10 Hábitos que te ayudarán a reducir la grasa abdominal

Salud
hace 5 años

Es cierto que disminuir la grasa que se ubica en el abdomen es una de las tareas más complicadas a la hora de querer perder kilos. Nos esforzamos en comer sano y hacer mucho ejercicio, pero no todo se trata de ello. ¡Y es que hay muchos hábitos en nuestra rutina diaria que también influyen en este proceso!

En Genial.guru hemos creado para ti esta lista de hábitos que debes adoptar, y otros que tienes que abandonar para llegar a tu meta. Te explicaremos detalladamente qué ocurre en tu cuerpo cuando adquieres ciertas costumbres negativas, y qué hacer para evitarlas.

Dormir ocho horas

Dormir es fundamental para que el cuerpo funcione correctamente. Aunque no lo creas, descansar pocas horas altera una hormona llamada leptina, que es la encargada de segregar células que contienen grasa en los tejidos y de estancar el proceso de pérdida de tallas. Controlarla es sumamente importante porque ella tiene el rol de regular el hambre acelerar el metabolismo. Envía una señal al cerebro para informarle que ya no debes comer más porque estás satisfecho. Esta es la forma orgánica que tiene tu organismo de mantenerte en el peso ideal.

Un estudio de la Universidad de Stanford asegura que el cerebro produce grandes cantidades de leptina para evitar la obesidad. Por ello, quienes carecen de la misma tienen tendencia a engordar y a comer demasiado. Si no descansas bien, la hormona se altera y envía mensajes al cerebro pidiendo comida. Poca leptina en el organismo nos hace sentir ansiedad y ganas constantes de comer. ¡Así que de ahora en adelante descansa bien!

Toma suficiente agua

Al igual que dormir, el agua es vital para el cuerpo. Además de hidratarte, optimiza el funcionamiento de los órganos. Su ausencia envía señales al cerebro y confunde la sed con la necesidad de comer, en especial, alimentos grasosos y azucarados. Esta es una de las razones por la cual queremos ingerir hamburguesas, papas fritas, tortas de chocolate y galletas “de la nada”.

Recuerda que las necesidades de cada persona son distintas. Por eso, lo recomendable es que cada uno tome entre uno a dos litros de agua por día. Sin embargo, esto depende de tu tamaño y peso.

Lo ideal es que multipliques 35 por tu peso, y esa es exactamente la cantidad de agua que necesitas beber a diario. Por ejemplo: si pesas 70 kilos, deberías tomar 2 450 ml de agua al día.

Come esto en vez de aquello

Los pequeños ajustes son los que nos ayudan a lograr la meta deseada. La nutricionista y profesora de fitness Sascha Barbosa, mejor conocida como Sascha Fitness, posteó contenido en donde recomienda sustituir alimentos comunes por unos más sanos. Por ejemplo, la experta aconsejó:

  • Reemplazar la pasta hecha de harina de trigo por una de calabacín.
  • Galletas saladas por unas de arroz integral.
  • Pollo en lugar de pavo.
  • Panes hechos de avena en vez de trigo.
  • Mantequilla por un producto clarificado sin lactosa.

Muchos alimentos que creemos saludables sabotean nuestra dieta, y por eso es recomendable conocer cuáles nos benefician y cuáles no.

Controla tus emociones

Los cambios emocionales fuertes y constantes provocan pérdida y aumento de peso. Cuando una persona cae en depresión es común que disminuyan sus niveles de serotonina, lo que deriva en el desarrollo de conductas obsesivas a la hora de comer. Los cambios bruscos de ánimo también afectan la zona lateral del hipotálamo, la cual envía mensajes descontrolados de hambre.

Como cada organismo responde de manera distinta a cada situación, hay quienes sufren un aumento de la hormona del estrés, la cual cancela mecanismos del cerebro en cuanto al hambre. Esto provoca que la persona rechace la comida, haciéndole perder grandes cantidades de peso. Por esta razón es muy importante que mantengas controladas tus emociones. La tristeza, la alegría, el enojo o la rabia son sentimientos naturales y no dañinos para un ser humano, pero cuando estas dejan de ser pasajeras y se estacionan por largos períodos, incluso años, se vuelven nocivas para la salud.

Reduce el consumo de azúcar

Si estás en un plan de pérdida de grasa debes disminuir el consumo de alimentos azucarados en su mínima expresión. Reemplázalos por azúcares buenos que vienen en las frutas o en aquellos alimentos no procesados, como la miel 100 % natural.

