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En un mundo cada vez más iluminado artificialmente, la oscuridad natural se vuelve un lujo. Especialmente si tenemos en cuenta que esta oscuridad está ligada a nuestro bienestar, pues un cielo oscuro también cumple una función vital para nuestra salud física y mental. Por eso, te contamos 10 razones por las cuales es importante la oscuridad de la noche en nuestras vidas.
Por supuesto, es de esperarse que la luz y la oscuridad vayan a tener influencia en la forma en que dormimos. Sin embargo, lo que sí muchas personas no tienen en cuenta es el impacto que puede tener en los ciclos de sueño, también conocido como ritmo circadiano.
Básicamente, cuando hablamos del ritmo circadiano nos referimos a esa señal del cuerpo que nos dice cuando debemos tener sueño y cuando estamos cansados. La luz, como tal, es el mayor obstáculo para un correcto funcionamiento de estos ritmos, y puede tener repercusiones mayores de las que imaginamos. Por ejemplo, un estudio del 2021 descubrió que incluso una exposición mínima de luz artificial mientras dormimos puede interferir en las funciones cardiovasculares de nuestro cuerpo e incluso aumentar la resistencia a la insulina, lo cual aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como diabetes, padecimientos del corazón, síndrome metabólico, entre otros.
Dormir en total oscuridad contrarresta estos efectos, ayudándonos a tener una mejor sincronización con nuestro ciclo natural del sueño, ya que estimula la glándula pineal, encargada de la producción de la melatonina, una hormona que ayuda a regular el ritmo circadiano y también a concebir el sueño.
En nuestra rutina es bastante común preocuparnos por muchas cosas: deudas, problemáticas sociales, problemas de salud e incluso baches en las relaciones interpersonales. Como seres humanos que somos, tendemos a poner nuestra atención en factores que no podemos controlar al 100%, lo cual nos produce estrés y ansiedad.
Una buena noche en la oscuridad de los cielos puede ayudarnos a reducir los niveles de estrés y ansiedad en nuestro cuerpo. Sumergirnos en la inmensidad de los cielos y en las estrellas, puede tener un impacto positivo en nuestro bienestar emocional.
Actualmente, existen varias iniciativas que quieren aprovechar estos beneficios de la oscuridad de la noche en pro de la salud mental. Por ejemplo, proyectos como Astronomy for Mental Health buscan crear conciencia y llevar actividades accesibles para las personas, especialmente útil en un mundo donde los porcentajes de depresión y ansiedad van en aumento.
Además de la melatonina, otra hormona que el cuerpo suele producir y que está también influenciada por la oscuridad es la leptina. La leptina es la responsable de que no sintamos hambre al dormir y la misma que nos da la sensación de saciedad después de comer. En otras palabras, es la hormona encargada de que no comamos más de lo que realmente necesitamos.
Especialmente en la noche, suele haber un aumento de leptina y de esta manera el cuerpo logra regular no solo el apetito, sino el peso, ya que la leptina también está ligada a los niveles de grasa en nuestro cuerpo. Es por esto que las personas que sufren de disrupción en los patrones del sueño suelen experimentar más hambre en medio de la noche, debido a que sus niveles de leptina son menores.
Vas al campo, a la montaña o a alguna zona rural con poca iluminación artificial. Llega la noche y decides tomar un poco de aire fresco, decides levantar la mirada y la cantidad innumerable de estrellas en el cielo te deja maravillado. ¿Te ha pasado? Pues la ciencia cree que esta sensación de asombro al ver el cielo de noche tiene más beneficios de los que se pensaría.
Un estudio reciente determinó que hay una relación directa entre el bienestar de la persona y los cielos de las noches. Según los expertos, el asombro producido por un cielo estrellado crea una reacción en nuestro sistema nervioso, lo cual fomenta la liberación de la oxitocina en nuestro cerebro, una hormona que produce sentimientos positivos y que se le suele conocer como “la hormona del amor”, pues es la misma hormona que se libera cuando nos sentimos enamorados.
¿Te has preguntado por qué se nos ocurren las mejores ideas cuando estamos a punto de dormir? Pues la ciencia puede tener la respuesta. Aparentemente, la oscuridad natural de la noche, así como una iluminación tenue, puede promover la creatividad, ya que la oscuridad puede desencadenar un sentimiento de libertad en nosotros.
La ausencia de luz y estímulos visuales puede fomentar la imaginación debido a que nos hace tener un estilo de procesamiento más exploratorio. Es decir, solemos tener un pensamiento más crítico, lo que a su vez promueve la innovación y el nacimiento de nuevas ideas. Esto significa que trabajar en espacios oscuros con una luz adecuada puede mejorar no solo nuestra creatividad, sino también el desempeño que tengamos en nuestras labores, lo cual explicaría por qué muchas personas prefieren trabajar de noche cuando hay menos distracciones.
Otro efecto beneficioso de una noche oscura es que puede ayudarnos a estar más presentes en el momento. Salir de noche a ver las estrellas puede propiciar la meditación, ya que nos hace enfocarnos en lo que tenemos enfrente en ese instante, olvidándonos así de los problemas que puedan estar aquejándonos.
Existen estudios que confirman que conectar con la naturaleza tiene efectos beneficiosos para nuestro bienestar emocional y psicológico, por lo que conectar con las estrellas, dejarnos llevar por la sensación de asombro que nos producen, nos puede también ayudar a enfocarnos en lo que realmente importa en nuestras vidas.
Todavía sigue siendo un área de estudio relativamente nueva, pero se cree que son muchos los beneficios que la oscuridad puede aportar a nuestro cerebro, desde una mejor retención de la memoria, hasta tener un mejor desempeño en la resolución de problemas, e incluso cambiar su forma al intervenir directamente en su neuroplasticidad.
Un estudio, por ejemplo, encontró que hay una mayor capacidad para la resolución de problemas en aquellas personas que se les conoce como “aves nocturnas”, además de un mejor desempeño a nivel cognitivo en comparación a las personas madrugadoras.
En el mundo moderno es casi imposible evitar las luces artificiales, ya que hasta las luces de un auto que pasa frente a nuestra casa pueden tener un impacto. Sin embargo, sí hay manera de reducir la intervención de luz artificial en nuestras noches. Acá te dejamos algunos consejos:
Independientemente de si decides salir y sumergirte más en la oscuridad de la noche, o simplemente quedarte en casa y reducir el uso de luces artificiales, es importante tener en cuenta los beneficios de la oscuridad y permitirnos disfrutarla. En ocasiones, para sentirnos mejor, basta con apagar la luz y mirar hacia arriba.
¿Y tú, cuándo fue la última vez que disfrutaste un cielo estrellado? Cuéntanos cómo te hizo sentir.