Parece que el colegio y la universidad hace tiempo que terminaron, pero aún recuerdas los nervios antes del examen. Alguien se pasa la noche estudiando, otro prepara un “acordeón” y hay quien espera que su carisma convenza al profesor.
Si tienes suerte, tu suegra y madre política pueden convertirse en segundas madres para los miembros de una joven familia. Sin embargo, a menudo las parientes mayores quieren que todos vivan según su entendimiento, y esto inevitablemente lleva a malentendidos, como en los casos de los protagonistas de nuestro artículo.
La convivencia puede ser desafiante cuando las personas tienen distintos niveles de ingresos. Existen numerosas parejas que enfrentan esta realidad y, sorprendentemente, muchas hallan soluciones creativas e inesperadas para superar sus problemas financieros. No obstante, para algunos, las diferencias económicas representan un obstáculo tan significativo que impiden incluso el inicio de una relación.
Todos metemos la pata de vez en cuando y no importa si las intenciones fueron buenas. En algunos casos los errores se pueden corregir, mientras que en otros vale la pena admitir la culpa, pedir disculpas y tratar de no hacerlo más. Pero esto definitivamente no es el caso del protagonista de hoy. Aunque este señor no faltó al trabajo y solo quería ayudar, su empleador terminó demandándolo por 1 millón de dólares. La única conclusión a la que pudimos llegar, es que siempre hay que leer los carteles de advertencia.
Todos tenemos alguna historia extraña que contar. Ya sea que tuviste un sueño muy raro o creíste ver a la misma persona en dos lugares al mismo tiempo, generalmente disfrutamos de oír estas anécdotas de parte de nuestra familia o amigos. Sin embargo, cuando tenemos un encuentro extraño cuando estamos solos en casa, ya no es tan divertido.
¡Hay una multitud de gente afuera! Te abres camino entre la multitud que se ríe, charla, grita y se mueve constantemente. Es una bonita noche de verano y se siente como si toda la ciudad hubiera salido a caminar. Decides tomar un atajo por el parque. Ya estás cerca del lago cuando te tropiezas... ¡y lo siguiente que sabes es que estás rodando cuesta abajo hacia el agua! Afortunadamente, te detienes a tiempo para no empaparte. Es hora de estimar el daño. Un golpe en la cabeza, helado en toda la ropa, las manos y la cara. Manchas verdes dejadas por la hierba en tus zapatillas. Ah, y decenas de personas se ríen de tu torpeza. ¡Bueno, podría ser peor!Te pones de pie y estás a punto de subir la colina cuando el mundo a tu alrededor se sumerge en la oscuridad. ¡¡¡Oh, no!!! ¡La caída debe haber sido más grave de lo que pensaste al principio! ¿Te golpeaste la cabeza lo suficientemente fuerte como para perder la vista? Te calmas un poco cuando escuchas a la gente gritar. “¿Qué está pasando?”. “¿Es un apagón?”. No puedes ver nada, ¡ni siquiera la Luna!Después de un par de minutos muy tensos, vuelve la luz. Tú y otras personas se ríen de alivio. Nada serio. Finalmente, regresas a casa. Estás cansado y todavía un poco agitado después de tu caída. Así que te das una ducha rápida y te pones una bolsa de hielo en el chichón de la cabeza. Pronto, el hielo cae al suelo. Estás dormido.
Sientes que las olas te acarician. Te despiertas y descubres que eres un gigante parado en medio del océano. El agua cae de ti como si fuera lluvia. Eres mucho más alto que la Estatua de la Libertad. Te miras las manos y las comparas con un pequeño puesto de salchichas debajo de ti. Lo levantas y lo apoyas en tu palma, antes de aplastarlo por accidente. De pronto, sientes un pequeño aguijón en el tobillo. Miras abajo y ves que un grupo de personas te empujan, mientras que la mayoría huye despavorida. Algunos te toman fotos, otros te gritan que te largues. Das un paso hacia la calle principal y aplastas un auto vacío.Las personas se dispersan como hormigas. Te adentras más en la ciudad y descubres un enorme muro que rodea el resto del lugar. Caminas hacia la ciudad aplastando todo a tu paso. Ves otros gigantes en el horizonte, de pie cerca del mar, y caminas hacia la ciudad amurallada. Algo los llama y les dice que vayan allí. Varias personas aparecen sobre el muro y hacen sonar una alarma, y ves que otros se unen para defender la ciudad. El resto evacúa y se esconde en pequeños agujeros.
