La psicología es una ciencia fascinante que nos permite entender la complejidad de la mente humana y las emociones que nos mueven día a día. En la sección de "Psicología" de Genial.guru, nos sumergimos en este vasto mundo para ofrecerte una perspectiva fresca y relevante sobre diversos temas que tocan nuestra cotidianidad.
Aquí, no solo exploramos los misterios del comportamiento humano, sino que también abordamos situaciones y dilemas que todos enfrentamos en algún momento de nuestras vidas. Desde la importancia de la representación en los juguetes y cómo esto impacta en la salud emocional de los niños, hasta las interacciones sociales y las decisiones que tomamos basadas en nuestras emociones y percepciones.
La psicología es más que una ciencia, es una herramienta que nos ayuda a comprendernos a nosotros mismos y a los demás. En esta sección, buscamos ofrecer una visión equilibrada y empática, resaltando la importancia de la inclusión, la representación y el entendimiento mutuo. Cada artículo es una invitación a reflexionar, a cuestionar y, sobre todo, a crecer como individuos.
En un mundo tan diverso y cambiante, es esencial tener un espacio donde podamos aprender sobre las emociones, las relaciones y los desafíos que enfrentamos en nuestra vida diaria. La sección de "Psicología" es ese rincón especial donde puedes encontrar respuestas, consejos y perspectivas que te ayudarán a navegar mejor por la vida.
Ya sea que estés buscando entender una emoción específica, mejorar tus relaciones interpersonales o simplemente quieras saber más sobre cómo funciona nuestra mente, esta sección está diseñada para ti. Aquí, la psicología se presenta de una manera amena y accesible, sin jergas complicadas, para que todos puedan beneficiarse de sus enseñanzas.
En Genial.guru, creemos que el conocimiento es poder. Y en la sección de "Psicología", ese poder se traduce en una mejor comprensión de nosotros mismos y del mundo que nos rodea. Así que, si estás listo para embarcarte en un viaje de autoconocimiento y entendimiento, estás en el lugar correcto. ¡Disfruta de cada lectura y descubre el maravilloso mundo de la psicología con nosotros!
Los sesgos cognitivos son errores y desviaciones que cometemos al momento de pensar. Ellos, por ejemplo, suelen convencernos de cosas que realmente no existen. Al conocer los principios de sus acciones se puede evaluar de manera objetiva las situaciones que nos ocurren para protegernos de engaños de mercadólogos y vendedores, quienes aplican efectos psicológicos en su trabajo con el fin de distraernos.
Desafortunadamente, el mundo está lleno de personas que, con tal de obtener un beneficio propio, sin una poco de conciencia utilizan descaradamente la bondad de los demás. Pueden cruzar los límites con total tranquilidad, resentirse por la calidad de las cosas que se les dan de forma gratuita e incluso comer productos de otra persona sin permiso.
“Un chico de 5 años. En 2 malditas horas, aprendemos la letra “B”, pasamos a la “C”, y después de media hora, ya olvidó la “B”. ¿Es torpeza? ¿O hay que ir al médico? Estos mensajes los veo en las redes sociales y los escucho en el jardín de niños. Y no me puedo quedar callada. No porque sea una psicóloga infantil, no porque sea una educadora con experiencia. Ni siquiera soy una madre con experiencia: ¡mi hijo no tiene ni 2 años! Todo es más simple. Yo misma fui ese “niño tonto”.
Existen 3 tipos de edades: la cronológica es el número de años que has vivido; la biológica es la condición física de tu cuerpo, y la mental es qué tan "viejo" se siente tu cerebro. Estadísticamente, todas ellas pueden variar de una persona a otra.
Desde pequeños, nos enseñan que la educación debe ser uno de nuestros valores esenciales. Dentro de este concepto, entra el hecho de ser diplomáticos y no hacer comentarios impertinentes a otras personas. Pero ¿qué pasa cuando nos los hacen a nosotros? ¿Tenemos que quedarnos callados para no parecer groseros? A medida que pasa el tiempo, este tipo de pensamiento va perdiendo valor.
Atendiendo a una de las estadísticas más populares, el 42 % de las parejas casadas se divorcian tarde o temprano. Además, a menudo, ponen como explicación cuestiones bastante extrañas para justificar la ruptura: falta de respeto, impacto negativo en la autoestima y similares. En general, estas son solo excusas que se encuentran sobre la superficie, y las verdaderas razones son más profundas.
¿Cómo determinar que una persona tiene poca educación? Hay señales evidentes que inmediatamente vienen a la mente: no dice “gracias” ni “por favor”, no sabe cómo comportarse en la mesa, es grosera. Incluso un rápido vistazo a esta lista es suficiente para comprender que estas son solo manifestaciones externas. Los psicólogos dicen que la educación y crianza van más allá de eso, también consisten en la transmisión de ciertos valores que pueden cambiar, ser subjetivos y corresponder al contexto cultural.
