Me cansé de cuidar a mis sobrinos y decidí darle una lección a mi hermana

Hay personas a las que les das un dedo y terminan tomándose todo el brazo. Y los familiares no son la excepción. Cuando se trata del cuidado de los hijos, a veces los abuelos o los tíos colaboran con esta tarea, pero si pasa de ser ayuda a una obligación, puede que empiecen a aparecer los problemas familiares. Esa es la situación en la que dice estar el chico de esta historia, quien decidió ponerle las cartas sobre la mesa a su hermana, por pretender que siempre cuide a sus tres hijos.

Lo bueno y lo malo de que un familiar cuide a tus hijos

Cuando dejamos a nuestros hijos al cuidado de una persona de la familia, podemos sentirnos más seguros que si lo hacemos con alguien con quien no tenemos ese tipo de relación; pero hacerlo también tiene sus contras. Uno de ellos, es la posibilidad de que se llegue a ver como un abuso de confianza, como en este caso.

Claramente, cada caso es muy particular, pero en general, cuando se trata de familiares cuidando a los pequeños de la casa, hay que saber encontrar el equilibrio para no sobrecargar a quien queda a cargo de los menores. Esto evitará sentimientos negativos y resentimientos que acaban por hacerle daño a la dinámica familiar.

Cómo evitar problemas cuando un familiar cuida a los niños

Dramas familiares como el de esta historia, se pueden evitar si se siguen estas pautas:

• Establecer una comunicación clara desde el principio y hablar abiertamente sobre las expectativas que tienen tanto los padres, como el familiar que queda a cargo del niño. Es importante que se llegue a un acuerdo en el que ambas partes se sientan felices y tranquilas con las tareas que cada una asumirá.
• Permítanse decir “no” con sinceridad. Si, por alguna razón, no quieres o no puedes asumir la responsabilidad de cuidar a los niños, dilo. Asegúrate que sea de forma amable, pero firme, manteniendo tus propios límites a pesar de que puedan insistir. De igual forma, los padres deben hacerlo si ya no quieren que su familiar se haga cargo de sus hijos.
• Por su parte, los padres deben tener un plan B para los días que ese familiar no pueda cuidar a los niños. Cuando algún imprevisto le surja a esa persona, los padres deben tener una segunda opción y no forzar la labor de cuidado bajo sin importar las circunstancias. Otros familiares, amigos cercanos o una niñera temporal, pueden ser la solución.