14 Historias sobre personas que siguen sin ponerse de acuerdo sobre cómo educar bien a sus hijos

Historias
hace 10 horas

Puede ser difícil encontrar un compromiso en la educación de los hijos: por ejemplo, una madre cree que hay que mimar a los niños, mientras que un padre es un estricto seguidor de la alimentación sana. Y si además se suman otros familiares con sus opiniones, entonces es como subirse por las paredes.

  • Mi marido y yo tenemos una hija de 9 años. Mi hija tiene una buena figura atlética, pero mi esposo está convencido de que tiene “sobrepeso” y nos lo dice constantemente tanto a ella como a mí. Con 130 cm de estatura, mi hija tiene un peso normal de 29 kilos. Pero mi marido la compara con la segunda hija de su primer matrimonio. Es delgada, y su madre también. Muy probablemente, nuestra hijo heredó su figura de mí: mido 165 y peso 60. Estoy satisfecha con todo, pero mi marido me molesta ridiculizándonos, y ni la persuasión, ni discusiones no ayudan. Hoy he pedido el divorcio. No dejaré que estropee la vida de mi hija. Es sana, guapa, delgada. Y es terrible que su padre no se dé cuenta de ello. © Mamdarinka / VK
  • Hace poco di a luz y contraté a una canguro de noche. Trabajo como autónoma, me encanta el trabajo y me da buen dinero. No tengo marido, y tener un pensamiento claro para mí es muy importante. También tengo una ayudante, ella viene una vez a la semana para la limpieza general y planchado, además, todos los días mantengo las cosas ordenadas por mi cuenta. La canguro viene a las 10 de la noche, a esta hora ya tengo acostada a mi hija, guardo una reserva de leche para los despertares nocturnos y tapones para los oídos, de 11 a 7 duermo, luego la canguro está libre. Por todo esto he dejado de comunicarme con mi madre y mi hermana. Mi madre piensa que estoy loca: tengo una canguro y una limpiadora a la vez, pero ella lo hacía todo sola y se las arreglaba en todas partes. A mi hermana le preocupa más la cantidad de dinero que gasto en esto: sería mejor que le diera el dinero a ella, porque está cansada en el trabajo y mantiene a un marido en paro. Le propuse a mi madre que cuidara a mi nieta por la noche y a mi hermana que limpiara, para que yo les pagara a ellas y no a desconocidos. Ambas se ofendieron, empezamos a discutir y al final les dije a las dos que se fueran. Este ha sido el apoyo de mi gente más cercana. © Overheard / Ideer
  • Mi exmarido tiene un hijo de un matrimonio anterior que está en noveno curso, pero tiene poco contacto con él, a pesar de que viven juntos. Nos separamos cuando su hijo tenía seis años, pero sigo en contacto con él todo el tiempo. Nos vemos, viene de visita, a veces podemos salir a comer, ir al cine. Si pasa algo en el colegio, soy la primera persona a la que llaman, porque su padre no contesta al teléfono o dice que no le importa. Lo más extraño es que su hijo siempre me llama a mí primero. No me importa, me alegro de que confíe tanto en mí y tengamos una buena relación. Muchas veces he intentado hablarlo con mi exmarido, pero se enfada y piensa que estoy poniendo a su hijo en su contra. Es una situación estúpida, pero no creo que sea responsabilidad del niño pagar por los malentendidos entre adultos. © Mamdarinka / VK
  • Mi mujer y yo tenemos una hija de 3 años. Es una típica hija de papá: la primera palabra fue “papá”, los primeros pasos también los hizo hacia mí, e incluso me es más fácil alimentarla, ya que come todo lo que le doy (con mi esposa es caprichosa). Y de alguna manera mi esposa me lleva a un lado y dice que ella está preocupada por el comportamiento de su hija. Dice que su hija la quiere menos que a mí. La entiendo perfectamente, yo también he pensado lo mismo alguna vez, y le sugerí a mi mujer que se apuntara a unas clases conjuntas para mamás con hijos, pero me contestó que no tenía tiempo para eso. “Vale, ¿entonces qué me sugieres?”, le pregunté. Y ella me pidió que me fuera de casa durante una semana y me quedara en casa de mi hermana por el momento. Sin que mi hija lo sepa. Se supone que eso las uniría más. Me negué a esta mala idea y le dije que está loca si piensa que puedo irme y dejar a mi hija. Y mi mujer me llamó egoísta, se ofendió y se fue a dormir al sofá. Ahora me ignora y me mira mal cada vez que juego con mi hija. © ThrowRA_girldad / Reddit