Al principio, escuchas un zumbido agudo. Luego, chispas comienzan a volar en el aire alrededor de tu cabeza. Las bombillas comienzan a parpadear. Un crujido ensordecedor que hace que casi saltes fuera de tu piel. Entonces sientes calor, como si estuvieras en medio de un desierto. Y gritas y gritas hasta que todo a tu alrededor se vuelve negro.Vuelves a tus sentidos con un grito ahogado. Estás tirado en el suelo en completa oscuridad. Intentas ordenar tus pensamientos. Por la mañana, decidiste visitar a tu mejor amigo, un inventor. Había estado trabajando en un nuevo mecanismo, pero nunca te dijo lo que se suponía que hacía.De todos modos, llamas a la puerta de su casa, pero nadie abre, entonces notas que la puerta estaba entreabierta. Entras a la casa. En el interior reina un silencio inquietante. Moviéndote lenta y cuidadosamente, llegas a una escalera. Conduce a la planta baja, al laboratorio de tu amigo. Normalmente, no deja entrar a nadie. Pero, ¿y si hubiera pasado algo y él estuviera allí solo, incapaz de pedir ayuda?
¿Quieres jugar un juego? ¿Puedes contar cuántos dispositivos usas en un día? No olvides contar el enrutador, el quitapelusas y cada bombilla... ¿Listo? ¿5? ¿7? ¿Quizá 15? Algunos estudios afirman que el hogar promedio en EE. UU. actualmente tiene alrededor de 25 dispositivos electrónicos. ¡En 2019, este número era menos de la mitad! La velocidad de la vida moderna hace que sea fácil olvidar que todos esos elementos esenciales cotidianos tienen historia. Hagamos un viaje en el tiempo para refrescarnos la memoria. Lo más probable es que nunca vuelvas a dar por sentado el papel higiénico.
Los dibujos animados retratan algo diferente, pero a los ratones no les gusta tanto el queso. Este mito nació durante la Edad Media. En aquella época, muchos alimentos que les gustan a las ratas y los ratones más que el queso estaban fuera de su alcance. Por ejemplo, la gente guardaba los cereales en frascos o dejaba la carne colgada. Pero los quesos solían madurar escondidos en armarios o cobertizos. Las ratas y los ratones podían llegar fácilmente a estos lugares, así que la gente solía encontrarlos allí, comiendo no lo que más les gustaba, sino lo que estaba a su alcance. Los perros no ven el mundo en blanco y negro. Pueden distinguir los colores, pero no tan bien como nosotros. Nosotros tenemos tres tipos de conos en los ojos, mientras que los perros solo tienen dos. Los conos son fotorreceptores especiales que nos ayudan a percibir los colores. Los perros pueden ver ciertos colores (como el azul y el amarillo) mejor que el resto, y apenas pueden ver el rojo y el verde.
Muchas veces nos esforzamos por lucir perfectos en una fotografía. Lejos de esa realidad, muchas veces nuestras fotos preferidas terminan siendo esas que capturan un momento divertido y único, porque cuando las volvemos a ver, reímos como en el instante que ocurrió. Aquí te compartimos las fotos de algunos usuarios, de ellos mismos o de objetos, que les sacaron una buena sonrisa.
Salir a comprar puede ser una tarea relajante, hasta que te topas con los clones del Grinch en el supermercado. El personaje principal de estas historias compartidas por usuarios es ese empleado que no deja de seguirte porque cree que te guardaste uno que otro producto en la bolsa. Pero quienes se llevan la estrellita en la frente por sus reacciones ingeniosas son los clientes.
Ser maestro requiere de vocación para enseñar, ya sea a pequeñas mentes que están absorbiendo todo a su alrededor, a jóvenes que se esfuerzan por abrirse camino en la vida o a adultos que buscan una oportunidad para crecer profesionalmente. La enseñanza es una profesión de gran importancia. Pero tal como algunos usuarios compartieron por internet, hay docentes que al parecer no terminan de entender el valor de su noble labor.
