10 Razones por las cuales los niños deberían consumir alimentos poco saludables (en forma moderada)

Psicología
hace 2 años

Según un estudio, los padres de niños obesos tienden a ser más restrictivos y controladores en cuanto a la ingesta de “comida chatarra”. Por otro lado, los padres de los pequeños sin obesidad suelen guiarlos con comentarios más persuasivos, como “suficiente”, “aún no cenaste”, etc. El hecho de restringirles de manera severa a los niños el consumo de alimentos no nutritivos podría traer como resultado un aumento desmedido del deseo de ingerirlos.

Genial.guru realizó una pequeña investigación y preparó este artículo en el que te cuenta por qué permitirles a los niños que consuman “comida chatarra” podría beneficiarlos en diversos aspectos de su vida. Por supuesto, siempre y cuando la ingesta se realice en forma moderada, excepcional y que se complemente con otros alimentos.

1. Restringir determinadas comidas podría hacer que los niños tengan más deseo de consumirlas

Como adulto, seguramente te ha ocurrido que estás haciendo alguna dieta y los alimentos prohibidos para ti son los que más te atraen. Con los niños y las golosinas o la comida no tan saludable, sucede lo mismo. Si bien establecer prohibiciones firmes puede funcionar en otros ámbitos (por ejemplo, “no verás televisión hasta que limpies tu habitación”), no ocurre lo mismo cuando se trata de alimentación. Y es que no permitirles a los niños que consuman determinados alimentos puede generarles el efecto contrario, es decir, que solo quieran comer esa comida “prohibida”. Esto podría hacer que, en el momento de tener acceso a los productos poco saludables, los pequeños no puedan parar de consumirlos, lo que dañará su salud. Por eso, quizás sea mejor permitirles comer dulces y golosinas, pero en forma limitada.

2. Previene que los niños desarrollen preocupaciones sobre su imagen corporal a futuro

La forma en la que nombramos a la comida le confiere determinado “poder”. Si, por ejemplo, les decimos a nuestros niños que las golosinas son “malas” o que los caramelos “están prohibidos”, solo generamos que los pequeños piensen en la comida en términos de malo/bueno. Lo ideal sería hablar con ellos sobre todos los alimentos y explicarles que las galletas, los dulces y los snacks son simplemente otro tipo de comida que no está prohibida, pero que debe consumirse con moderación y combinada con alimentos como frutas, verduras, leche, etc. De esta forma, también evitamos que los pequeños desarrollen inseguridades sobre su imagen corporal en la adolescencia y la adultez.

3. Evita el pensamiento “todo o nada”

No permitirles a los niños el consumo de determinados alimentos solo favorece el desarrollo del pensamiento absoluto: “todo o nada”. En vez de prohibirles que ingieran golosinas, por ejemplo, podrías establecer algunos límites. Una opción es comentarles que hoy pueden comer algunos dulces después del almuerzo, pero que es una buena idea guardar una parte de las golosinas para otro día u otro momento.

4. Permite que los niños hagan elecciones inteligentes de acuerdo a cómo se sienten con su cuerpo

Algunos padres intentan inculcarles a sus hijos buenos hábitos alimentarios a través del control permanente sobre lo que consumen. Sin embargo, una técnica más eficiente para promover la alimentación saludable en los pequeños podría ser hablarles claramente sobre los beneficios o las desventajas de los distintos alimentos y guiarlos para que tomen sus propias decisiones de acuerdo con lo que su cuerpo pide y necesita. Por supuesto que esto debe hacerse bajo la supervisión de los adultos.

5. Ayuda a que los niños dejen de clasificar la comida como “mala” o “buena”

Si constantemente les decimos a los niños que las golosinas y los snacks son “malos” y las frutas y verduras son “buenas”, solo lograremos que los pequeños clasifiquen la comida en estos términos. No existe la comida “mala” o “buena”, simplemente es comida, y nuestros niños estarán en contacto con ella durante toda su vida. Por eso, en vez de promover esta clasificación, lo ideal es explicarles por qué determinados alimentos son saludables y otros no, y guiarlos para que entiendan que los productos como golosinas y snacks saben muy bien porque fueron diseñados para ser así de ricos, pero carecen de los nutrientes necesarios para una vida saludable.

6. Enséñales a los niños a escuchar las señales de su cuerpo

Nuestro organismo nos envía claras señales tanto cuando necesita comer como cuando el estómago está lleno. Es una buena idea que les expliquemos a nuestros hijos la existencia de estas señales y también que los ayudemos a identificarlas. Por ejemplo, podríamos enseñarles a reconocer cómo sienten su cuerpo después de ingerir golosinas; tal vez tengan alguna molestia en el estómago, se sientan llenos o con demasiada energía. Así, los niños comprenderán que si comen muchos dulces, su cuerpo estará pesado; el consumo de frutas, en cambio, les dará la sensación de estar más livianos y saludables.

7. Haz que los pequeños no se sientan culpables por comer golosinas

Como decíamos al principio del artículo, si les prohibimos a los niños las golosinas, solo haremos que el deseo de consumirlas aumente. Pero cuando las ingieran, quizás lo hagan en secreto o a escondidas de los adultos y sintiendo una gran culpa. En cambio, si les permitimos la ingesta en forma moderada y junto con otros alimentos, lograremos que los pequeños disfruten del placer que les genera comer un snack sin ningún tipo de remordimiento.

8. Permite que los niños aprendan sobre las porciones

Otro factor importante que hay que tener en cuenta es el tamaño de las porciones. Lo recomendable es enseñarles a los niños cuál es la importancia de la cantidad de alimento que se consume, en especial con respecto a las comidas nutritivas. Por supuesto, estos mismos conceptos también pueden ser aplicados a la ingesta de cualquier tipo de bocadillo; por ejemplo, en lugar de prohibir por completo el consumo de golosinas y snacks, podemos ayudar a los niños a encontrar la cantidad adecuada para su organismo.

9. Ayuda a los niños a que entiendan el valor de la comida saludable

A través del reconocimiento de las señales de su cuerpo, los niños comenzarán a identificar qué alimentos les provocan bienestar y cuáles les producen sensaciones negativas a largo plazo. Si les mostramos a los pequeños todas las opciones de comida disponibles y les permitimos probarlas, será más simple que entiendan el valor de la comida saludable y que la elijan por encima de las golosinas o los snacks.

10. Entrena la capacidad de los niños de tomar decisiones basadas en información confiable

Este último punto es muy importante y tiene que ver con confiar en la capacidad de los niños de tomar decisiones basadas en información de fuentes confiables. Como adultos, nuestro deber es mostrarles el abanico de opciones alimentarias disponibles y contarles cuáles son los beneficios y las desventajas de cada una de ellas. Pero no solo eso, también debemos entrenarlos en la capacidad de tomar decisiones inteligentes basadas en esos datos y confiar en sus elecciones alimentarias guiándolos y acompañándolos. Si saben, por ejemplo, por qué las golosinas son dañinas para su salud, podrán ser capaces de dejarlas de lado y preferir una opción mucho más saludable. O, también, serán capaces de consumirlas en la porción adecuada.

¿Cómo es tu experiencia con los niños y los dulces? ¿Se te ocurre algún otro motivo para agregar a la lista?

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