¿Qué ocurre en tu cuerpo cuando ingieres azúcar?

  • El nivel de glucosa en la sangre aumenta y se transforma en grasa. El cuerpo la utiliza como fuente de energía para funcionar (existen grasas buenas y malas). Pero el azúcar se convierte en grasa mala que se aloja en el cuerpo y que no puede ser expulsada, o le cuesta muchísimo más salir del organismo.
  • Además, el azúcar es adictivo, por lo que querrás comer más y más alimentos azucarados. Eso derivará en aumento de peso.
  • La idea no es correr del azúcar, sino ser responsable a la hora de consumirlo y elegir alimentos que tengan este producto de forma natural.
  • Lo importante es no ser extremista y limitarte en lo absoluto. El equilibrio es un aliado del cuerpo.

Sascha Barbosa tiene una regla, la cual comparte en redes sociales con todos sus seguidores, y es que, si durante toda la semana mantienen una dieta saludable, pueden escoger un día para darse ciertos gustos.

No te olvides de la sal

Al igual que el azúcar, el exceso de sal es nocivo para la salud. El cuerpo necesita cantidades específicas de sodio, entre 1 300 y 2 300 mg por día, y 150 y 200 mg por comida, según recomienda Food and Drug Administration.

La mayoría se halla en productos procesados que vienen cargados de cantidades excesivas de sodio, pero puedes sustituirlos por alimentos naturales que ofrecen una mejor calidad de este, como la clara de huevo y vegetales. El sodio provoca retención de líquidos y, como consecuencia, inflamación.

Controla el estrés

Es cierto que el ritmo de vida apresurado en la actualidad es uno de los principales promotores del estrés. La presión, sin importar su naturaleza laboral, familiar o personal, activa el cortisol. El cuerpo libera grandes cantidades de esta hormona como un mecanismo de alerta que se enciende cuando una persona se encuentra bajo gran estrés. Pero el organismo transforma el cortisol en glucosa en sangre que, como ya explicamos previamente, se convierte en grasa.

Si el estés se prolonga por un período largo, se convierte en algo crónico que provoca aumento de peso. Además, trae otros cambios que afectan tu metabolismo: fatiga, cambios de humor, pérdida del apetito, dolor de cabeza y un cúmulo de desórdenes hormonales que acabarán por desestabilizar todo tu cuerpo.

No te saltes las comidas

Existe un mito: no comer en la cena te ayuda a perder grasa, ya que la comida de noche es dañina. Y realmente hay personas que creen que abstenerse de comer voluntariamente les ayudará a perder tallas. Lo cierto es que quizá sí veas resultados, pero serán falsos ya que generarán un efecto rebote.

Saltarse las comidas hace que el cuerpo acumule grasas en la zona abdominal, provocando el efecto contrario al deseado, según una investigación de la Universidad de Ohio. Además, el metabolismo trabaja menos y más lento, así que en cuanto retomes una dieta normal engordarás fácilmente.

La recomendación es no saltarse comidas, ya sea voluntariamente o por falta de tiempo, sino comer sano y entre cada una merendar para evitar la ansiedad y mantener el metabolismo activo.

Entrena pesado

Si mantienes una rutina de ejercicio disciplinada, pero aun así no ves grandes resultados, te recomendamos entrenar pesado. ¿Qué significa eso? Hacer ejercicios de pesas, de fuerza. La idea es activar el cuerpo.

La mayoría de los entrenadores en los gimnasios piden combinar 30 minutos de pesas con 30 minutos de cardio, ya que es una fusión excelente que te dará grandes resultados. Si estás empezando y te parece que ese tiempo es demasiado, haz 10 o 15 y ve aumentando la intensidad y los minutos mientras vayas adaptándote. Entrenar pesado acelera el metabolismo, por lo que los resultados se verán con mayor rapidez.

¡Desayuna!

El desayuno es la comida más importante del día. Desayunar sano te ayudará a activar todos los órganos, acelerará el metabolismo y reducirá los niveles de ansiedad durante el día.

Si desayunas, tendrás un día más productivo, funcionarás mejor en tu trabajo y estarás más feliz, porque activarás la hormona de la felicidad.

¿Pondrás en práctica alguno de estos consejos? Si conoces otras recomendaciones además de estas, déjalas en la sección de comentarios. No olvides visitar Genial.guru para ver más contenido como este y compartir el artículo con todos tus conocidos.

Imagen de portada alegria / depositphotos

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