¿Sabías que gestionar tus emociones puede ayudarte a controlar la hipertensión? Aquí te explicamos cómo

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hace 4 horas

¿Sabías que tu mente puede influir directamente en tu presión arterial? Muchas veces pensamos en la hipertensión solo como un problema físico, pero las emociones, el estrés y el estilo de vida tienen mucho que ver. Por ello, te entregamos algunas ideas simples y útiles para cuidar tu salud desde lo mental y emocional.


ESTE CONTENIDO FUE CREADO CON FINES MERAMENTE INFORMATIVOS Y NO DEBE SER CONSIDERADO UN REEMPLAZO DE LA OPINIÓN MÉDICA.

POR CUALQUIER DUDA CON RESPECTO A SU SALUD O UNA POSIBLE AFECCIÓN MÉDICA, CONSULTE A SU DOCTOR.

¿Qué es la presión arterial alta o hipertensión?

La hipertensión es, básicamente, cuando el corazón bombea con más fuerza de lo normal y la sangre circula con demasiada presión por las arterias. El problema es que muchas veces no presenta síntomas, pero con el tiempo puede hacerle daño al corazón, al cerebro y a otros órganos. Es posible detectarla fácilmente en una consulta médica y, una vez diagnosticada, requiere tratamiento constante.

Factores como el estrés, dormir mal, la alimentación poco saludable y la falta de actividad física tienen mucho que ver, así que cuidar esos detalles del día a día puede hacer una gran diferencia.

Relación entre estrés crónico, ansiedad y presión alta

Cuando estás estresado, tu sistema nervioso simpático se activa: libera adrenalina y cortisol, acelerando el corazón y estrechando los vasos sanguíneos. Esto eleva temporalmente tu presión arterial. Si este estado se mantiene (ya sea por ansiedad crónica o estrés frecuente), puede contribuir a una hipertensión sostenida. Asimismo, podría afectar los niveles de colesterol y causar inflamación en el sistema circulatorio.

Técnicas y hábitos que te pueden ayudar a controlar la hipertensión

© Alexander Dummer / Pexels, AI-generated image

Existen herramientas sencillas y efectivas que pueden ayudarte a entrenar la mente para cuidar el corazón. Se trata de prácticas que, con constancia, pueden reducir el impacto del estrés en tu cuerpo y ayudar a mantener la presión arterial en niveles saludables. A continuación, te presentamos algunas técnicas que han demostrado ser útiles y que puedes incorporar poco a poco en tu rutina diaria.

Técnicas de entrenamiento mental

  • Meditación mindfulness o MBSR: consiste en sentarse en silencio unos minutos, prestando atención a la respiración y dejando pasar los pensamientos sin juzgarlos. Esta práctica ayuda a calmar la mente y relajar el cuerpo, lo que puede reducir la presión arterial de forma natural.
  • Meditación trascendental o relajación guiada: esta técnica consiste en sentarte cómodamente, cerrar los ojos y repetir en silencio una palabra o sonido personal (mantra) durante unos 20 minutos, dos veces al día. Su práctica genera una sensación de calma profunda y relajación general, y se ha demostrado que ayuda a reducir la presión arterial.
  • Respiración lenta y consciente: enfocarse en inhalaciones y exhalaciones pausadas activa el sistema parasimpático, promoviendo la calma física y mental.
  • Terapia cognitivo‑conductual (TCC): ayuda a identificar y replantear pensamientos estresantes para evitar reacciones prolongadas del cuerpo al estrés, apoyando la regulación emocional.

Bono: Hábitos diarios que ayudan a regular la presión arterial

  • Dormir bien (al menos 7 horas): un sueño continuo y reparador reduce los niveles de cortisol y mejora la regulación cardiovascular.
  • Ejercicio suave y regular: se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad aeróbica moderada o 75 minutos intensa por semana, idealmente repartidos en la mayoría de los días. Combinar actividad aeróbica con ejercicios de fuerza y reducir el tiempo sedentario, mejora significativamente la salud cardiovascular.
  • Música relajante o sonidos de la naturaleza: escuchar melodías suaves disminuye la frecuencia cardíaca y la presión arterial al reducir la actividad del sistema simpático, lo que también contribuye a un buen descanso nocturno.
  • Escritura emocional o journaling: expresar emociones en un diario facilita la claridad mental y se ha asociado a un alivio de la tensión y al bienestar general.
  • Pausas conscientes digitales y conexiones sociales: reducir el tiempo frente a pantallas, especialmente antes de dormir, así como compartir con personas de confianza, ayuda a bajar el estrés diario, mejorando la salud emocional y cardiovascular.

La mente y las emociones tienen un impacto real sobre la presión arterial, especialmente al inicio de la hipertensión. Integrar algunas de estas técnicas puede ser un complemento para poder controlarla, junto con la medicación adecuada y el seguimiento médico. ¿Te gustaría implementar estas estrategias en tu día a día o compartirlas con alguien cercano?

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