Qué es la edad subjetiva y cómo podemos usarla a nuestro favor
Cuando le preguntan a alguien su edad, muchas personas no pueden resistir las ganas de bajársela un par de años para aparentar ser más jóvenes. Y, aunque para estas pueda parecer vergonzoso, otras la dicen con orgullo, a pesar de que, físicamente, parecen menores. Lo cierto es que el año en el que nacimos no necesariamente debe ser un espejo de nuestra salud física o emocional, ya que hay otros aspectos que influyen en la “edad subjetiva”.
En Genial.guru investigamos un poco más sobre este tema y te lo explicaremos a continuación, además de brindar algunos consejos para saber aprovechar la “edad subjetiva”.
La edad cronológica
Todos tenemos una cantidad de años de vida que celebramos, lo que se traduce en “edad cronológica”. Sin embargo, podemos encontrarnos con dos personas que nacieron el mismo día y en el mismo año, pero que se ven y se sienten de edades distintas debido a las diferencias en biomarcadores como la elasticidad de la piel, la presión arterial, la capacidad pulmonar, etc.
La edad biológica
Por otro lado, aquellas personas que llevan un estilo de vida más saludable (gracias al ejercicio y a la buena alimentación) o poseen una herencia genética afortunada suelen tener una edad biológica menor a los años que realmente poseen. Esta apariencia puede verse afectada por otros factores externos, como el estrés o el hábito de fumar.
La “edad subjetiva” como imagen más clara
La edad subjetiva se trata de cómo las personas se perciben a sí mismas, con qué tan viejas o jóvenes se sienten. Está asociada al estado de salud de un hombre o una mujer, sus procesos cognitivos y biológicos, entre otras cosas, lo que influye en la fragilidad que el sujeto puede llegar a experimentar.
Beneficios de sentirnos menores
Las personas que se sienten menores que su edad cronológica suelen tener mejor salud, tanto física como psicológica, que aquellas que se perciben mayores. Además, tienen menores riesgos de presentar un deterioro cognitivo o problemas de memoria.
Según los resultados de un estudio sobre la relación entre la edad subjetiva y la cerebral, aquellas personas que se sienten más jóvenes tienen una materia gris más gruesa y han sufrido un menor deterioro relacionado con la edad. Por otro lado, aquellas que se sienten más viejas que su edad cronológica tienen mayor posibilidad de ser hospitalizadas y de padecer demencia senil.
Combatiendo el envejecimiento interiorizado
Un experimento realizado por David Weiss, un psicólogo de la Universidad de Leipzig, encontró que, a medida que vamos envejeciendo, desarrollamos un sentido de doble identidad: la relacionada con nuestro grupo de edad y con nuestra generación. Weiss descubrió que las personas que se identifican con su grupo de edad se asocian más con el sentido de pérdida o declive, mientras que aquellas que lo hacen con su generación, se relacionan con características más positivas, compensando la pérdida. Así, la edad subjetiva puede tener un efecto muy poderoso en nosotros, ya que provoca que tengamos información intuitiva acerca de nuestras propias capacidades físicas, emocionales y mentales, generando resultados positivos en nuestra salud.
Sacando provecho de la edad subjetiva
Es verdad que todos envejecemos de manera diferente, paro también es cierto que nosotros tenemos algo de control sobre ello. Por eso, para usar a nuestro favor la edad subjetiva podemos seguir algunos de estos consejos:
- Tener hábitos saludables (comer bien y hacer ejercicio) puede postergar nuestro deterioro físico.
- Mantener una actitud positiva nos ayudará a tener una mejor salud mental y emocional.
- Debemos evitar los prejuicios relacionados con el envejecimiento, que pueden hacer que tengamos una mala perspectiva sobre nosotros mismos. Tenemos que aceptar nuestra edad cronológica y abrazar toda la experiencia y otros aspectos positivos que vienen con ella.
¿De qué otra manera crees que podemos ayudar a nuestro cuerpo a sentirse más joven? ¿Cuál es tu reacción cuando te preguntan la edad que tienes?