Estudios revelan por qué sentimos emociones contrarias en momentos de felicidad (cómo morder un bebé)

Suele suceder que durante los momentos de extrema ternura, sentimos emociones o deseos que parecen contradictorios. Vemos a un bebé e inmediatamente nos viene a la cabeza la famosa frase “es tan adorable que quisiera morderlo”; o bien, algo nos ocurre que nos da una repentina felicidad y nos entran ganas de llorar. En diversos estudios se ha investigado cuáles son las causas que se esconden detrás de estos impulsos que, a pesar de que suelen avergonzarnos, son de lo más normales.

En Genial.guru compartimos contigo lo que sabe la ciencia sobre cómo y por qué se manifiestan estas respuestas emocionales bajo determinadas circunstancias.

Emociones que parecen contradictorias

Según estudios recientes, el impulso de sentir tristeza en momentos de suma felicidad es una respuesta innata que surge cuando atravesamos instantes muy emotivos. Algo similar ocurre cuando esas imágenes tan tiernas de bebés o cachorritos nos despiertan el deseo de morderlos o pellizcarlos.

Así es como en nosotros, bajo determinadas circunstancias, conviven sentimientos que podrían verse contradictorios: explotamos de felicidad y al mismo tiempo lloramos; o bien estamos tentados a pellizcar algo tan dulce como un bebé.

Cómo llegamos a esas emociones

La causa de estas aparentes paradojas está en que las emociones humanas no se basan solo en la alegría o la tristeza. Más bien, conviene hablar de una regulación emocional, que se define como la capacidad de un individuo para afrontar la respuesta de su organismo ante cierta emoción en un contexto determinado.

Por ejemplo, en el momento en que surgen el miedo o la angustia, intentamos centrar nuestra mente en los aspectos positivos y menos peligrosos de la situación. Mientras que cuando experimentamos momentos de alegría, nuestra intención (consciente o no) es prolongarlos lo más posible; así es como bajo cualquiera de estas circunstancias, se expresa toda una cadena compleja de respuestas emocionales, que incluyen la risa y el llanto, por supuesto.

En un experimento en el que se buscaba la manifestación de estas emociones complejas, se realizó la siguiente prueba: les mostraron a los participantes una historia con un final feliz en la que había un héroe de buen corazón. En otras palabras, las circunstancias eran positivas, lo que ocasionó que surgieran sentimientos aparentemente contradictorios, como sonrisas y llanto.

Sin embargo, cuando se contó la misma historia, pero esta vez el protagonista no sobrevivía (circunstancias negativas), también hubo llantos y sonrisas entre los participantes. Este experimento demostró que la regulación emocional tiene la capacidad de adaptarse a los diferentes estímulos, tanto los negativos como los positivos; la respuesta puede ser muy similar en ambos casos.

La “agresión tierna”

Se denomina “agresión tierna” al impulso de realizar acciones que parecen negativas o agresivas (pellizcar, morder, apretar con fuerza) en respuesta a estímulos emocionales positivos; por ejemplo, a partir de la interacción con una persona, un animal o un objeto que genera un intenso sentimiento de ternura o amor.

Estos impulsos no son algo violento o agresivo, sino que forman parte de la regulación de las emociones intensas, y no existe el peligro de que le hagamos daño a alguien.

Por lo tanto, aquellos que piensan que esas ganas de apretar o pellizcar a los bebés o a las mascotas provienen de algún deseo de hacerles daño, ahora saben que no es así. Más bien se trata de una respuesta de nuestro organismo de acuerdo a un sistema complejo para regular las emociones intensas.

Bono: Qué películas o canciones nos hacen llorar más

Hay películas y canciones que nos despiertan muchas emociones; por ejemplo, aquellas con las que nos sentimos inmediatamente identificados, o que nos generan una empatía intensa hacia los protagonistas.
Una canción como “Fix You”, de Coldplay, puede llevarnos hasta las lágrimas gracias no solo a su melancólica melodía, sino también al hecho de que Chris Martin se la dedicó a su exesposa mientras pasaba por un momento muy duro. En busca de la felicidad, por otro lado, la incansable lucha de Will Smith por lograr un futuro mejor para su familia, también podría provocarnos emociones complejas.

Es, por lo tanto, con la mezcla de sentimientos de felicidad y tristeza como la regulación emocional se manifiesta para extender más los momentos de alegría o apaciguar las experiencias dolorosas.

¿Quién te parece tan adorable como para querer morderlo? ¿En qué momento de tu vida lloraste de felicidad?