La razón científica por la que cuesta tanto dormir en casa ajena (y la solución)

Salud
Hace 1 semana

¿Te cuesta dormir cuando estás de viaje o visitas a alguien? No estás sola. Muchas personas sienten que su descanso “desaparece” en camas ajenas, y no es casualidad: la ciencia tiene una explicación. Nuestro cerebro está programado para mantenerse alerta en lugares nuevos, incluso mientras dormimos. Pero tranquila, hay formas simples y efectivas de engañarlo y lograr un buen descanso sin importar dónde estés. Descubre por qué sucede y qué puedes hacer para dormir mejor fuera de casa.

El “hemisferio vigilante”

Investigadores de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, descubrieron que cuando dormimos en un lugar desconocido, uno de los hemisferios del cerebro se mantiene más alerta, casi como si no quisiera “desconectarse” del todo. Es como tener un pequeño guardián interno que se queda vigilando, por si acaso.

Este fenómeno se llama “efecto de la primera noche”. Este estado de “sueño liviano” se activa únicamente la primera noche en espacios nuevos, lo que explica por qué solemos dormir mejor a partir de la segunda. Los científicos incluso han comprobado que el descanso en estas situaciones es notablemente más liviano y fragmentado, lo que puede dejarnos con la sensación de haber dormido mal, aunque hayamos estado en la cama varias horas.

Un sueño liviano... y muy atento

El equipo realizó experimentos utilizando tecnología avanzada, como electroencefalogramas y resonancias magnéticas, para observar cómo reacciona el cerebro durante el sueño en ambientes desconocidos. Y los resultados fueron reveladores: durante la primera noche, una zona específica del hemisferio izquierdo del cerebro permanece más activa, incluso en una etapa que normalmente es de descanso profundo, el sueño de onda lenta. Es decir, el cuerpo intenta dormir, pero el cerebro no se entrega del todo.

Lo más interesante es que cuando estimularon el oído derecho (que conecta con el hemisferio izquierdo) con sonidos irregulares, las personas se despertaban más rápido, en comparación a cuando los sonidos se enviaban al oído izquierdo. En cambio, la segunda noche, esa hipervigilancia cerebral desaparecía y el sueño se volvía más equilibrado. Este hallazgo confirma algo que muchos intuimos desde hace años: nuestra mente necesita sentirse segura para descansar de verdad. Y si no lo logra la primera noche, al menos la ciencia promete que la segunda será mucho mejor.

Consejos prácticos que podrían ayudar a dormir mejor fuera de casa

Dormir bien fuera de casa puede ser todo un reto, pero con algunos trucos sencillos, puedes intentar tener un descanso reparador incluso en una habitación de hotel:

  • Antes de tu viaje, puedes dedicar unos minutos a leer las reseñas del hotel. Presta atención a los comentarios negativos sobre la calidad de las almohadas o el colchón, el ruido y la temperatura de las habitaciones. Si el hotel está en una zona urbana, considera la posibilidad de ruidos nocturnos provenientes de la calle.
  • Piensa en la ubicación de la habitación. Cuando hagas tu reserva, pide una habitación en un piso alto y lejos de ascensores, salones de eventos o áreas comunes. Pregunta si las habitaciones tienen cortinas opacas o podrías llevar un antifaz cómodo que bloquee la luz.
  • Puedes llevar algo que te recuerde a tu hogar. Si tienes una almohada favorita o necesitas un tipo específico para dormir bien, no dudes en llevarla contigo. También puedes empacar pequeños objetos familiares que te ayuden a sentirte más a gusto: una foto especial en la mesita de noche o un aroma que uses en casa pueden hacer maravillas para relajarte en un entorno nuevo.

Además:

  • ¿Te preocupa el ruido? Un pequeño generador de ruido blanco o unos tapones para los oídos pueden marcar una gran diferencia.
  • Puedes revisar bien tu ambiente. Al llegar a tu habitación, asegúrate de que todo esté a tu gusto: revisa el colchón, las almohadas y las cortinas. Puedes ajustar la temperatura entre 15 y 19 grados Celsius, ideal para dormir cómodamente. Si te cuesta conciliar el sueño, en lugar de mirar el celular, prueba ejercicios de respiración profunda: no solo ayudan a relajar la mente, sino también al corazón.
  • Se recomienda mantener la habitación con una luz tenue. Esto, al menos una hora antes de dormir... y evita los dispositivos electrónicos en la cama. La luz azul de los teléfonos puede alterar tu descanso, así que si los usas, activa el modo nocturno o déjalos fuera del dormitorio.

Dormir bien fuera de casa no tiene por qué ser un desafío constante. Con algunos ajustes simples, es posible sentirnos más cómodas y seguras, sin importar dónde estemos. ¿Qué trucos usas para descansar mejor?

LOS CONTENIDOS SE FACILITAN ÚNICAMENTE CON FINES INFORMATIVOS Y NO PRETENDEN SUSTITUIR EL ASESORAMIENTO MÉDICO. CONSULTA A TU MÉDICO EN RELACIÓN CON TU ESTADO DE SALUD.

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