Un niño olvidó su oso de peluche en un avión y el aeropuerto se tomó muy en serio la búsqueda de su dueño

Historias
hace 2 años

¿Quién no tuvo un peluche durante su infancia del que no se separaba nunca? Aunque el tiempo haya pasado y todo sea distinto, esto sigue ocurriendo con los niños de hoy. De noche, cuando las luces se apagan, o de día, en paseos, y hasta de viaje. Ellos acompañan a los pequeños a todas partes y son sus mejores amigos. Pero ¿qué ocurre cuando se pierden? Esto es lo que le sucedió a Ezekiel, un niño de 5 años que extravió a su entrañable muñeco en un aeropuerto y logró reencontrarse con él después de meses.

En Genial.guru queremos contarte su historia. De verdad, parece una película de esas que elegimos ver una y otra vez. ¡No te la pierdas!

Teddy, el osito perdido en un aeropuerto

Parece el título de una película de Disney, y bien podría serlo, pero en este caso se trata de una historia real. Teddy es un oso de peluche cuyo dueño, Ezekiel Burnett, un niño de 5 años, lo perdió en el Aeropuerto de Milwaukee cuando viajaba de vuelta a su casa en Dallas junto a sus padres. El peluche había sido un regalo de la familia cuando nació, y desde entonces todas las noches dormía junto al niño. Eran simplemente inseparables.

Ya en la explanada, a punto de abordar el vuelo, Ezekiel lo arrojó al aire con la mala suerte de que el oso quedó atrapado en las vigas. Era muy tarde para intentar rescatarlo; así fue como el niño tuvo que abordar el avión sin su entrañable muñeco. En el vuelo, los padres no hicieron más que intentar consolar al niño, quien no dejaba de llorar dándolo ya por perdido. Sin embargo, la historia de Teddy no había terminado.

Los meses pasaron y la familia Burnett volvió a su rutina hasta que un día, Jessica, la madre del niño, navegando por Facebook se topó con una publicación que la hizo saltar de sorpresa y alegría: era Teddy, en el aeropuerto, y buscando a sus dueños. La publicación decía: “¿Alguien llegó o salió de Milwaukee el 4 de enero y ahora extraña su osito de peluche? ¡Háznoslo saber! Lo tenemos”.

Lo de Teddy había sido una odisea. Un día, finalmente se desprendió de las vigas donde había quedado atascado y cayó. Era enero, ya había pasado más de un mes de estar lejos de sus dueños, pero estos no tenían manera de saber quién lo encontró y lo llevó hasta el sector de objetos perdidos del aeropuerto.

Faltaba todavía un mes para que alguien en ese sector notara a Teddy y publicara su foto en Facebook. Esta no era la primera vez que se hacía; el aeropuerto publicaba regularmente imágenes sobre juguetes perdidos, pero hasta ese momento no habían tenido éxito con ellos.

Aun así insistieron y algo ocurrió: la publicación, a diferencia de otras y para sorpresa de todos, se volvió viral. Fue vista por más de 4 millones de personas en todo el mundo y compartida más de doce mil veces. No había dudas: Teddy era una estrella de las redes.

El reencuentro

“¡Actualización emocionante! ¡Hemos localizado al dueño! ¡No podríamos haber hecho esto sin cada uno de ustedes y todos los medios de comunicación que ayudaron a correr la voz!”. Así comunicaron desde el aeropuerto el encuentro de los dueños de Teddy, que ni bien vieron al ahora famoso oso en las redes se contactaron.

Como prueba de que ellos eran los dueños reales de Teddy, la familia envió una foto del oso sentado en el sillón de su hogar. Desde ese momento, todos se pusieron manos a la obra para el gran reencuentro.

La compañía aérea Southwest Airlines se ofreció a llevar al niño y a su padre hasta Milwaukee el Día de San Valentín, el aeropuerto donde meses atrás habían dejado a Teddy. Serpentinas, globos colocados en arco y el nombre de Ezekiel en la pista. Así recibieron al niño en el aeropuerto, deseosos de celebrar el final feliz de esta historia.

Cuando finalmente vio a su oso, el niño lo abrazó y les dijo a trabajadores del aeropuerto y camarógrafos que lo rodeaban que su amigo se veía feliz y que seguramente se había divertido mucho en su aventura, pero prefería que estuviera en su casa junto a sus otros osos. Después, aseguró que no estaba en sus planes volver a arrojarlo al aire, al menos no en un corto plazo.

¿Cuál fue el juguete que te acompañó durante tus primeros años? ¿Aún lo conservas? ¡Nos encantaría ver sus fotos!

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