14 Reseñas que podrían fácilmente superar a cualquier chiste
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El embarazo puede causar incomodidades en el cuerpo de una mujer, desde dolores corporales y estrés físico hasta montañas rusas emocionales. Pero la pareja, la familia y los amigos pueden ayudar a la futura mamá dándole un masaje relajante. Y, según los estudios, el masaje prenatal puede hacer mucho más que ayudar a las embarazadas a relajarse. Si se hace bien, también puede aportar otros beneficios para la salud.
Creemos que las futuras mamás merecen sentirse cómodas después de todos sus sacrificios, así que hemos reunido algunos consejos de masaje que podrían ayudarlas. Ten en cuenta que este artículo solo tiene fines informativos. Si necesitas asesoramiento médico, consulta a tu médico.
Las mujeres embarazadas deben evitar tumbarse boca arriba durante el masaje. El peso del bebé y el útero pueden comprimir los vasos sanguíneos en esa posición, lo que podría reducir el riego sanguíneo a la placenta.
La posición más segura y cómoda para recibir el masaje es tumbada de lado, con almohadas sosteniendo su cabeza, vientre y piernas. También ella puede probar a arrodillarse y sentarse en el suelo mientras apoya los brazos en la cama o en una pelota de ejercicios frente a ella.
Durante el embarazo, la espalda y el cuello están sometidos a una gran tensión al intentar acomodarse al cambio del centro de gravedad del cuerpo. Los músculos también pueden tener molestias, pero existen técnicas para reducir el estrés y la tensión.
Empieza por poner una de tus manos sobre su hombro, concretamente en el punto donde el hombro se une al cuello. Desliza lentamente la mano hacia arriba, hasta la base del cráneo, y luego vuelve a deslizarla hacia abajo, hasta los hombros, en dirección hacia fuera. Para equilibrar, haz lo mismo en el otro lado con la otra mano.
Puedes ejercer presión en las zonas donde sientas que los músculos están tensos y también puedes pasarle las manos por los brazos como parte del masaje.
Pon las manos alrededor de la cabeza de la futura mamá, detrás de las orejas. A continuación, mueve suavemente las manos en círculos. Después, puedes subirlas por el cabello y bajarlas hacia el cuello. Utiliza los dedos para presionar suavemente el cuero cabelludo.
Para las parejas, hacer este tipo de masaje a su mujer no solo será una experiencia relajante para ella, sino que también puede ser una forma de colmarla de afecto. Realizar un masaje prenatal también puede ser bueno para la conexión de la pareja y el conocimiento mutuo.
La creciente barriguita puede causar dolor de espalda, y este masaje puede ayudar a reconfortarla. Mientras la embarazada está tumbada de lado, coloca las manos a ambos lados de la columna vertebral. A continuación, amasa suavemente la espalda hacia arriba y hacia abajo con la base de las manos o los pulgares.
El masaje de espalda también puede aportar otros beneficios, como la regulación hormonal, la reducción del riesgo de hinchazón, la mejora del flujo sanguíneo y una mejor calidad del sueño.
Uno de los cambios que se producen en el organismo de la mujer durante el embarazo es la disminución del volumen sanguíneo. Como consecuencia, la circulación hacia las piernas suele volverse lenta, lo que puede exponer a la embarazada al riesgo de sufrir coágulos sanguíneos. Ejercer demasiada presión sobre las piernas puede desprender un coágulo y provocar complicaciones.
La mejor forma de masajear las piernas es utilizar la palma de la mano plana mientras las frotas arriba y abajo. También puedes frotarle los pies con las manos y puedes utilizar los pulgares para hacer círculos suaves cerca de los tobillos y los talones. Tirar suavemente de los dedos de los pies o frotarlos entre ellos también puede sentarle bien.
Una técnica es el “doble apretón de caderas”. Se realiza con la embarazada de pie o sentada sobre una pelota de ejercicios, inclinada hacia delante. Es importante que la parte superior del cuerpo esté apoyada sobre algo, como una mesa o una cama. Colócate detrás de ella y pon las manos a ambos lados de las caderas. A continuación, presiona hacia dentro como si fueras a apretar las caderas.
Otro método es “sacudir el árbol”. Desde atrás, coloca tus manos alrededor de uno de sus muslos, con una mano en la cara interna y la otra en la externa. A continuación, “sacude” o “agita” suavemente el muslo haciendo rodar las manos en direcciones opuestas, como se moverían las manos al encender un fuego de fricción con un tronco.
Estos ejercicios ayudan a proporcionar confort relajando y liberando los ligamentos, la base pélvica y la espalda.