Tal vez ya hayas escuchado o leído en algún lugar historias de niños y personas que pasaron por experiencias un poco “aterradoras”. Puede que hasta hayas vivido alguna. Y no eres el único. Sin embargo, en la mayoría de los casos, estos relatos tienen una explicación razonable, la cual llega a ser cómica para todos los implicados.
De vez en cuando, la gente se pregunta qué mascotas son capaces de demostrar un mayor nivel de inteligencia. Como bien señaló Brian Hare, profesor de antropología evolutiva en la Universidad de Duke, “preguntar si un perro es más inteligente que un gato es como preguntar si un martillo es mejor herramienta que un destornillador: depende de los objetivos para los qué haya sido creado”.
Muchos de nosotros hemos experimentado esa extraña sensación de creer que la lógica del tiempo y el espacio juega con nosotros. A veces, no se trata de otra cosa que un simple descuido o una mente distraída a la que queremos atribuirle sucesos mágicos, y seguro terminan teniendo una explicación. Sin embargo, no siempre es así.
A veces, podemos creer que tenemos una vida bastante normal y parecida a la de muchas otras personas que conocemos o que nos rodean. Sin embargo, de pronto pueden ocurrir extraños sucesos a los que difícilmente podríamos darles una explicación. Sentir que algo ya lo has vivido o soñar que estás soñando, entre otros. Muchas de estas situaciones no tienen nada que ver con lo paranormal... ¿o sí?
Hay objetos que se vuelven preciados por el tiempo que llevan con nosotros y con nuestras familias. Algunos incluso logran pasar por varias generaciones, y su funcionalidad sigue intacta como en el primer día. Suena extraño pensar en que, en la actualidad, las cosas cada vez duran menos y necesitan reemplazarse más seguido, pero ahí están.
A veces desarrollamos costumbres que no necesariamente son las más comunes y corrientes en el mundo. Contar las palabras al hablar, tocarse las orejas a cada rato y escuchar los propios latidos del corazón son algunas de las cosas que nuestros lectores consideran extrañezas y quisieron compartir con nosotros. También nos contaron todo aquello que hacen que les parece un poco disparatado.
Algunos de nosotros ponemos a trabajar la imaginación cuando estamos un poco aburridos. Quizás comencemos a reflexionar sobre la inmortalidad del cangrejo, e incluso puede que tengamos un momento de lucidez en el que se nos revelen los secretos más evidentes del mundo. Por ejemplo, ¿alguna vez has pensado que la voz de tu cabeza no puede gritar, o que tu marido o esposa actual es también tu exnovio/a?
Al igual que nosotros, los animales necesitan comunicarse entre sí. Pero su lenguaje es bastante diferente del de los humanos. Algunas especies necesitan alertar sobre la presencia de depredadores; otros avisan a los demás dónde han encontrado comida; o, simplemente, buscan encontrar una pareja. Así, utilizan diferentes señales, ya sean químicas, auditivas, visuales y hasta eléctricas, para enviar y recibir información.
Algunas veces los adultos olvidamos lo que sentíamos cuando éramos niños. En el momento de brindarles a los pequeños un consejo u opinión acerca de un tema específico, o al actuar de cierto modo, no tomamos en cuenta que probablemente nuestras palabras queden grabadas en su mente, para bien o para mal. Así es como se han sentido estos usuarios, que recuerdan algún momento de su infancia que los persigue hasta el día de hoy.
Dicen que los niños son una bendición de Dios. Pero no es fácil criarlos. Desde el momento en que nacen, la tarea de educarlos recae sobre los hombros de los padres. Algunos tienen más éxito en esto, otros menos, pero todos saben que los errores son inevitables. Los protagonistas de la recopilación de hoy decidieron compartir sus éxitos y los de otras personas en este asunto tan complicado.
En cualquier trabajo hay situaciones capaces de llevar incluso a una persona muy tranquila al punto de ebullición. A veces se trata de un salario que hay que ahorrar durante 15 años para poder ir al país de los sueños; en otras oportunidades, de clientes pendencieros y codiciosos o de un colega charlatán, y en ocasiones simplemente de un bolígrafo que fue robado en un momento inoportuno.
Un naipe pegado a la puerta de un banco, una silla con apoyabrazos superlargos y un inodoro de forma extraña: solo puedes encontrar respuestas sobre qué propósito tienen objetos misteriosos como estos gracias a los usuarios de la red. Después de todo, podemos hallar una gran cantidad de información sobre nuestro mundo en línea.
