11 Momentos dignos de una comedia romántica que llegaron a ser muy vergonzosos

hace 2 años

Internet está lleno de chismes sobre los momentos vergonzosos que muchos usuarios han vivido. Aunque algunas de estas anécdotas pueden estar relacionadas con una graciosa caída o un desperfecto en nuestro vestuario, muchas podrían servir como inspiración para una comedia romántica de Hollywood.

¿Cuál ha sido el momento más incómodo que has vivido?

Un día, salí a mi patio delantero y un hermoso gato de pelo largo se acercó a mí. Dije: “Guau, mira a esta cosa tan linda, no te había visto antes”. Mi nuevo vecino de al lado estaba en su patio delantero y se dio la vuelta, sonriendo radiante. No traté de decirle que estaba hablando con el gato, se veía tan feliz. © Ambitious-A466 / Reddit
Una vez, agarré un batido en un camión de comida que no era mío y tomé un sorbo. Me di cuenta justo cuando el chico del cual era el pedido notó que yo lo estaba bebiendo, así que lo dejé. Cuando estaba a punto de disculparme y ordenar/pagar uno nuevo, él dijo: “No me importa”, ¡y se lo bebió! Ni siquiera buscó un popote nuevo. Todos tienen diferentes tolerancias sobre cosas como esa. © sugar182 / Reddit
En la escuela primaria, mis hijos tuvieron un maestro que hizo que los niños construyeran un horno solar como experimento científico, con una caja forrada con papel de aluminio y una tapa de vidrio. Encontré una lente Fresnel de 20×30 pulgadas en una tienda de segunda mano; es como una lupa que tiene la forma de una enorme tabla de cortar de vidrio, así que, cuando la llevas al sol y enfocas la luz en algo, inmediatamente se incendia. Puedes asar malvaviscos con ella o derretir arena en un vaso. Una cosa muy buena. Vi al maestro en un evento diferente, fuera de la escuela, por lo que fui a hablar con él sobre la lente. Excepto que había sido el otro maestro varón en la escuela quien había hecho el proyecto. © JVM_ / Reddit

Una vez, entré accidentalmente al baño de hombres en un aeropuerto, después de un largo día. Incluso miré a los muchachos parados allí, como si estuvieran en el lugar equivocado. Me tomó demasiado tiempo darme cuenta de mi error y, cuando lo hice, salí y me apoyé contra una pared, tratando de recuperarme. Una dulce mujer se acercó y dijo que me vio cuando estaba a punto de entrar, pero no pudo detenerme a tiempo. Ella me ayudó a reírme de mi vergüenza allí mismo, a pesar de que algunas personas a mi alrededor estaban mortificadas. Me tomó algunos días recuperarme, pero ahora es una historia divertida para contar. © Catakate / Reddit
Una vez, en el gimnasio, justo después de que me puse la ropa, un tipo entró en el vestuario de mujeres por accidente. © Repulsive_Orange1152 / Reddit
Practiqué boxeo en el mismo gimnasio durante 4 años y, cuando terminaba, bebía/salpicaba mi cara con una botella de agua que llevaba conmigo. Resulta que mi compañero de entrenamiento tenía la misma botella que yo y un día hice lo mismo. La tomé, pero no era la mía, sino la suya, y esta estaba llena de una bebida proteica, no de agua. Al final, ambos nos reímos. © nightofthelivingace / Reddit

Era la cuarta salida que teníamos, la primera vez que iba a su casa. Todavía ni éramos novios. Estábamos caminando por la calle; todo estaba muy silencioso, solo se escuchaban los pajaritos y la brisa entre los árboles. De repente, se escuchó un ruido como de rasgadura de tela. Él me preguntó: “¿Estás bien, se te rompió algo, el pantalón, los zapatos?”. Mi respuesta en automático fue “Sí, sí”, y cuando me dijo “A ver, ¿dónde fue?”, yo no me pude aguantar la risa. Hasta las lágrimas se me salieron y le tuve que confesar que se me había escapado un gas. Actualmente, después de 7 años, estamos casados y tenemos una bebé. Siempre bromeo y le digo que como mi pócima de amor, ninguna.
Hace años, estaba cursando una materia del cuarto año de la universidad en la que éramos muchos alumnos. Como empecé a estudiar esa carrera tarde, no tenía tanta diferencia de edad con mi profesor. En fin, asistí a un congreso y me encontré con él. Como él ya había dicho que tenía mala memoria con las personas y nunca se acordaba de sus alumnos, di por hecho que no sabía quién era, así que no me tomé la molestia de saludarlo. En fin, subí a un ascensor con una compañera para ir a la conferencia y ahí estaba él con 5 personas más. Me distraje con mi celular y, de pronto, escuché que mi amiga me llamó por mi nombre. Al levantar la cabeza, noté que habíamos llegado al piso, que todos ya se habían bajado y que la puerta se estaba cerrando. Grité: “¡Ay, no!”, pero no llegué a bajar y el ascensor se cerró en mi cara... Volví casi al primer piso y supuse que todos se habían reído de mí ni bien se había cerrado la puerta (yo habría hecho lo mismo). En fin, mi tranquilidad estaba en que el profesor seguramente no me habría reconocido, pero al llegar al salón donde se dictaría la conferencia, sentí unos golpecitos en mi hombro y, al darme la vuelta, vi que era él. Me dijo: “Tú eres mi alumna”. Lo admití con una sonrisa, mientras en mi cabeza suplicaba que me tragase la tierra. Conversamos un poco y me preguntó sobre lugares cercanos para salir a comer. Pensé que me estaba pidiendo recomendaciones, así que le dije que no tenía idea porque había traído mi propia comida, ya que los comercios de por allí eran algo caros. Cuando nos separamos, todos mis compañeros, que presenciaron el momento, se sintieron en la obligación de reírse de mi lentitud y aclararme que él me estaba invitando a salir.