, y la abuela, con quien la niña vivió hasta los 6 años de edad, solía pegarle y castigarla duramente.

Cuando la futura diva cumplió 6 años, su madre la trasladó de la casa de su abuela a un gueto, y a los 9, fue violada por su primo.

A pesar de todas esas dificultades, Oprah aprendió de forma independiente a leer y a escribir, pero a la edad de 14 años se escapó de su hogar. Después de eso, su madre la envió a casa de su padre, quien, afortunadamente, resultó ser una persona estricta, pero no cruel. Gracias a él, ganó un concurso de elocuencia e ingresó a la universidad.

A los 17 años, Oprah se convirtió en la primera mujer reportera afroamericana en la televisión de Nashville, ciudad en donde vivía con su padre. En 1976, cuando solo tenía 22 años, ocupó el puesto de presentadora de un programa matutino, y el resto es historia.

4. Howard Schultz, 3 mil millones de USD

El futuro propietario de la empresa de cafés más famosa del mundo, Starbucks, nació en 1953, en uno de los distritos más pobres de Brooklyn, Nueva York. Howard vivía con sus padres en viviendas sociales financiadas por el Estado, y la única diversión que tenía era un aro de básquetbol en el jardín.

Cuando tenía 7 años, su padre se fracturó la pierna. Como la familia no tenía seguro médico, tuvieron que pagar su tratamiento con sus ahorros, lo que tuvo efectos negativos en la situación económica de los Schultz, quienes ya eran bastante pobres.

A los 12, Howard comenzó a trabajar vendiendo periódicos, y luego como camarero y vendedor de pieles. En 1975, ingresó a la universidad y se convirtió en la primera persona de su familia en graduarse. Después de algún tiempo, se incorporó a una empresa que comercializaba cafeteras, y se enteró de la existencia de una pequeña compañía en Seattle que se dedicaba a la venta de café en grano.

En 1982, literalmente suplicó que le dieran un trabajo en Starbucks y, unos años más tarde, les compró a los antiguos propietarios la marca registrada por 4 millones de USD. Por cierto, uno de los inversores del futuro multimillonario fue el propio Bill Gates.

3. Ralph Lauren, 7,2 mil millones de USD

En 1939, en el distrito del Bronx, Nueva York, Frank Lifshitz y Frida Kotlyar (inmigrantes de Bielorrusia) vieron nacer a su hijo, a quien llamaron Ralph. Además de él, esta pareja tuvo 3 niños más, y toda la familia vivía en un pequeño departamento de 1 habitación. Eran realmente pobres: el padre del futuro diseñador trabajaba como pintor, y la madre se quedaba en casa para cuidar a los niños.

De joven, Ralph Lifshitz era un aficionado al básquetbol, y soñaba con convertirse en un atleta profesional. Luego tuvo otro sueño: actuar en películas. Pero todo cambió cuando el chico fue invitado al departamento de uno de sus amigos adinerados, en donde vio un vestidor del tamaño de una habitación completa. Ralph, de 12 años, tomó la firme decisión de hacerse rico y exitoso algún día para adquirir un armario similar.

A la edad de 16 años, Ralph Lifshitz cambió su apellido a Lauren. Un par de años más tarde se graduó de la escuela, y luego, después de estudiar durante varios años en la universidad, dejó sus estudios e ingresó al ejército. Al salir de allí, encontró un empleo en una tienda de ropa para hombres, y luego en una empresa dedicada a la fabricación de corbatas. En 1966, Lauren abrió su propia empresa de confección de corbatas titulada Polo, cuyo logo era un polista.

En 1968, Ralph Lauren inauguró su propio departamento en uno de los almacenes más grandes de Nueva York, y en 1971 lanzó su primera colección de ropa femenina.

2. Leonardo Del Vecchio, 23,5 mil millones de USD

Leonardo Del Vecchio nació en Milán, Italia, en 1935, y hoy en día ocupa un lugar en el top 50 de las personas más ricas del mundo, siendo el segundo en el ranking de los más adinerados de Italia. Casi siempre está en las sombras y, por lo tanto, el nombre del propietario de la marca de lentes más famosa del mundo, Ray-Ban, no es conocido por el público en general.

Además de Leonardo, su madre tuvo cuatro hijos más, y su padre murió antes de que naciera el niño. Para alimentar a la familia, ella aceptaba cualquier trabajo, pero aún así le faltaba dinero, por lo que cuando Leonardo cumplió 7 años tuvo que llevar a los niños a un orfanato, en donde él vivió hasta los 14 años.

En 1949, el adolescente empezó su carrera laboral en una fábrica de repuestos de autos, en donde trabajó con piezas pequeñas. Era tan bueno haciendo su trabajo que su jefe le aconsejó que se dedicara a la odontología. La ciudad en donde vivía Leonardo en aquella época era famosa por sus maestros fabricantes de lentes, y a la edad de 19 años, el futuro multimillonario hizo la primera montura de metal en su vida.

La competencia era enorme, pero todos los maestros que fabricaban lentes tenían una estrecha especialización: algunos confeccionaban monturas, otros se encargaban de los cristales y los terceros juntaban las piezas. Leonardo se dio cuenta de que era posible acceder plenamente al mercado solo organizando el ciclo de producción completo, y a los 25 años inauguró su primer taller llamado Luxottica. En 1969, bajo este nombre, nacieron los primeros lentes de la marca.

1. Li Ka-shing, 33,7 mil millones de USD

El futuro multimillonario, cuyo nombre era Li Jia-Cheng, nació en China, en 1928. Su padre era maestro, por lo que desde muy pequeño comenzó a enseñarle a Li a leer y a escribir. Se cree que a la edad de 3 años, el niño ya conocía varios miles de jeroglíficos.

En 1937, la familia, en la que había otros dos hijos, se vio obligada a cambiar su apellido a Ka-shing y huir a Hong Kong para escapar de los invasores japoneses. El tío del niño, que se suponía los recibiría, se negó a acoger a la familia, entonces tuvieron que alojarse en una pequeña habitación ubicada en una tienda de pescado. A la edad de 10 años, el niño casi murió de tuberculosis, y cuando Li cumplió 15, su padre falleció por esa enfermedad.

Cuando este enfermó, el niño encontró trabajo en una fábrica de correas de plástico para relojes, en donde trabajaba después de la escuela. Pero tras la muerte de su padre, dejó los estudios y consiguió un puesto de vendedor en la tienda de una empresa que fabricaba varios productos de plástico.

Su formación le sirvió para lograr el éxito: por redactar bien una carta comercial, su jefe le ofreció dirigir uno de los departamentos de la fábrica. Li se dedicó a las ventas al por mayor, y en un corto periodo logró aumentar las ganancias unas 7 veces.

En 1950, Li, de 22 años, con el dinero que había ahorrado trabajando en la empresa de productos de plástico, fundó su primera fábrica. Comenzó a producir flores artificiales bajo el nombre de Cheung Kong, el cual suelen utilizar en Hong Kong para llamar al río Yangtsé. Ya a principios de los 60, el próspero negocio enriqueció a Li Ka-shing tanto, que este comenzó a comprar bienes raíces en Hong Kong.

Actualmente, el imperio de Li Ka-shing, de 90 años, llega a más de 50 países, y sus empresas y fábricas emplean a más de 300 mil personas.

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