Durante muchos años, nuestros padres y abuelos vivieron siguiendo reglas que se consideraban razonables y naturales. “Cásate a los 20”, “los hombres no hacen eso”, “todos los chicos son traviesos”, ¿cuántas veces hemos escuchado estos comentarios? Sin embargo, la vida continúa, los tiempos cambian y hoy en día tratamos muchos asuntos de una manera un poco diferente.
Cuando vivimos en sociedad, a menudo nos encontramos con que las mismas acciones pueden ser juzgadas de forma diferente según quién las realice. Ciertos comportamientos son aceptados por la sociedad para un grupo o un individuo, pero desaprobados para otros. Las mujeres son discriminadas en algunos casos y los hombres en otros. Las acciones de las personas que difieren en edad o en apariencia también se suelen interpretar de forma sesgada.
A menudo nos resulta difícil negarnos a algo y decir un “no” firme en respuesta a solicitudes que no queremos o no podemos cumplir. Los peticionarios demasiado persistentes a veces no se limitan a una simple solicitud cortés, se vuelven demasiado insistentes y, a veces, agresivos. La psicóloga experta en conflictos Elina Frolova contó en su publicación qué actitudes erróneas tenemos establecidas, cómo lidiar con ellas, cómo aprender a decir no y resistir a la agresión.
A veces no nos arriesgamos a tomar el último trozo de pizza en una fiesta o nos da vergüenza no dejarles propina a un mesero o a un taxista. Y nuestras madres y abuelas se ponían rojas cuando nos negábamos a compartir un peluche con el niño vecino o no queríamos comer “lo que nos daban”. Pero los tiempos están cambiando, y con ellos también las actitudes.
Algunas personas, consciente o inconscientemente, suelen tener actitudes que pueden ser hirientes para los demás. Estas van desde gestos despectivos y críticas constantes hasta comentarios irónicos, sobrenombres y desaprobación, entre otras formas que no son positivas para nuestro bienestar. Sin embargo, aunque no podemos evitar este comportamiento en otros, nuestra manera de actuar puede hacer la diferencia.
Casi todo el mundo tiene conocidos a los que se puede llamar fanfarrones. Uno siempre está hablando de su coche cool, el otro tiene un hijo que gana todas las Olimpiadas... Pero estos tipos no hacen daño a nadie. Sin embargo, hay gente que está orgullosa de cosas que son, por decirlo suavemente, demasiado extrañas para que uno se sienta orgulloso. Como lo poco que duermen o cómo engañan a los demás. Identificamos varios motivos inapropiados de orgullo observando a las personas de nuestro entorno y respaldando nuestra opinión con declaraciones de usuarios de la red.
Personas que ya han pasado por un bache laboral decidieron compartir sus tristes experiencias en las redes sociales. Hemos estudiado sus historias y hemos recopilado una selección de detalles que pueden considerarse señales de alarma para cualquier empleado.
A través de la experiencia lúdica del juego con muñecas, los pequeños obtienen una diversidad de beneficios que contribuyen a su desarrollo integral.Adicionalmente, mencionaremos lo importante que puede ser superar los estereotipos y comprender la relevancia de este tipo de juego en el crecimiento saludable de tus hijos.
Un vuelo largo puede resultar incómodo. Especialmente cuando ocurre durante la noche y los pasajeros deben de dormir sentados. Una solución es adquirir un boleto de clase ejecutiva o pagar un extra por un asiento con más espacio para estirar las piernas. La protagonista de nuestro artículo eligió la segunda opción, pero cuando entró al avión, descubrió que un adolescente había ocupado su asiento, y su madre insistió en que la mujer le cediera el lugar a su hijo.
Muchos padres, sin saberlo, adoctrinan a diario a sus hijos con ciertas actitudes y normas que, por decirlo suavemente, no se corresponden del todo con los métodos modernos de crianza. Dicen “no cierres las puertas de la habitación: ¿qué le vas a esconder a mamá?”, revisan las pertenencias personales y hasta prohíbe a las jóvenes princesas llevar vestidos elegantes, dejando la ropa bonita para ocasiones raras y “especiales”. Y solo unos pocos de estos niños, al crecer, consiguen romper esos guiones paternos. He aquí 14 historias reales.
Resulta que el déficit de comunicación con otras personas puede repercutir en nuestra salud. Investigadores descubrieron que, al rechazar encuentros con amigos, nos ocasionamos un daño de la misma magnitud que si fumáramos 15 cigarrillos al mismo tiempo. En la lista de consecuencias negativas, además de lo anterior, está la demencia, tendencia al sobrepeso y problemas con el corazón.