  • Hace poco mi hermana mayor vino a visitarnos para ver a su sobrina. Mi hija tiene un año. Entonces mi hermana me convenció para que les dejara dar un paseo por la calle. Yo no podía ir con ellas -me había dado un fuerte tirón en la pierna dos días antes-, pero las dejé ir. Dos horas más tarde volvieron y vi que mi hermana me había preparado una “sorpresa” y había perforado las orejas de mi hija. Me quedé de piedra. Mi esposo y yo no queríamos hacerlo, por principios. Esta cuestión se ha planteado más de una vez en el círculo familiar, y nuestra respuesta siempre ha sido un rotundo “no”. Y ahora viene esta “sorpresa”. Y lo más importante es que mi hermana ni siquiera se avergüenza. Dice: “Al menos ahora parece una niña”. © Mamdarinka / VK
  • Mi hija de cinco años va a clase de arte y cada dos días trae un dibujo nuevo. Los guardo cuidadosamente en una carpeta especial, ya tengo tres. Pero mi marido no entiende por qué lo hago. Dice que sus padres también lo hacían, a él le resultaba agradable, pero no más. Y yo sigo guardando los dibujos y las manualidades de mi hija, porque soy la niña a la que nunca le guardaban sus trabajos. Y me encantaría ver lo que dibujaba de niña. Al menos un dibujo. Y si mi hija adulta no lo quiere, lo entenderé. Pero no me lo perdonaré si lo necesita y no guardo ese recuerdo para ella. © Mamdarinka / VK
  • Mi hija tiene 4 años y hasta hace un año adoraba a los perros. Y luego mi suegra se compró un bulldog francés y una mezcla de bulldog con perro de pelea. Los perros son amables, pero malos: no están adiestrados para nada, por exceso de sentimientos saltan y rasgan la ropa de los huéspedes con las garras. Una vez dejaron caer a mi hija en la nieve. Estaban contentos, los tontos, saltaron sobre la niña un par de veces. Ahora la niña tiene miedo de los perros. Mucho miedo. Trato de luchar con su fobia, pero el conflicto es el siguiente: mi suegra cree que no hay fobia, tiene perros buenísimos, y la niña es una ñoña. Mi suegra alucina cuando la niña se niega a andar por su casa (la llevamos en brazos mi marido o yo). Porque los dos perros ansían atención. Realmente quieren olisquear, lamer, jugar. Realmente asedian. Y mi hija se asusta y llora. Para mi suegra es una broma. “Deberíamos enseñarle a no tener miedo de los perros pequeños”. “Qué vergüenza: una niña tan grande y va en brazos”. © Unknown author / Pikabu
  • Mi hija de 15 años empezó a pedirnos a mi marido y a mí que le regaláramos un Apple Watch. Llevamos una vida normal, nadie en la familia tiene un iPhone o un Apple Watch. Empezamos a preguntarle de dónde venía ese deseo, y la hija dijo: “Todos los demás lo tienen, y yo quiero uno”. Le propuse esperar hasta septiembre y regalarle el reloj por su cumpleaños, pero mi hija se negó a esperar y se limitó a poner morritos. Para mí, esta situación no es la primera, sabía que ella se sentirá ofendida, pero luego entrará en razón. Pero al día siguiente mi hija tuvo un reloj nuevo en la mano. Se lo había regalado mi marido. No podía soportar ver a su hija disgustada, así que pidió un préstamo. Me parece una estupidez y me sentí muy ofendida con mi marido. A los niños hay que quererlos y mimarlos, pero permitirse caprichos, aunque sea con dinero a crédito, es una tontería. Ahora no hablo con mi marido, y él solo se encoge de hombros, diciendo que no podía hacer otra cosa. Es exasperante. © Mamdarinka / VK
  • Siempre consulto con mi hijo los asuntos familiares importantes: el diseño de la casa, los menús, los viajes. Discutimos, encontramos un compromiso que convenga a todos, cedemos en las pequeñas cosas. Por ejemplo, no le gustaba la señora de la limpieza, decía que olía mal. Yo no lo sentía, pero encontré otra. Y a mi hijo no le molesta el perro, con el que yo soñaba, aunque le es indiferente. Y todo va bien entre nosotros, salvo las rabietas de mi suegra. Ella piensa que la opinión del niño no es nada y que yo estoy loca. Excepto que yo crecí así, y mi hijo también se está acostumbrando a apreciarse a sí mismo, y mi marido después de semejante infancia con ella va por quinto año en terapia... © Overheard / Ideer