Las horas matutinas están llenas de sucesos impredecibles e increíbles. ¿Qué no pasa cuando estás apenas despierto, ya te levantaste de la cama, te vestiste y tomaste un café, pero tu cerebro todavía está medio dormido? En este momento insidioso del día hay que tener especial cuidado de no meterse en una situación embarazosa, justo como los protagonistas de nuestra selección de hoy.
Hoy en día, cuando no sabemos cuál es la función de algún objeto, parece muy sencillo simplemente buscarlo en internet y encontrar la respuesta. Sin embargo, existen algunos objetos tan extraños y poco conocidos que solo podríamos descubrir su función con la ayuda de los usuarios de internet.
Tu alarma suena, pero sientes que no has tenido suficiente, presionas “pausar” o “repetir” y así pasan 5, 10, 30 minutos más. Quizá ese tiempo extra se sienta bien en el momento, pero los expertos del sueño coinciden en que este hábito puede ser perjudicial para tu descanso.
A lo largo de los años han surgido diferentes trabajos y oficios para satisfacer cada una de las necesidades de la sociedad. Su especialización depende del momento que se viva y los avances tecnológicos existentes. Por ejemplo, ¿te imaginas no usar la alarma de tu celular y, en su lugar, contratar a una persona para que golpee tu ventana y te despierte?
Los creadores nunca dejan de sorprendernos con sus nuevos diseños y proyectos. Desde aparatos inteligentes para dormir y relajarse hasta dispositivos innovadores que pueden detener los cólicos menstruales, parece que el futuro de la alta tecnología está más cerca de lo que podríamos pensar, y estamos muy entusiasmados al respecto.
Alrededor del 10 % de las personas posee aproximadamente el 77 % de toda la riqueza del planeta, mientras que el resto comparte el 23 % restante. Obviamente, el estilo de vida y la forma de pensar de los representantes de diferentes estratos sociales son significativamente diferentes debido a una desigualdad tan grande.
Si te toma más de 30 minutos quedarte dormido después de acostarte o si te despiertas y permaneces así durante más de 20 minutos en medio de la noche, debes mejorar la calidad de tu sueño. La mejor manera de hacerlo es asegurarte de que tus hábitos diarios no interfieran con tus necesidades de sueño.
En muchos países del mundo, tanto la mamá como el papá del bebé pueden irse de permiso parental. Pero en realidad, muy pocos hombres aprovechan este derecho. Mi nombre es Dimitrio, cumplí 8 meses llevando con orgullo el título de papá joven. Pero no puedo pasar mucho tiempo con mi hijo: trabajo, mantengo a mi familia y cumplo con mis responsabilidades masculinas en casa. Sin embargo, suelo escuchar las quejas de mi esposa, que pasa todo el tiempo en casa con el niño, de que está cansada. Discutimos con ella sobre quién de nosotros tiene una vida más difícil y decidimos cambiar de lugar por una semana.
A todos nos ha pasado que hemos tenido a cargo una tarea que, por alguna razón, no salió nada bien. A veces son pequeños errores, como llegar tarde al trabajo o quedarse dormido porque la alarma nos traicionó... Y está bien, son cosas que pasan, algún día te reirás de eso (o eso esperamos, al menos). Pero cuando tu “pequeño” error se produce en una tarea que vale cientos de millones de dólares, algo tan pequeño como olvidar un bolígrafo puede convertirse en una equivocación muy costosa y trascendental.
Muchos han tenido que experimentar la difícil etapa del primer empleo; algunos la pasaron muy bien, pero otros vivieron una pesadilla en un espacio donde se suponía que iban a crecer. Por esa razón, les pedimos a los usuarios de Genial que compartieran aquellos momentos incómodos sobre su primer trabajo.
“El hombre es un animal de costumbres”, dijo Charles Dickens, y su frase forma parte ya de la sabiduría popular. De alguna manera, todos estamos de acuerdo, porque lo hemos experimentado en carne propia. Pero eso no solo significa que podemos adaptarnos a las incomodidades, los cambios y los nuevos caminos, sino que también podemos acostumbrarnos a lo negativo, como ser indolentes, deshonestos, falsos y tramposos, a tal punto que dejamos de sentir culpa por nuestros actos.