Los especialistas pueden ayudar a ver diferencia entre hijos ingratos y víctimas de una educación tóxica. Por ejemplo, el psicólogo clínico Seth Meyers y el profesor Preston Ni en sus artículos hablan sobre los padres que, con su comportamiento, arruinan la vida de sus hijos. Pero la crianza es un trabajo duro, y no tiene sentido culpar a los padres de "no ser ideales". Con este criterio podríamos decir que los superhéroes "salvan el mundo de manera poco filosófica". La línea entre los errores paternos y el perjuicio directo puede ser muy fina. Este artículo se centrará en las personas que dañan moralmente a sus hijos. Sigue leyendo para averiguar cómo reconocerlos y protegerse.
Algunos creen que los traumas psicológicos infantiles deben ser olvidados para no tener que volver a experimentarlos una y otra vez. Pero, no importa cuánto queramos, a veces esta tarea se nos hace demasiado difícil. Especialmente cuando, siendo niños pequeños y vulnerables, fuimos injustamente acusados y castigados no solo por adultos desconocidos, sino también por las personas que más queríamos en el mundo.
“Si hubiera sabido dónde iba a caer, habría puesto un colchón”, dicen amargamente aquellos que, habiendo cometido un error fatal, no pueden más que lamentarlo. Los problemas de la humanidad son tan antiguos como el mundo, las situaciones se repiten una y otra vez y la gente sigue tropezando con la misma piedra. En lugar de aceptar ciertos postulados de la vida, prefieren repetir los errores y seguir caminando en un círculo de fracaso personal.
Solo una vez le cuentas a tu amiga de forma secreta que no estás contenta con la visita de tu suegra y los oídos infantiles lo absorberán todo, y de inmediato el niño le contará esta importante información a su querida abuela. Pero todos los consejos e instrucciones que le has repetido tantas veces a tu hijo o hija, los ignora fácilmente.
Ser padre es algo que se aprende desde el momento en que tienes a tu bebito en brazos, y lamentablemente no hay un libro que explique cómo hacerlo, así que es normal que, básicamente, cada uno haga lo que pueda. En esa aventura de aprendizaje, puede haber actitudes y cosas que hacemos como padres y creemos que son beneficiosas para nuestros hijos, pero en realidad tienen un trasfondo negativo para ellos.
Todos tendemos a dejar la vida en “pausa”. Tenemos ropa bonita para una ocasión especial que no nos ponemos porque la ocasión nunca llega. Nos permitimos relajarnos solo después de acontecimientos importantes (“terminaré las reparaciones y respiraré tranquilo”). Y así hasta el infinito. Hoy publicamos una historia sobre cómo no dejar la vida en suspenso. Esperamos que este texto te inspire a vivir el aquí y el ahora, y que el final del artículo aumente tu fe en los milagros.
Los hijos son realmente una gran fuente de alegría para los padres. Sin embargo, debemos admitir la realidad y decir que también son un factor de estrés constante. Vivir con un niño pequeño es como vivir en un volcán: un día está alegre y sonriente; al siguiente, explota en lágrimas. Muchos padres no entienden por qué todo iba tan bien hace nada, pero, de un momento para otro, su angelito se ha puesto a gritar a todo pulmón y, por lo visto, no piensa parar pronto, a pesar de todos los ruegos, súplicas y prohibiciones de sus progenitores. Una autora de la editorial contó su historia sobre las rabietas de su hijo. Sus conclusiones nos han parecido muy interesantes, por lo que nos apresuramos a compartir esta historia con nuestros lectores.
No es ningún secreto que nuestros padres y abuelos nos criaron de una manera completamente diferente a como criamos a nuestros hijos ahora. El tiempo era distinto entonces, los principios y las reglas también. Ellos intentaban con todas sus fuerzas hacer de nosotros personas buenas y “correctas”, pero muchos nos prometimos firmemente que nuestros métodos de educación serían completamente diferentes.
El debate sobre si se debe enseñar a los niños a compartir tiene la misma carga emocional que el debate entre los partidarios de la lactancia materna y los de la alimentación complementaria. Por un lado, los padres no quieren que su hijo sea considerado un tacaño, pero por otro, es angustiante ver a tu niño disgustado cuando se queda sin sus juguetes favoritos. ¿Cuál es la mejor manera de comportarse en una situación de este tipo? Cada padre lo decide por sí mismo.
Reconocer a una persona narcisista puede resultarnos fácil, ya que ellos mismos suelen encargarse de dar las señales para esto. Pero ¿qué sucede si de pronto empezamos a notar estas señales en nuestros niños? ¿Pueden ser los padres los principales responsables de estar criando a nuevas generaciones de narcisistas en potencia? Ya que según un estudio, es en la crianza donde podemos encontrar el origen del narcisismo de una persona.
El cerebro humano, en ocasiones, actúa de una manera muy extraña: nos impulsa a llevar a cabo acciones ilógicas, creer en un montón de cosas sin sentido e incluso reescribe nuestros recuerdos. Pero ni una sola decisión se toma solo porque sí. Entonces, ¿qué es lo que dictamina nuestra elección?