  • A mis hijos les encantan los pastelitos, así que siempre están en la nevera con una reserva, siempre a libre disposición. Y esta situación nos viene bien a todos menos a mi marido. Hace un año se obsesionó con la alimentación sana y con el hecho de que el azúcar es perjudicial. Él mismo no lo come y no quiere dárselo a los niños. Al principio yo era comprensiva con este tema, cocinado para mi marido por separado los alimentos, cambié algunos productos muy perjudiciales por saludables. Pero maldita sea, cuando mi marido empezó a comer alimentos sin azúcar, sin sal, sin aceite, sin carne, sin especias, sin freír y sin hervir, caí completamente en desgracia, y cocinar la comida para mi marido entró en sus deberes personales. Antes se mantenía alejado de mí y de los platillos de los niños, solo de vez en cuando hablaba de su alimentación sana, pero ayer tiró los pastelitos de los niños a la basura. No pude soportarlo más y lo eché por la puerta. Que se vaya con su madre y le venda esta porquería de la alimentación sana, ¡no lo soporto más! © Mamdarinka / VK
  • Mi marido y yo ganamos un buen dinero, incluso excelente. También tenemos dos hijos y dos hijas. Y hace poco mi marido dijo que había llegado el momento de pensar en asegurar a nuestras hijas y comprarles casas para el futuro. “¿Y los hijos?”, pregunté ingenuamente. Y mi marido me explicó que no creía que fuera necesario comprar pisos a los futuros hombres, porque deberían ganárselos ellos mismos. Me cabreé mucho. Tenemos dinero para casas. ¿Por qué nuestros hijos tienen que trabajar desde pequeños porque son de otro sexo? Llevo un mes discutiendo con mi marido y no conseguimos llegar a una solución común. No está lejos el divorcio, pero no voy a perjudicar a mis hijos, porque son iguales que mis hijas. © Mamdarinka / VK
  • Mi marido y su madre se molestan hasta temblar. Ambos tienen problemas de salud: mi marido está mal del estómago y su madre lleva toda la vida con insulina porque padece diabetes. ¿Y adivina qué? Los dos comen todo tipo de cosas: gominolas, dulces, toneladas de chocolate, ¡a pesar de que a los dos les está prohibido! Luego se quejan de que no se encuentran bien. Pero lo más molesto es que se lo dan a nuestra hija. Yo le permito comer con moderación, y ellos pueden darle un montón de chocolate en mi ausencia. ¡Es un fastidio! © Overheard — Aquí hablan de ti / VK
  • Mi marido piensa que nuestro hijo de seis meses ya debería dormir separado, en su propia habitación. Y yo estoy segura de que es demasiado pronto para que el niño se mude, sobre todo porque toma el pecho. Y en general a esta edad es peligroso dormir sin supervisión. Mi marido afirma que el bebé le despierta por la noche y que está cansado de ello. Le ofrecí dormir en habitaciones separadas, entonces me dijo que ese es el primer paso para el divorcio, marido y mujer deben dormir juntos. No puedo dormir bien sin saber cómo está mi bebé. Y todavía tengo que levantarme a darle de comer al bebé al menos dos veces por noche. ¿Cuánto voy a descansar yendo y viniendo? Excepto que eso a mi marido no le molesta en absoluto. © Mamdarinka / VK
  • No veo a mi hija como una niña. Su madre no puede hacer eso, necesita “cacarear” y ser hiperprotectora. Pero para mí, mi hija es una adulta, aunque inexperta. Y cuando mi mujer no está en casa, mi hija y yo nos comunicamos como dos adultos. Resulta que no sabe cocinar en absoluto y agarra los utensilios de forma muy rara. Pero no pasa nada, al final del día ya estaba asando calabacines y ayudando a hornear. Le gusta mucho, pero su madre sigue retrasando el momento de su independencia. Otra vez sin su madre, intercambiamos nuestra biblioteca musical durante mucho tiempo, escuchando la música favorita de cada uno. Ahora a veces me envía novedades. Y para la ocasión le compré unos buenos auriculares, para que no se le estropeara el gusto por el sonido. Sus gustos son diversos, no le he impuesto nada. Ni el mío ni el de su madre: creo en su independencia. En general, los niños son niños porque se les trata así. Y en realidad serán más listos que muchos conocidos y vecinos. Merece la pena que cambies tu forma de tratarlos, y todo se revelará. © Berdas / Pikabu

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