Pueden escanear tu manera de caminar y saber quién eres
La forma en que caminas puede utilizarse para reconocerte. Tu patrón al caminar es tan único como tus huellas digitales y, si bien tus manos pueden cubrirse con guantes, tu caminar es mucho más difícil de esconder. China ya está usando tecnología de reconocimiento de la caminata como método de vigilancia. Las empresas de transporte evalúan analizar la forma de caminar para reemplazar el reconocimiento facial. Y los doctores han sugerido que también puede revelar problemas de salud tempranamente.
El 12 % de las personas sueñan en blanco y negro. Este porcentaje era aún más alto antes de la aparición de la televisión a color. El adulto promedio respira casi 11 000 L de aire al día, lo que equivale a unos 7 litros y medio por minuto. Si plancharas todas las arrugas de tu cerebro y lo apoyaras en una superficie, tendría el tamaño de una funda de almohada. El cerebro tiene arrugas porque no hay mucho espacio en el cráneo, así que se pliega sobre sí mismo a medida que crece.
Tus latidos pueden sincronizarse con el ritmo de la música que escuchas. Es más común en las personas jóvenes, y no importa si eres músico o no, ¡es una respuesta natural! Mientras dormimos, pasamos por etapas de movimiento ocular rápido. La primera fase suele aparecer 90 minutos después de habernos dormido, y se asocia con sueños intensos y vívidos.
Una pestaña tiene un ciclo de vida de unos 3 meses antes de caerse. Es perfectamente normal que algunas de ellas se caigan todos los días, y pueden tardar entre 4 y 8 semanas en desarrollarse. La mayoría de las personas parpadean entre 15 y 20 veces por minuto, ¡lo que nos da un promedio de unas 25 000 veces al día! Tu piel se regenera y reemplaza a sí misma todos los meses. Entonces, ¿por qué las cicatrices y los tatuajes no desaparecen? Se debe a que solo la capa superior de la piel es reemplazada; los niveles más profundos, donde se encuentran los tatuajes y las cicatrices, no sufren cambios.
A pesar de lo que muchas personas creen, la lengua no es el músculo más fuerte del cuerpo humano, sino la mandíbula. Tal vez sea pequeño, pero, sin tu meñique, tu mano perdería el 50 % de su fuerza. Si desenrollaras el ADN en las células de tu cuerpo, se extendería por unos 16 000 millones de km. Para que puedas comparar, esto equivale aproximadamente a un viaje de ida y vuelta a Plutón.
Tu intestino es el único órgano que posee un sistema nervioso independiente. Se lo suele denominar “el segundo cerebro”, y su dominio se extiende al estómago, páncreas, hígado, vesícula biliar, intestino delgado, colon y recto. Tu sangre tiene la misma concentración de sal que el agua del océano. Los humanos son los únicos animales que lloran cuando están tristes.
Eres más alto a la mañana que a la noche. Eso se debe a que, cuando estás acostado, tu columna vertebral se relaja. A lo largo del día, los cartílagos entre los huesos se comprimen y te encogen unos dos centímetros y medio. Produces suficiente saliva a lo largo de tu vida como para llenar unas 53 bañeras, ¡lo que equivale a más de 16 000 L!
Si alinearas todos tus vasos sanguíneos, tendrían una longitud de casi 100 000 km. Eso es más que suficiente para darle la vuelta al planeta 4 veces. Aunque no recomiendo que lo intentes. Tu cuerpo tiene más de 600 músculos, y el más débil se encuentra en medio de tu oreja.
Cada tos puede llegar a los 80 km/h y producir 3000 gotitas de saliva. Sin embargo, un estornudo es mucho más poderoso: ¡alcanza velocidades de 160 km/h y crea más de 100 000 gotas! El cerebro es incapaz de sentir dolor, si bien es el responsable de enviar señales de dolor. Por esa razón, los neurocirujanos pueden operar a sus pacientes sin provocarles ninguna molestia.
El rubor es el resultado de un subidón de adrenalina, y es parte de la reacción natural del cuerpo de lucha o huida. Tu ritmo cardíaco acelera y los vasos sanguíneos se dilatan como respuesta a ciertas emociones, como los nervios. Esto hace que tus mejillas se sonrojen. Tus pies poseen el 25 % de todos los huesos de tu cuerpo. Tenemos un total de 206 huesos, y hay 26 en cada pie. No puedes hacerte cosquillas a ti mismo. Lo que te da cosquillas es la sorpresa; como te lo esperas, tu cuerpo no reacciona de la misma manera.
