4 Motivos para dejar los cubos de caldo comerciales y volver al sabor de casa

Curiosidades
hace 8 horas

Los cubos de caldo comerciales son una solución rápida y económica para dar sabor a nuestras comidas. Sin embargo, detrás de su conveniencia, se esconden ingredientes que pueden afectar nuestra salud a largo plazo. Por ello, acompáñanos a descubrir por qué deberíamos reconsiderar su uso y cómo las alternativas caseras pueden ser una opción más saludable.

Desventajas de los cubos de caldo o consomé comerciales

1. Exceso de sodio

El sodio es uno de los principales ingredientes de los cubos de caldo comerciales. Por ejemplo, un solo cubo de caldo puede contener entre 800 y 1000 miligramos de sodio, lo que representa una porción significativa de la ingesta diaria recomendada. El consumo excesivo de sodio está relacionado con el aumento de la presión arterial y el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Además, puede causar retención de agua, hinchazón y problemas renales.

2. Presencia de potenciadores de sabor (glutamato monosódico)

El glutamato monosódico (GMS) es un potenciador del sabor comúnmente utilizado en estos productos y en otros alimentos industrializados, como las sopas y fideos instantáneos. Aunque la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) lo considera seguro, algunas personas pueden experimentar reacciones adversas al consumirlo en grandes cantidades. Además, el MSG puede enmascarar sabores naturales, llevando a una menor apreciación de los ingredientes frescos y naturales. ​

3. Altos en grasas trans

Muchos cubos de caldo contienen grasas vegetales hidrogenadas, también conocidas como grasas trans. Este aceite parcialmente hidrogenado es económico y existen menos posibilidades de que se eche a perder, por lo que los alimentos elaborados con él (principalmente procesados) tienen una mayor vida útil. Estas grasas aumentan el colesterol LDL (“malo”) y disminuyen el HDL (“bueno”), elevando el riesgo de enfermedades del corazón, accidentes cerebrovasculares y diabetes tipo 2. ​

4. Ingredientes naturales limitados

A pesar de su nombre, los cubos de caldo comerciales contienen una cantidad mínima de ingredientes naturales. Por ejemplo, en el caldo de verduras, las hortalizas y verduras pueden representar menos del contenido total, lo que hace que el producto final dependa en gran medida de aditivos y conservantes. ​

¿Cómo preparar tus propios cubos de caldo?

Una alternativa saludable y sabrosa es preparar tus propios cubos de caldo en casa. En pocos pasos, puedes crear un caldo casero que no solo es más nutritivo, sino que también tiene una vida útil de hasta seis meses si se congela.

Este caldo de verduras es naturalmente sin gluten, vegano y no contiene espesantes, conservantes ni glutamato monosódico. Además, te permite usar verduras que necesites aprovechar, lo que evita el desperdicio y te ayuda a ahorrar dinero.

  • Tiempo de preparación: 10 minutos
  • Tiempo de cocción: 50 minutos
  • Tiempo total: 1 hora
  • Raciones: 60 cubos aproximadamente

Ingredientes:

  • Sal (de preferencia marina) al gusto
  • 2 cucharadas de aceite de oliva u otro aceite neutro

Usa aproximadamente 1,5 kg de las verduras que prefieras. Esta receta contiene las siguientes:

  • 2 calabacines
  • 2 cebollas
  • 4 dientes de ajo
  • 2 patatas
  • 3 zanahorias
  • 3 palitos de apio
  • 30 g de perejil

1. Lava bien todas las verduras

  • Llena un bowl grande con agua y sumerge las verduras por unos minutos para eliminar restos de tierra, especialmente si son orgánicas.
  • Frota suavemente cada una con las manos o un cepillo.
  • Sécalas con un paño limpio antes de continuar.

2. Pica las verduras

  • Corta todas las verduras en cubos pequeños. Cuanto más pequeños, mejor, ya que se cocinan más rápido y se trituran más fácilmente.
  • Si prefieres, puedes usar una picadora o procesadora de alimentos para facilitar el trabajo.
  • Coloca las papas picadas en un bowl con agua fría mientras cortas el resto, para que no se oxiden y suelten el almidón.
  • También pica finamente el ajo y el perejil (este último se usará al final).

3. Cocina los ingredientes del caldo

  • En una olla o sartén grande, calienta un poco de aceite de oliva a fuego medio.
  • Añade la cebolla picada y sofríe un par de minutos.
  • Incorpora las papas y cocina por 4 a 5 minutos para que se ablanden, revolviendo ocasionalmente.
  • Agrega el resto de las verduras (menos el perejil), mezcla bien, tapa la olla y cocina a fuego medio-bajo durante unos 20 minutos, revolviendo cada tanto.
  • Luego, añade sal al gusto y sigue cocinando 15-20 minutos más, sin tapar y removiendo de vez en cuando, para que se evapore el exceso de líquido.

4. Tritura la mezcla

  • Una vez que las verduras estén tiernas y casi sin líquido, tritúralas hasta obtener una pasta espesa. Puedes hacerlo con una batidora de mano directamente en la olla, o dejar enfriar un poco y usar una licuadora o procesadora.
  • Incorpora el perejil picado y mezcla bien.

5. Congela en cubos

  • Forra una bandeja o molde cuadrado con papel mantequilla y con ayuda de una espátula, extiende la pasta de caldo en una capa uniforme.
  • Congela durante varias horas hasta que esté firme.
  • Una vez endurecida, corta en cubos con un cuchillo afilado y colócalos en un recipiente hermético.
  • Si quieres evitar que se peguen, separa las capas con papel mantequilla o congela porciones usando cucharas medidoras (por ejemplo, cucharadas individuales).
  • Conserva en el congelador por hasta 6 meses. También puedes guardar una pequeña porción de la pasta en el refrigerador, en un frasco limpio, por hasta una semana.

Los cubos de caldo comerciales presentan varios inconvenientes para nuestra salud debido a su alto contenido de sodio, grasas trans y aditivos. Optar por alternativas caseras no solo mejora el sabor de nuestras comidas, sino que también nos permite controlar los ingredientes que consumimos. Y tú, ¿sacrificarías un poco de tiempo por tu bienestar? ¿Qué otras alternativas saludables has considerado para enriquecer tus platos? ​

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