Los dientes son la única parte del cuerpo que no es capaz de repararse a sí misma, no tienen las mismas células que los huesos. La nariz puede detectar un billón de olores diferentes y, cuando se alía con el cerebro, es capaz de recordar 50 000 aromas. La piel de gallina es redundante hoy en día. En el pasado, cuando nuestros antepasados eran mucho más peludos, los escalofríos hacían que sus pelos se erizaran para hacerlos parecer más grandes e intimidantes frente a situaciones amenazantes.
La congelación cerebral nos afecta a todos. Cuando algo frío toca tu paladar, tu cuerpo envía sangre para calentarlo. Ese envión repentino de sangre hace que los vasos sanguíneos del cerebro se expandan, lo que activa los receptores de dolor para informarle al cerebro que hay un problema. Actualmente, nuestras muelas del juicio no tienen ninguna función. Son los vestigios de cientos de años de evolución; en otros tiempos, ayudaban a nuestros ancestros a masticar plantas duras y carne cruda.
Tu lengua se compone de 8 músculos interconectados. Su estructura es similar a la de la trompa de un elefante o el brazo de un pulpo. En términos genéticos, los humanos son prácticamente iguales. Si comparas a dos personas, más del 99 % de sus genes serán idénticos. ¡La diversidad que percibimos, como el color de ojos y la altura, es el producto de variaciones de menos del 1 %! Tu cabello es una de las partes del cuerpo que más rápido crece: unos 15 centímetros al año. La única parte del cuerpo que crece más rápido es la médula ósea.
La palabra “músculo” proviene de un término en latín que significa “pequeño ratón”. Los antiguos romanos eligieron este nombre porque opinaban que los bíceps flexionados se parecían a este roedor peludo. Tu sangre representa cerca del 8 % del peso total de tu cuerpo. Una vez que alcanza el tamaño adulto, el esqueleto humano se regenera y se reemplaza por completo cada 10 años. Conocido como remodelación ósea, este proceso quita los fragmentos viejos de hueso y los reemplaza con huesos nuevos y fuertes para mantener el cuerpo saludable.
La persona promedio pasa unos 26 años durmiendo, y eso sin contar los 7 años extra que gastamos tratando de dormir. Por mucho que se dañen tus huellas digitales, siempre se regenerarán hasta tener su patrón original. Hay una única parte del cuerpo que no está en contacto con el flujo de sangre; estoy hablando de la córnea, la capa transparente al frente de tu ojo. Pero tampoco lo necesita, ya que recibe oxígeno del aire. Además, es la parte del cuerpo que más rápido se cura.
Las mujeres son más propensas que los hombres a tener frío, ya que, en promedio, tienen un porcentaje de grasa corporal más alto alrededor del tronco para proteger sus órganos internos. Si bien esto los mantiene calientes, hace que las manos y los pies se enfríen con mayor facilidad. Cuando tus manos tienen frío, le sucede lo mismo al resto de tu cuerpo. Tu hígado tiene la habilidad de regenerarse y recuperar su tamaño original, por más que le quites una parte. Por más que se vea reducido hasta un 75 %, puede regresar a como estaba al comienzo.
No hay músculos en tus dedos. El movimiento proviene de los tendones, huesos y músculos en la palma de tu mano. Los humanos brillan, pero tus ojos no están lo suficientemente desarrollados como para verlo. Emitimos una luz visible, solo que es 1000 veces menos intensa que lo que podemos ver. Por más que te parezca asquerosa, la cera de los oídos es buena para el cuerpo. Lubrica, limpia y protege los oídos de una infección.
Se transmiten más gérmenes con un apretón de manos que con un beso. Las múltiples hendiduras de tus manos son el lugar perfecto para que los microbios prosperen. Unos estudios descubrieron que un beso de 10 segundos transmite unas 80 millones de bacterias, mientras que un apretón de manos alcanza las 124 millones. El esmalte de los dientes es la sustancia más dura que podrás encontrar en el cuerpo humano.
Las uñas de la mano crecen hasta 4 veces más rápido que las de los pies. Nadie sabe muy bien por qué, pero hay dos teorías principales. La primera afirma que, como las manos están más cerca del corazón, reciben más sangre que los pies, lo que estimula el crecimiento. La segunda teoría sostiene que, como usamos más las manos, sus uñas crecen más rápido.